529 - AMERICA LATINA: JORNADA DE LUCHA POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO.

AMERICA LATINA: JORNADA DE LUCHA POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO.

Fuentes: Propias y Plan de Acción Regional 2002, de la Red Nacional por los Derechos Reproductivos y Sexuales.

Por Juan C. Sanahuja

El 28 de septiembre, para el feminismo latinoamericano, es el "día de lucha" por la despenalización del aborto en América Latina y El Caribe. Desde México a San Pablo y Buenos Aires, las feministas han convocado para el 27 y el 28 de este mes diversos actos y manifestaciones.

Según la Coordinación Regional de la Campaña, que corre a cargo de la Red Nacional Feminista para los Derechos Reproductivos y Sexuales del Brasil, la consigna de este año es "Por un Estado laico. Por el Derecho a Decidir". Se advierte en la consigna y en los documentos que la ilustran, que el feminismo ha adoptado los argumentos del Parlamento Europeo de los que dimos cuenta este año, en Noticias Globales 519 y 520 (Unión Europea: pone las bases para una verdadera persecución contra la Iglesia Católica. ¿Campaña contra la Iglesia?. ¿Persecución instalada?, hablan cardenales de América Latina).

La Red feminista llama a la "profundización de la democracia desechando todo precepto moral o religioso que se refiera a las políticas públicas, pues éstas están dirigidas a toda la población y no sólo a la población católica". "Entendemos el laicismo -o secularismo- como calidad imprescindible para que haya democracia, con leyes y políticas que se destinen a todas las personas, independientemente de sus preceptos morales o creencias religiosas. El marco ético de la secularización es uno de los requisitos para la existencia de una sociedad plural basada en la tolerancia y respeto a la diversidad. En el Estado Laico no pueden prevalecer principios teológicos en la práctica de los gobernantes o legisladores, pues le cabe al Estado Laico garantizar a todos los ciudadanos y ciudadanas el ejercicio de la libertad de conciencia y el derecho a tomar decisiones libres y responsables".

Tergiversando, como quienes proponen nuevas leyes de libertad religiosa, un documento del último concilio, que no avala el indiferentismo religioso ni el relativismo moral, el feminismo abortista dice, "Aunque hace 36 años el Concilio Vaticano II, en su 'Declaración sobre la libertad religiosa', aceptó el principio de separación entre Iglesia y Estado, lo que presenciamos hoy es un retorno a la presencia de principios teocráticos en las políticas públicas, en particular cuando el tema es el aborto".

Además, exigen: la derogación del Día del Niño por Nacer, instituido en siete países y en vías de crearse en otros cuatro; la plena vigencia del aborto sin restricciones y de la abortiva anticoncepción de emergencia (píldora del día después); y la derogación de toda restricción o punibilidad de las prácticas homosexuales y el reconocimiento de sus uniones.

Y continúan diciendo: "El tema de la sexualidad y de los derechos reproductivos sigue en recurrente disputa y con tentativas de retroceso, en las que el aborto es elemento clave. Eso ocurrió en la Sesión Especial sobre ETS/ Sida (Nueva York, 2001), en la Conferencia Mundial contra el Racismo (Durban/ 2001), en la Sesión Especial sobre la Niñez y Adolescencia (Nueva York, 2002) y, recientemente, en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (Johannesburgo/ agosto de 2002). En esta última, el documento final quedó pendiente hasta última hora a causa de un párrafo relativo a servicios de salud. Uno de los orígenes de la resistencia conservadora fue el temor de abrir brecha para el reconocimiento del aborto como un derecho. Una vez más las mujeres fueron testigo del uso de sus cuerpos como objeto de trueque entre las potencias mundiales, de esta vez en disputas que involucraban a la cuestión ambiental y la biodiversidad".

Los derechos humanos, según la interpretación feminista, se convierten en un arma en beneficio de los poderosos contra los más débiles: el niño por nacer, o también el anciano o el enfermo, siempre sujetos a que el consenso social decida eliminarlos.

Del plan de acción propuesto por el feminismo deducimos:

-Confundir la defensa de la vida y la dignidad de la persona humana con un tema religioso, es una artera maniobra, que en el fondo niega la existencia de principios morales fundamentales comunes a todos los hombres. ¿Alguien se atrevería a sostener en un mundo civilizado, que el genocidio nazi o los progroms soviéticos fueron un asunto exclusivamente religioso y que sólo afecta a aquellos que los sufrieron: judíos, ucranianos, etc.?.

-También es artera la intencional confusión entre Estado laico y Estado ateo. La laicidad del Estado que predican, no hace referencia a la justa autonomía de lo temporal, sino es una excusa para imponer el relativismo moral, excluyente y totalitario, bajo la capa de la tolerancia.

El asesinato de inocentes, jamás podrá ser justificado por el principio de separación de la Iglesia y del Estado, pues NO es una cuestión religiosa, sino algo que rechaza cualquier sociedad civilizada. El respeto a la vida está impreso en la misma naturaleza humana.

¿Puede el ateo matar impunemente y, en cambio, el creyente no?. La sociedad pluralista, ¿se puede basar en el principio de "quien quiera matar, que mate"?. La defensa de la vida y la dignidad de la persona humana, no es exclusiva de la Iglesia Católica, sino de todos los hombres de buena voluntad.

-Además, se advierte en el plan de acción, un enfrentamiento cada vez más abierto con la Iglesia y un sectarismo anticatólico en aumento. Llama la atención el protagonismo, en los actos organizados para esta ocasión en todos los países de América, del grupo de apóstatas de la fe católica "Católicas por el Derecho a Decidir", financiadas entre otros, por la Fundación Ford, según los datos de esa misma fundación.

-No deja de notarse la influencia de los nuevos teóricos del estado, de los Estados Unidos y Europa, al servicio del nuevo orden mundial, para los cuales la liberalización del infanticidio y la perversión de menores, son condiciones de la democracia moderna, derivadas del principio de laicidad y neutralidad del Estado.

-Es cada vez más clara la alianza entre el neoliberalismo y las corrientes marxistas, ahora llamadas progresistas, que confluyen en el avasallamiento de la persona humana.

-En una palabra, la alianza del relativismo ético y la democracia, da por resultado un totalitarismo cada vez más evidente. FIN, 27-09-02