30 - CEPAL: IMPONER UNA NUEVA "CULTURA REPRODUCTIVA"

CEPAL: IMPONER UNA NUEVA "CULTURA REPRODUCTIVA" EN AMÉRICA LATINA.

Por Juan C. Sanahuja

En estos días (11-16 de mayo), en Aruba, se está desarrollando la reunión preparatoria de América Latina para la Asamblea General especial de las Naciones Unidas, que se reunirá en junio-julio de 1999 (El Cairo+5), para evaluar cómo se han cumplido las metas del Plan de Acción de la Conferencia de Población y Desarrollo de El Cairo de 1994.

El documento oficial de la CEPAL para esta reunión se titula: Población, Salud Reproductiva y Pobreza. En él se insiste en la idea, tan reiterada en estas ocasiones, que la cantidad de hijos influye de modo directo e inapelable en la transmisión generacional de la pobreza, y por lo tanto la solución de la pobreza pasa por el control de natalidad. Seguramente esta afirmación fatalista no se hace por el bien de los mismos pobres, sino por el bien de la sociedad globalizada.

El documento de la CEPAL, sigue diciendo que es necesario imponer una nueva "Cultura Reproductiva", el medio para hacerlo -dice-, "es llegar a una cobertura universal de los servicios de planificación familiar y el uso adecuado -y no menos universal- de medios eficaces para evitar concepciones".

En el informe la CEPAL "crea" un nuevo "índice demográfico", el índice de fecundidad no deseada. Este índice resulta de comparar la tasa de hijos por mujer (fecundidad real), con la tasa de hijos deseados por cada mujer, fruto de las encuestas de la misma CEPAL.

La conclusión del informe es: el "índice de fecundidad no deseada", manifiesta el grado de insuficiencia de los servicios de salud reproductiva y sólo será superado poniendo remedio "a la demanda insatisfecha los medios de prevención de la fecundidad".

Los países -dice el documento-, en que se observa un índice más elevado de fecundidad no deseada son: Paraguay, Guatemala, Brasil, Bolivia y Ecuador. A la vez, el mismo informe llama la atención negativamente porque la tasa de hijos deseados en Guatemala, Paraguay, Costa Rica y República Dominicana y en menor proporción en otros países, es más elevada que lo previsto. Está claro que cuando los deseos de las mujeres en cuanto a la cantidad de hijos no coinciden con los deseos de los organismos internacionales, también son mal vistos por la CEPAL. Por eso cuando habla de tasa de hijos deseados más elevada, cabe preguntarse, ¿más elevada con respecto a qué tasa?, ¿será con respecto a alguna tasa que fija la CEPAL y que no se dice claramente en el documento?.

Siguiendo una vieja línea política, en la que los organismos económicos internacionales insisten desde la década del 70, se culpa de estas tasas elevadas de hijos deseados, al entorno familiar, cultural y a los incentivos económicos -explícitos e implícitos- que premian la maternidad y la paternidad, que aún se mantienen en algunos países.

Sin embargo la CEPAL reconoce que en general, "la reducción de las intenciones reproductivas ha sido un factor importante en la rápida caída de la fecundidad en la región; no obstante parece haber sido insuficiente para propiciar su generalización en todos los países, en varios de los cuales aún existe una amplia brecha entre la fecundidad observada y la de los ideales reproductivos declarados por las mujeres. Esta brecha configura una señal de insuficiencias en la disponibilidad y el uso de los medios que permitan ajustar la fecundidad al número de hijos deseados".

Aún así, reconoce el documento, que las preferencias de las mujeres en general, representan "la generalización de un ideal reproductivo", que obedece "a cambios estructurales de la sociedad" y a la "progresiva consolidación de concepciones culturales difundidas por la educación y los medios de comunicación". Es decir, la CEPAL, reconoce su éxito y el de las Naciones Unidas, en el plan de reingeniería social y propaganda que ha llevado "a una reformulación de los ideales reproductivos" en la región.

Unas páginas más adelante la CEPAL, declara su propósito, "la eliminación de la fecundidad no deseada" de América Latina. Cabe preguntarse, ¿no deseada por quién?, ¿por los organismos internacionales?, ¿por las mujeres mentalizadas por los nuevos planes de educación y los medios de comunicación?, ….FIN, 13-05-98.