29.04.08

Un Prozac llamado Sexo (1)

Advertencia: el lenguaje explícito, aunque respetuoso, de la presente entrada puede parecer inapropiado o desagradable a algunos lectores. En principio no se recomienda este texto a menores de edad.

La separación entre las funciones procreativa y unitiva de la sexualidad humana sólo puede tener un desenlace: que el sexo es un entretenimiento. La idea no es nueva en la Humanidad. Era bien popular ya en Corinto, en el siglo I. Lo que sí es nuevo es el estudio de los factores neurológicos y bioquímicos que van ligados al ejercicio de la sexualidad. Las dopaminas y oxitocina que se liberan con cierta abundancia en la actividad sexual han dado soporte a la idea de que la práctica regular de la sexualidad es un derecho humano universal y a la vez, una de las actividades más saludables y con mayor capacidad de levantar el ánimo.

La relación entre actividad genital y tono anímico agrupa al sexo con las bebidas embriagantes, los antidepresivos, e incluso con aquellas sustancias alucinógenas que nuestra sociedad occidental trata insistentemente de despenalizar, empezando por la mariguana. Especialmente la franja de población de los jóvenes, pero también un número creciente de adultos, combinan de modos diversos estas fuentes de “estímulo,” de modo que empiezan a borrarse las fronteras entre una fiesta con licor y una sesión de drogas “duras": junto al whisky, un poco de cocaína; junto al LSD, una noche de orgía dotada de experimentos sexuales varios.

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28.04.08

Yo quisiera conocer algún agnóstico

Es palabra de moda. Es la frase de todos. Si te atreves a hablar de religión en público, algunos menean la cabeza; otros lo dicen abiertamente: “Soy agnóstico.” La verdad es que yo quisiera conocer a algún agnóstico. No que lo dijera sino que lo fuera. En 43 años de vida–en todos inmerso en la sociedad Occidental–y cinco de ellos en Europa, no he encontrado un agnóstico que de veras lo sea. Me pregunto cómo serán los agnósticos o qué sentirá mi alma cuando encuentre uno.

Ya sé lo que me van a decir: “Sal a la calle, detente en el mercado, entra al aula del cole o de la universidad… ¡no hay sino agnósticos por todas partes!” “No tan rápido,” replico yo.

Pido una cosa. Antes de que me sigan presentando agnósticos por docenas o por miles, pido que imaginemos qué puede ser un agnóstico. No porque alguien lleve el rótulo de católico lo es, ¿no es verdad? Pues apliquemos el mismo principio a todo lo que tenga que ver con credos y creencias o incrédulos. Imaginemos esa especie extraña, singular, de ser humano: alguien de quien hemos de creer que genuinamente no sabe no halla la respuesta a preguntas como si existe un Dios personal. Supongamos que se trata de una joven periodista. Es hermosa, tiene talento, salud, buenos amigos, un salario más que decente, se ha mudado a un piso en un sector de moda. Y aunque se diga agnóstica, “bauticémosla” por ejemplo Juliana.

¿Cómo debería obrar esa persona? ¿Cómo sería lógico que lo hiciera? Una comparación ayuda. Supongamos que a Juliana le gusta comprar tanto en la Supertienda A como en la Supertienda B y que no termina de aclararse si una es mejor que otra. ¿Sería lógico que, como no tiene claridad, fuera solamente a una de las dos? Si su amiga Estela la ve ir a comprar sólo a la Supertienda B, ¿diría que Juliana está “insegura” sobre cuál tienda escoger? ¿Diría que Juliana es “agnóstica” en cuanto a sus tiendas de compra? ¿Se entiende lo que queremos decir?

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27.04.08

Un Curso sobre la Eucaristía

Comparto aquí un Curso sobre el Sacramento de la Eucaristía que fue ofrecido a los frailes estudiantes dominicos en Abril de 2008. Consta de 10 grabaciones, incluyendo un apéndice. Cada archivo en MP3 contiene dos temas en un tiempo de 60 a 75 minutos. Se permite expresamente la reproducción privada o pública citando la fuente. Los enlaces a los archivos de audio son los de cada título. ¡Sea para gloria de Dios y mayor amor al Sacramento Admirable!

Sección 1 de 4: Propedéutica Eucarística.

El Sacramento de la Eucaristía (1)

Los temas 1 y 2 muestran las dificultades que el Gnosticismo y el Esencialismo traen para la recta comprensión y vivencia del Sacramento por excelencia.

El Sacramento de la Eucaristía (2)

Los temas 3 y 4 muestran las dificultades que el Subjetivismo - Relativismo y el Cientificismo - Modernismo traen para la recta comprensión y vivencia del Sacramento por excelencia.

Sección 2 de 4: Fuentes del Sacramento en la Sagrada Escritura.

El Sacramento de la Eucaristía (3)

Los temas 5 y 6 abordan la Liberación y la Alianza como claves de comprensión de la Cena Pascual según el Éxodo. Al principio se ofrece una introducción sobre los sentidos literal y espiritual de la Biblia.

El Sacramento de la Eucaristía (4)

Los temas 7 y 8 exponen el lugar de la Eucaristía en el conjunto del Nuevo Testamento, es decir, su conexión con la Hora de Jesús, con la Alianza - Pascua, con el binomio Ley - Gracia, y con la superación del culto del templo, es decir, una mirada a Cristo, Sumo Sacerdote.

Sección 3 de 4: Elaboración Teológica.

