¿Y cuando se acaben los pobres, qué? Parte IV
La “opción preferencial por los pobres” acabó, lamentablemente, en la justificación e implantación desde los cenáculos eclesiales europeos de la “teología de la liberación”. Una pseudo teología denunciada públicamente por el tamdem Juan Pablo II - Joseph Ratizinger, en dos documentos memorables donde se desmontan todas las “justificaciones” -teóricas y prácticas- de la susodicha “teología” y de la susodicha “liberación": desde que no hay mejor caridad para con el rico que matarlo -y para el pobre que se oponga, también-, hasta el tufo repelente de que la autétnica “teología” hoy, en la Iglesia, había que hacerla desde la óptica y desde la opción e interpretación marxista de la historia, también la de la Iglesia. En caso contrario, estabas fuera.
Y se puso en marcha, en especial y casi en exclusiva, en hispanoamérica, donde la implantación de diferentes familias religiosas católicas -jesuitas, y algunas otras- facilitaron el trasplante desde Europa de estas tesis y de estas praxis. Y, dentro de hispanoamérica, Brasil era el terreno más “favorable", más “prometedor".
¿Cuáles han sido los frutos? Vamos a fijarnos preferentemente en Basil, porque allí es donde tuvieron “barra libre". Hubo también intentos serios en Perú y Méjico; pero la mayor parte de la Jerarquía, o la parte de la Jerarquía de mayor prestigio, estuvieron al quite y abortaron esos intentos, En Brasil los frutos no han podido ser ni más amargos ni más nefastos. A los datos me remito.
En Brasil, a finales de los años 60, prácticamente el 90% de la población se declaraba católica. El otro 10% se repartía entre confesiones cristianas -la mayoría- y animistas o religiones ancestrales. Al cabo de 50 años, solo se declaran católicos un poco más del 50%; muy poco más. Eso sí: se han multiplicado las comunidades de base, las comunidades por libre, las iglesias a título personal, la fe que me da la gana, la penetración protestante, las sectas más variopintas, los ritos más paganos y sangrientos, etc. ¿Cómo ha sido posible? Por los artífices, muñidores y “pagadores” de la “teología de la liberación".
Pero no acaba ahí la cosa. Brasil, económicamente, se estaba conviertiendo en un país emergente, con una economía que tiraba de todo el cono sur americano. En unos pocos años, en estos últimos años, su economía se ha derrumbado, la corrupción política ha llegado hasta las Presidencias de Lula, antes, y de Dilma, ahora, y la pobreza está volviendo a zonas en las que se había mejorado notablemente. ¿Por qué? Por los “frutos” de los artífices de la implantación de la “teología de la liberación".
No deja de ser como mínimo curioso que, cuando se pone el acento “eclesial” en sacar a la gente de la pobreza, en luchar -supuestamente- por la justicia social como primer -y se acaba en único- horizonte, pasan estas cosas. Se quieran -seguramente no se quieren- o no; pero pasan. La descristinización -la pobreza espiritual- trae y lleva consigo necesariamente la pobreza material.
La última encerrona que están preparandole en Brasil a la Iglesia Católica es el tema de los curas casados. Va a ser el próximo asalto para acabar de rematar a la Iglesia Católica en Brasil, y desde Brasil.
Conclusiones: la “opción preferencial por los pobres” es un desastre para los mismos pobres en particular, para los países en general y, finalmente, para la misma Iglesia. Los datos están ahí para el que los quiera ver y valorar.