Necesitamos que la Fe nos posea

 El que crea se salvará; el que no crea se condenará..

No se nos ha dado otro Criterio por parte del Señor. Un Criterio que, a más de inamovible, nos alcanza la  Vida Eterna: el Cielo para siempre.

Así de tajante se muestra el Señor: Ésta es la clave de nuestra Perseverancia y de nuestra Salvación: sin medias tintas, sin rebajas de temporada, sin la menor duda, con absoluta seguridad… No en vano es: “Palabra de Dios".

Creer no es simplemente “estar Bautizado” y, a partir de ahí, montarse la vida “como si Dios no existiera" . Guardando la Partida de Bautismo, eso sí, como pasaporte válido para presentarla el día del Juicio, y que nos salve: vana pretensión, en las antípodas de la realidad.

Ese “como si Dios no existiera”  es uno de los mayores logros que el demonio ha conseguido, al haber sembrado -con éxito- en el mundo, esta máxima demoledora para las conciencias y para las almas todas, sean de la religión que sean: bien que sólo UNA le molesta, a él y a los suyos: la Iglesia Católica. Por lo mismo que les molesta a los masones, a los rojelios y a toda la infecta progrez, cualquiera que sea su color…

De hecho, para los Católicos lo sembró Satanás muy expresamente y en primer lugar, pues son su mejor trofeo, con grandísima diferencia: caza mayor y medalla de oro, cada uno que cede a este envite, y se condena para siempre…

Ahí están tantos “católicos a lo Biden", como muestra. O tantos otros que “hacen de su capa un sayo": aquí hay que incluir, muy en particular, a muchos miembros de la Jerarquía - del Martín para arriba, pasando por el incombustible e inclito  Ángel: la sal de todas las carroñas-, son los que más destrozan con sus “gansadas", públicas y publicadas: que para eso las montan: qué bien acogieron lo de “¡monten lío!” : justo, estaban escuchando oír lo que necesitaban para confirmarse en lo suyo.

Y tantos y tantos pseudocatólicos, que se autodenominan “católicos no-practicantes", para que nadie se llame a engaño. Ni ellos mismos, pues lo tienen muy claro, y así lo manifiestan.

Todas las sociedades y todos los regímenes políticos, están montados hoy en día sobre esta nefasta premisa: “Como si Dios no existiera".

Todo y siempre, bajo supervisión y perricas del NOM -los mejores aliados de Satanás; también los tontos útiles y los tontos interesados, que abundan-; amén de otras prebendas -por ejemplo, de “carne joven y fresca” a disposición, y sin riesgos de ningún tipo: ellos son la única “justicia", y, por tanto, nadie les va a pedir cuentas-, como los retiros “dorados” al término de su pase por la política. En España tenemos muchos ejemplos de esta guisa.

Este tinglado satánico -harto evidente si uno se toma la molestia de repasar las “leyes” que nos gobiernan por doquier, cortadas todas por el mismo patrón: el del NOM, “el Sastre de todos los Sastres"-, es la prueba del 9. Podrán cambiar las siglas de los gobiernos, pero NO cambian las leyes: curioso como mínimo.

Por otro lado lo de “leyes” es un decir: son exactamente las leyes que las corrompen y, por tanto, que las desgobiernan: a las sociedades enteras, pasando por cada uno de sus miembros; llamados “ciudadanes” y convertidos en esclavos funcionales.

Todas ellas miran a lo mismo: en último término, la Descristianización. Pero, para amarrar bien la cosa: desmantelar, previamente o a la vez, las mismas constantes antropológicas de la persona: que no le quede dentro ni la más minima raíz, por pequeña que sea, que pueda hacerle pensar, o llevarle a pensar en Dios.

Por supuesto -va de suyo-: hay que cargarse a la Iglesia Católica “desde dentro". Están en ello “muy enfervorizados"…, y llevan una muy buena temporada al respecto: con goleadas de escándalo incluidas.

