553 - CONTRA EL HAMBRE: IDEOLOGIZACIÓN Y ABORTO (II).

CONTRA EL HAMBRE: IDEOLOGIZACIÓN Y ABORTO (II).

Por Juan Bacigaluppi

Contra la miseria y la pobreza los gobiernos títeres de los organismos internacionales, como el actual gobierno argentino, proponen la ideologización de la perspectiva de género y el aborto, a través de la llamada salud reproductiva. (Continúa del número anterior)

Japón exporta su fracaso

Japón, a pesar de una instrucción sexual compulsiva y la masiva distribución de anticonceptivos -casi todos ellos abortivos- "para evitar el embarazo adolescente", no puede disminuir la tasa de abortos quirúrgicos. Datos oficiales indican que el número de abortos quirúrgicos entre adolescentes de ese país, aumentó en los últimos seis años. En total, en 2001, se produjeron 341.588 abortos quirúrgicos. De ellos, 46.511 eran de mujeres menores de 19 años. En 1995 esta cifra era de 26.117 (SPUC, Londres, 26-08-2002).

Sin embargo, también en octubre pasado, se anunciaba que Japón financiaba en Argentina el programa PROGEN (Asistencia Técnica en Género, a través del Banco Mundial). Este programa tiene entre otros fines subvencionar campañas de distribución de anticonceptivos para "evitar el embarazo adolescente". Administra el programa el Consejo Nacional de la Mujer, dirigido por la salteña Gloria Abán.

El PROGEN (Pro-Género) incluye asistencia técnica para los programas PROMIN (Programa Materno Infantil y Nutricional) y FOPAR. Las donaciones de Japón desde el año 2001, para promover la "perspectiva de género", que incluye la salud reproductiva, "beneficiaban" sólo al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que, como informamos en el 2002, invirtió fondos de emergencia sanitaria en la compra de DIU's y, hace pocos días, decidió repartir a mansalva el abortivo llamado "píldora del día después", con la excusa de los programas contra la violencia contra la mujer.

Contra el hambre, la ideología del género

Mucho se ha escrito en Argentina sobre el enorme aumento de la marginación social, la incomprensible desnutrición materno-infantil y, desde el Consejo Nacional de la Mujer, sobre la "feminización de la pobreza".

El Consejo Nacional de la Mujer, que depende de la Presidencia de la Nación y que maneja un presupuesto de 9.020.902 de pesos, proyectó para el 2003 las siguientes actividades, que figuran en el presupuesto nacional:

-Eliminación de Estereotipos Discriminatorios por Género en Medios de Comunicación. El monto de este proyecto asciende a 850.260 pesos. Ante esto nos preguntamos, ¿con campañas de prensa se elimina la pobreza?.

-Reducción de la Vulnerabilidad de Familias por Enfoque de Género (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)-PROFAM)", al que se destinan 3.474.911 de pesos. Según informa el Consejo Nacional de la Mujer, el PROFAM se financia con un préstamo del BIRF por un monto total de 5.000.000 dólares USA, y está destinado a "pilotear y aprender de proyectos de gobiernos locales y de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, que se orienten a reducir la vulnerabilidad de las familias pobres y promuevan cambios en las relaciones de género con un enfoque integral de la familia".

-Fortalecimiento Institucional para Evitar Discriminación de la Mujer (BID 1133). Este programa cuenta con 3.512.200 pesos y se financia a través de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo de 7.500.000 de dólares USA. Se incluye en todas las actividades del Programa Federal de la Mujer, que tiene por finalidad que las oficinas de la mujer a nivel nacional, provincial y municipal incorporen un enfoque de género en sus políticas y programas y promover iniciativas con una perspectiva de género.

Parecería que la ideología del género, alimenta, vitaminiza a las madres desnutridas, da trabajo digno, y subsana el hambre inmediata de los famélicos niños marginados.

Además, no deja de llamar la atención, que todos los créditos y ayudas internacionales son en dólares USA y lo destinado por esos programas a la población argentina son montos de dinero en pesos. Si el precio del dólar es de poco más de un dólar por tres pesos, ¿dónde va el resto?. Haga el lector las cuentas. (Continúa)