El Sacramento de la Eucaristía (5)

Los temas 9 y 10 presentan testimonios significativos del lugar y modo de celebración de la Eucaristía en la Antigüedad cristiana, desde la Didajé hasta San Ambrosio de Milán. Se hace especial énfasis en el contraste entre la conciencia cristiana de la realidad de la carne de Cristo, por un lado, y la multitud de corrientes gnósticas, por el otro. La Eucaristía se convierte en criterio de pertenencia y punta de lanza en la lucha por preservar la verdadera fe.

El Sacramento de la Eucaristía (6)

Los temas 11 y 12 presentan en breve esquema la teología eucarística de San Agustín y luego la de Santo Tomás de Aquino. El diferente énfasis que cada uno de ellos hace sirve de indicación sobre el camino recorrido en la elaboración sistemática de este tratado y también de pista sobre algunas de las exageraciones que todavía hoy nos afectan.

Sección 4 de 4: Aspectos Litúrgicos y Pastorales.

El Sacramento de la Eucaristía (7)

Los temas 13 y 14 presentan criterios generales para una praxis y, más aún, vida eucarística de los sacerdotes, y luego algunos elementos del necesario balance entre términos que pueden parecer opuestos pero que en realidad están llamados a complementarse como cena fraterna - sacrificio o devoción personal - compromiso social.

APÉNDICE: Congreso Eucarístico

El Sacramento de la Eucaristía (8)

Primera de tres predicaciones: Haced esto en memoria mía.

El Sacramento de la Eucaristía (9)

Segunda de tres predicaciones: María, Mujer Eucarística.

El Sacramento de la Eucaristía (10)

Tercera de tres predicaciones: Eucaristía, Misterio de Luz.

Fr. Nelson Medina, O.P.

25.04.08

El escabroso Padre Llano

Alfonso Llano Escobar es un jesuita colombiano, algo más que octogenario, especialista en bioética, escritor asiduo del periódico EL TIEMPO de circulación nacional. Teniendo tan alta tribuna, el ilustre sacerdote ha decidido exponer sus opiniones no tanto sobre bioética, de la que poco escribe, sino sobre teología, pastoral o más o menos lo que quiera. Uno de sus últimos escritos lleva un título rotundo, que tiene carácter de testamento: Confesión de Fe en Jesucristo. En su columna, el controvertido jesuita reafirma su postura en temas de los que ya se le ha oído hablar en numerosas ocasiones, incluso en el mismo periódico. También esto apunta a la idea de un sumario de su “credo,” el credo con el que, al parecer, se dispone a vivir su último trecho sobre esta tierra. De hecho, esa columna en particular quiere promover un libro, no de bioética sino de fe católica en general, o sea, de lo que Llano estima que es una fe “crítica.” Su libro de hecho se llama Confesión de fe crítica.

La distinción clave para él es entre la fe de carbonero y la fe crítica, que marcan las dos partes de su obra. Según él, la primera “no presenta ningún problema,” mientras que la segunda aborda temas “candentes.” Tan candentes como la resurrección de Cristo y la virginidad física perpetua de María, la Madre del Señor. Para entrar en aguas que tiene razón para presentir turbulentas, el autor aclara casi de entrada:

La obra fue revisada por dos teólogos, profesores de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana, quienes, después de detenido análisis del texto y charlas con el autor, garantizan que no contiene errores en la fe y que todo lo que allí se dice es defendible hoy día en la Iglesia Católica y puede ayudar a todo católico, abierto al cambio, a crecer en el conocimiento y amor de Jesucristo, y a continuar firme y estable en la Iglesia Católica. El superior religioso le dio su aprobación.

Con mucho, esa es la parte que me resulta más dolorosa. Pero no entremos en mis dolores. No tan pronto.

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24.04.08

Así Funciona el Mundo

Las 40 Mentiras y Medias Verdades más frecuentes de nuestro Tiempo

A. La Verdad y la Libertad

1. Entendemos por “normal” aquello que hace, piensa o dice la mayoría. Entendemos por “anormal” –o por lo menos “sospechoso"– aquello que contradice nuestro modo de vida o pretende criticar a fondo los principios que siguen.

2. La verdad como tal no existe, pero hay dos aproximaciones útiles: la explicación de los expertos, dentro de su propio campo, y el consenso entre los que representan intereses de grupos o colectividades.

3. Una verdad olvidada, callada, inútil o perjudicial ya no es verdad.

4. Una mentira, si se repite el número suficiente de veces, se vuelve una verdad.

5. Prudencia es lo mismo que astucia; por lo mismo, la verdad es en general imprudente.

6. Felicidad significa triunfo, ganancia, poder, disfrute, o una combinación de ellas.

7. Cada persona sabe lo que es mejor para sí misma. Si no lo sabe, peor para ella.

8. No interesa a la sociedad lo que acontece en la vida privada de sus miembros. Aunque también se pueden abrir mercados vendiendo privacidad.

9. Interferir en la decisión que alguien toma sobre sí mismo es irrespetar su libertad. Así que no es necesario salvar a nadie de sí mismo.

10. Una vez que una persona es adulta, nadie debe impedir sus palabras o sus actos, a menos que sea en nombre de los derechos de otros interesados. Si es preciso frenar a alguien, hay que buscar una ley que venga al caso, o alguien de fiar que haga el trabajo sucio, en palabras o en obras.

11. Arrepentirse es volverse débil; lo que hay que hacer, en último y extremo caso, es “reinventarse".

12. La fidelidad o la lealtad, cuando no coinciden con la propia conveniencia, son sencillamente esclavitud y estupidez.

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