Con la colaboración necesaria y tenaz de tantos miembros de la Jerarquía, que “ni están ni se les espera” a la hora de ejercer como tales, y dar la batalla para la que están Ordenados. “Entregados", que se dice. O “reconvertidos en mercenarios": que se lleva mucho en estás últimas temporadas

Lo que espera Jesús es que “Nos dejemos poseer por la Fe". No tanto por Él, como es lógico, sino por nosotros: para que nos salvemos. Para ser felices en la tierra, en la medida que es posible por aquí abajo, y ser felices después y para siempre en el Cielo 

Qué significa “dejarse poseer por la Fe"?

Significa TODO en nuestra vida. DEBE significar TODO en nuestra vida presente en su Iglesia en medio del mundo, para que lo sea efectivamente en la Vida Eterna.

Y, en qué se traduce, o en qué debe traducirse exactamente ésto en mi vida?

Vamos a acudir a san Pablo para entenderlo. Y ya de paso, le encomendamos el éxto de nuestra empresa, que no es pequeña, ciertamente, pero que es la verdadera empresa de nuestra vida. Realmente, la Única que merece emprenderse y ser vivida. Porque lo que no sea esto sólo es un fracaso. Hablo “en Católico” y “para Católicos". No pienso perder el tiempo con otras “realidades": todas falsas de toda falsedad.

Escribe san Pablo: Yo vivo en la Fe de Aquél Jesús que me amó y se entregó a Sí mismo por mí.

Para que nadie se llamase a engaño, y supiese exactamente qué quería significar con esas palabras, añade: Mi vivir es Cristo. Ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí. 

Son dos afirmación que significan realmente lo mismo; pero tan rotundas en su literalidad y en su significado, que no son imaginables ya no llenas de excepciones, sino que las comprendemos con total evidencia: no cabe en ellas la más mínima excepción, por única que sea. Por demás, inadmisible.

Porque el Católico-Católico es persona de una pieza. NO es como el chicle, ni como la arcilla, moldeables a voluntad, propia y/o ajena. El Católico tiene Convicciones bien firmes, porque NO nacen en¨de él, sino que las recibe de Dios. Y, antes, las transmitía la Iglesia al pié de la letra.

La primera de ellas: no existe más Voluntad que la de Dios, a la que supedita la suya, siempre y en todo.

Ahí está nuevamente San Pablo, para enseñarnos a manejarnos. Cuando el Señor, que lo ha buscado con ese Amor que sólo Él posee, lo tira por tierra, y le deja ciego para que comprenda que lo está siendo por donde va -cosa que pilla Saulo a la primera-, lo único que pregunta es: Señor, qué quieres que haga? Y lo hace.

De este modo, Saulo de Tarso se convierte en Pablo. Luego, será San Pablo. Tan Apóstol como Pedro, si no más: en Pablo ni hay tres negaciones con juramento, ni tiene Jesucristo que hacer horas extras: Quo vadis?

Ésto es exactamente lo que significa, porque es lo que es, “que la Fe nos posea". Es lo que todos necesitamos, de una vez por todas. Y ya es hora: se nos acaba el tiempo.

Estás -estamos- dispuesto a vivir así, poniendo los Criterios de Dios no ya por encima de los tuyos; es más: abandonando los tuyos para vivir únicamente con los Suyos? 

Los “criterios” del mundo, ni los menciono: están tan notablemente desprestigiados  -por sus frutos los conoceréis-, que no hay que perder un segundo en ellos: todo el tiempo que Dios nos da es poco    -de hecho, es nada, pero es el que tenemos- para amarLe.

El tiempo de Pascua es el tiempo de la Fe confirmada visiblemente. De ahí que San Pablo nos escribirá con absoluta convicción: Nosotros sabemos de Quién nos hemos fiado…! No nos hemos fiado de un hombre… Nos hemos fiado de Dios.

¿Alguna duda al respecto?

El que las tenga es porque quiere tenerlas. Y, ya puestos: hay que acabar con la ficticia “seriedad y honradez” del que prefiere “dudar” a poseer la Verdad. Hay que rechazar, rotundamente y con determinación, la más que dudosa “libertad” del ateo: ¡mentira! El “ateo voluntario” es un don nadie que prefiere no saber quién es su Padre. Y en lo mismo se instala el “agnóstico", o asimilado. Y el “católico no practicante", además de ser el Manifiesto de un trágico fracaso personal en relación con Dios y su Iglesia, es un auténtico Descamino.

