«Proselitismo». O sea: ut eatis!
Otra de esas dimensiones esenciales de la Iglesia y de los cristianos, no ya con mala prensa, sino PROSCRITA a radice.
Pero que, como tantas otras dimensiones del ser de la Iglesia y de la vida de los católicos, necesita ser confirmada, restaurada…, y devuelta a su sitio. Porque no podemos dejar que la Iglesia sea laminada. Y encima nosotros silbando y trotando al ritmo de la JMJ, con un DJ con alzacuellos… y con agenda repletita, dicho por él mismo.