Por contra, la Fe siempre es Seguridad, porque es Posesión de la Verdad. Como reza el Salmo por boca de David: Lámpara es tu Palabra para mis pasos; luz en mi sendero.

Por cierto y ya puestos: en la Iglesia, hay que acabar con el “buenismo” -que no pasa de “malismo ramplón y mercenario"-, de dar vitola de “seriedad” a lo que no es más que un mero empecinarse en el error, ya sea Doctrinal, Teológico, Eclesial, Moral, Pastoral…, o lo que se le antoje al más tonto, con capelo o sin él.

Y salir a la carrera de los “corporativismos” que han matado la seriedad y la gravedad del Episcopado en países enteros. España es un “buen” ejemplo: “al revés te lo digo para que me entiendas".

PS. Perdonad, pero he tenido cerrados los comentarios; sin darme cuenta. Lo siento. Ya están abiertos.

13 comentarios

  
José Luis Aberasturi
Están abiertos los comentarios. Bueno, eso creo.
Comprobado.
08/06/25 11:18 PM
  
Jorge Cantu
Un denso artículo con rasgos proféticos.

"Y, en la Iglesia, hay que acabar con el “buenismo"..."

Pareciera que la tónica en la Iglesia (desde el Concilio Vaticano II, y sin que este invitara a ello en modo alguno) ha sido la condescendencia blandengue y bobalicona con el mundo. Adiós a la firmeza, el celo, la severidad y la vigilancia en la Fe y la Moral, la claridad doctrinal y pastoral ante las propuestas ideológicas del feminismo, el abortismo y el anticoncepcionismo, el divorcismo y la mentalidad pansexualista, los errores teológicos del protestantismo, del paganismo, del judaísmo y del islam. Todo es bonachonería e irenismo con los que se oponen al mensaje de Cristo. El mensaje de Salvación por el cual el Hijo Eterno dio su vida, se ha vuelto, en manos de muchos, documento fácilmente negociable con aquellos que lo repudian. ¿Cómo podemos entregar al Señor a sus enemigos con una sonrisa en la cara? ¡Apostasía!
09/06/25 12:19 AM
  
Antonio
Desde el inicio de su existencia, cada hombre, después del pecado original, tiene asegurado el infierno.
No es necesario hacer nada, es "por default", el infierno está abierto para todos. Ancho y "de bajada" es el camino de la perdición y grande es el número de los que se pierden.
La salvación es obra de Dios, para quien quiera y se esfuerce lo suficiente. La puerta estrecha que se cruza con dificultad. Luchando y perseverando, con múltiples dificultades y peligros. Quien no quiera salvarse y haga todo lo necesario para no perderse no se salvará.
Es necesario estar bautizado (dogma de fe) y creer a Cristo y a su Iglesia, "fuera de la cuál no hay salvación" (otro dogma de fe).
Para salvarnos debemos cumplir los mandamientos. Cumplir los mandamientos es imposible sin la Gracia de Dios. No hay Gracia sin los Sacramentos. No hay Sacramentos sin la Iglesia.
La sangre de Cristo es suficiente para salvar a todos, pero no todos, solo "muchos" se salvan. Los que no tienen interés en salvarse no se salvarán. Tengamos el deseo, esforcémonos y hagamos todo lo que podamos para que, con la Gracia de Dios, podamos salvarnos.




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El infierno se escoge; como el Cielo. La libertad que nos caracteriza y define es, exactamente y en último término, para ésto.
09/06/25 10:00 AM
  
JSP
1. Padre José Luis, hay dos formas de protestantizar a la Iglesia Católica: una por defecto del Modernismo ad intra, compendio de todas las herejías vistas hasta la fecha permitidas desde el CV II, discurso apertura de San Juan XXIII, en ese espíritu del Concilio, de mezclar liebres y gatos por liebres en la "unidad" de la Iglesia; la otra por omisión de la razón humana.
2. Pues, el "católico a lo Biden" es un gato al que nadie le pone el cascabel en la "iglesia conciliar", ahora reconfigurada eclesiológicamente en "iglesia sinodal", donde todos, todos, todos "creen", pero muchos desde un credo a la carta de sola fidei sin razón.
3. Lo católico es Fe y Razón. La Fe no nos puede poseer sin la Razón, porque no tendríamos Esperanza cierta y obra en la Caridad. Con Saulo de Tarso la Fe le vino toda de una vez, pero por la Razón fue poseído de la Verdad. Esto no lo podemos olvidar: la Fe católica exige prueba humana (Razón), porque Dios nos ha creado animal racional. Y lo propio de la racionalidad humana es buscar Verdad, Bien y Belleza. Saulo quedó ciego durante tres días. Bernabé recibe revelación de Dios de ir a sanar a Saulo, no en el sentido de una sanación física, sino en la sanación espiritual y la recepción del Espíritu Santo. Y Ananías, un discípulo en Damasco, recibe la instrucción divina de ir a Saulo y poner las manos sobre él, para que recobre la vista, sanación física, y sea llenado del Espíritu Santo. Hemos olvidado que el Orden Sacerdotal sana enfermos en la imposición de manos, milagro, razón del poder de Dios que da prueba humana a la Fe.
4. San Pedro lo dice muy claro: tenemos que dar razones de nuestra esperanza, pues nadie puede creer en algo sin pruebas. Si un niño con 3 años, bautizado de bebé, Fe católica no protestante anabautista u otra, me pregunta por qué es Palabra de Dios "El que crea se salvará; el que no crea se condenará.", no podemos contestarle porque si. Le tenemos que dar razón suficiente para que lo entienta. Y esto se ha perdido en +90% del clero católico: no sabe responder. Y como San Pablo: si nadie predica la Fe católica no puede entrar por el oído.
09/06/25 10:14 AM
  
maru
Muy claro Padre, muy claro. Siempre dije que eso de "creo en Dios pero no soy practicante", era una tomadura de pelo. También hace tiempo que pienso que hay jerarquía que quiere cargarse a la Iglesia; " por sus hechos os conocerán" y está súper claro.
Agradecida, como católica, por sus claros y concisos artículos.
09/06/25 10:52 AM
  
María
Padreee!!!!!
Impresionante retrato sobre la relación del hombre con Dios en todas sus variantes. Y acertadísimas y novedosas pautas para poner de una vez por todas a Dios a la cabeza.
Gracias Padre Jose Luis Aberasturi
09/06/25 12:22 PM
  
Vladimir
Gracias a la Encarnación del Verbo, nacemos en condición de hombres salvados. Dios nos amó primero, cuando todavía éramos pecadores, sin mérito alguno de nuestra parte.
La salvación es Gracia, ya está dada, no se obtiene por nuestro esfuerzo (por él nunca la podríamos alcanzar); a nosotros solo nos toca aceptarla y dejar que esa Gracia (El Espíritu Santo en nosotros) nos vaya transformando e insertando en el Hijo y, en El, ser objeto de las eternas complacencias del Padre.




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Nacemos en Pecado. "Original", se llama muy certeramente. Sólo el Bautismo nos cambia de arriba a abajo: nos hace hijos de Dios, y nos abre las puertas del cielo.
La Salvación es Gracia; pero ese "NO se obtiene con nuestro esfuerzo", hay que matizarlo; como lo formula san Agustín, por ej.: "Dios que te creó sin tí, no te salvará sin tí". Luego: nuestro esfuerzo es absolutamente necesario para salvarnos.
Hay que tener cuidado con las palabras; máxime cuando se trata de las cosas de Dios hacia nosotros, sus hijos, por el Bautismo.
09/06/25 8:36 PM
  
Frailevi
Gracias por su contundente escrito.

Creo que muchos cristianos no tienen en cuenta, no tenemos, que ser cristiano es una manera de ser y se es siempre y en todas circunstancias

Es cumplir una doctrina confirmada y completada por Jesucristo y es hacerlo con la confianza del niño que se sabe querido por Dios Padre, por el Papaito o Papito.

Para mi no es fácil, me cuesta dejar con confianza que Él lleve el volante, parece como que prefiero viajar de conductor mejor que de copiloto. Eso sí, que Él me repare el coche, me suministre la gasolina y me cuide la carretera.

Siento que debo seguir su camino dentro de la Iglesia, fraternalmente con otros que piensan diferente, basados en lo mismo que yo, que tienen sus preocupaciones y problemas, a los que debo escuchar, ayudar y amar, respetando su ritmo. En todo caso animando y no condenando.

Ayer comentaba con un amigo, del que admiro su Fe. Yo decía que La Comunidad Europea y el NOM es muy perjudicial para Europa y para su moral. El me decía que sin ella, Europa estaría mucho peor.

Coincidimos en el obgetivo, pero disentimos en cómo llegar a Él. Y quienes son los enemigos.

No fue fácil desde el principio la unidad en la Iglesia y ahora también es difícil.

Creo que es fundamental mantener en las diferencias el amor fraternal y la moderación en las expresiones.

Cierto que en contra de esta opinión se pueden hacer valer expresiones muy duras de Jesucristo pero debemos considerar que nosotros no tenemos Su autirudad y somos limitados en la inteligencia y en la capacidad de interpretar y conjugar Sus duras condenas con su inmensa compasión.

Me es más fácil decirlo que practicarlo




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Es normal que te pase eso. "Hablar", cuesta muy poco; "hacer", está en otro orden de cosas. Y tanto para hablar como para hacer, nuestro Modelo, nuestro único Modelo es Cristo.
Escandalizarnos de sus Dichos -es que son muy fuertes para la sensibilidad actual-, y no digamos de sus Hechos, que son aún más fuertes, está al orden del día.
Pero, por esa deriva, los católicos volvemos a Crucificar a Jesucristo. Amén.
"Matizar" a Jesucristo NO entra dentro de nuestras competencias. Y si alguno se enfada es SU problema: de nadie más. Mucho menos del que se apoya en Cristo y NO en opiniones personales, por muy buenistas y caritativas que parezcan. Pero que NO lo son. Radicalmente.
09/06/25 9:37 PM
  
FSolano
Deus caritas est. His qui diligunt Deum ominia cooperantur in bonum. Ut impleamini in omnem plenitudimem Dei. Viriliter age.



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Puede que tengas alguna errata...
10/06/25 1:33 AM
  
Agustin
Gran artículo.Una vez más su diagnóstico y análisis acertadisimo .Necesitamos sacerdotes como usted.Cada vez hay menos .Leer a los verdaderos sacerdotes católicos es un gran consuelo para los laicos católicos.Le agradezco sus escritos y su presencia en lo público porque sobretodo con la Gracia de nuestro Señor y también con sacerdotes como usted nos ayudan a seguir en pie .Gracias.



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Sí, gracias a Dios. Todo es Obra suya. Reza x mí.
10/06/25 10:55 AM
  
Vicente
Cada persona puede elegir cómo quiere vivir.
El Señor nos invita a vivir santamente.




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NO es que "puede", es que "debe": viene "obligado" por su condición, ya como "criatura"; muchísimo más por "hijo", una vez bautizado.
11/06/25 12:04 AM
  
LJ
Por supuesto que al Demonio sólo le molesta una religión, la católica de siempre. El resto de «religiones» son financiadas y aupadas por el Maligno.
13/06/25 12:32 PM
  
Vladimir
No hay Gracia sin los Sacramentos, dice un comentario anterior.
Sin embargo, en el punto 16 de la Constitución Dogmática Lumen Gentium, leemos que, Dios ayuda con su gracia, aún a quienes INCULPABLEMENTE, desconocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia:
"... los que inculpablemente desconocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, y buscan con sinceridad a Dios, y se esfuerzan bajo el influjo de la gracia en cumplir con las obras de su voluntad, conocida por el dictamen de la conciencia, pueden conseguir la salvación eterna. La divina Providencia no niega los auxilios necesarios para la salvación a los que sin culpa por su parte no llegaron todavía a un claro conocimiento de Dios y, sin embargo, se esfuerzan, ayudados por la gracia divina, en conseguir una vida recta".




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Ellos, los que redactaron ésto, sabrán de dónde lo han sacado: de la Palabra de Dios, no parece.
14/06/25 1:24 AM

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