¿Y por qué la elección del Papa no es democrática?

Como millones de personas, he seguido los acontecimientos del Vaticano estos últimos días. Puede ser por mi formación como ingeniero pero la sensación que me deja tanto vestido sofisticado y tanto ceremonial es que las cosas en la Iglesia podría y deberían simplificarse mucho. De pronto llegó a mi cabeza esta pregunta: Si hay entre mil cien y mil doscientos millones de católicos en el mundo, cada uno de esos cardenales representa a cerca de diez millones de personas. ¡Diez millones! Eso es mucha gente. Y la pregunta es si la gente se siente representada por ellos. ¿De verdad hay diez millones que digan: “Ese es mi cardenal; él me representa,” y que lo digan para cada uno de los 115 cardenales? Por otro lado, y dado que ya contamos con tecnología muy avanzada para votaciones, ¿por qué no proceder a un sistema de votaciones directas? Entiendo que ya hay teólogos de avanzada que se han atrevido a proponerlo, primero para las diócesis y luego podría ser para el Papa mismo. ¿Por qué la Iglesia siempre tiene que dejar esa impresión de ser la rezagada, la que no termina de salir de la Edad Media, la que se aferra a antiguos rituales y privilegios? Me disculpa, fray nelson, que sea así abierto y sincero pero es que a veces creo que estas cosas deberían discutirse abiertamente, sin tanto secreto pontificio. - Javier K.

* * *

La manera como se ha dado la historia de nuestros pueblos en Occidente nos hace pensar que la democracia es el mejor de los modos de gobernar o quizás el menos malo. Debe observarse, de entrada, que la democracia es un hecho social reciente, del cual deberíamos hablar más como un experimento en curso que como una realidad consolidada. Al hablar así no presumo que otras formas de gobierno civil, por ejemplo, la monarquía, sean preferibles necesariamente. Sólo quiero que entremos en la discusión con los ojos abiertos.

VotaciónPrecisamente por ser tan reciente, la democracia, globalmente hablando, presenta ya enfermedades de las que no sabemos si hay cura. Conviene mencionar sobre todo cinco.

1. La tiranía de la mayoría. Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores del sistema democrático norteamericano, decía: “La democracia no es más que el gobierno de las masas, donde un 51% de la gente puede lanzar por la borda los derechos del otro 49%” Ej hecho de que se admita que las reglas del juego permiten la extinción de esos derechos no quita el hecho de que han sido desconocidos. Opiniones semejantes vienen de voces tan poco sospechosas para los entusiastas de la democracia como John Stuart Mill, en su obra “Sobre la Libertad,” y Alexis de Tocqueville, en su “Democracia en América.” Lo que es evidente, sobre todo en el caso de Mill, es la clara desconfianza frente al sistema de sufragio universal, por considerarlo el más susceptible a caer en la tiranía de la mayoría.

2. La estafa de la demagogia y la publicidad. Muchos han observado que la inteligencia no es una cualidad que se sume cuando se suman personas. De un modo muy real hay que decir que una persona individualmente considerada suele ser más razonable que una multitud. Un pensador lejano a la fe católica, como fue Sigmund Freud, abrió todo un campo de investigación con su obra “Psicología de las Masas.” Cuando el ser humano se ve obligado a interactuar como miembro de un grupo muy grande (una “masa"), en el que es imposible conocer a fondo el pensamiento de los demás o ponderar las implicaciones de una decisión, los factores que determinan el curso de acción dejan de ser propiamente racionales y pasan a la conveniencia inmediata (¡sálvese quien pueda!), la emoción, el instinto, o la manipulación. Nadie debería olvidar que Adolf Hitler fue elegido democráticamente por masas que le idolatraban.

3. La ingeniería social. A medida que se estudia y se comprende cómo obramos, inevitablemente, los seres humanos cuando actuamos en masa, también se comprende cómo se pueden manipular las emociones y pasiones, o también: cómo “pastorear” a la gente para lograr que acepte lo que antes rechazaba. Así se ha hecho con el aborto, la eutanasia o la aprobación complaciente de las relaciones homosexuales. En otro lugar he llamado ese pastoreo perverso la Escalera de la Muerte: (1) Justificar una solución falsa apelando a casos extremos; (2) Luego actuar sobre la base de la conciencia pública anestesiada, para aplicar la misma solución perversa a un mayor número de casos; (3) Proclamar como un “derecho” que se recurra a esa solución infame; (4) Usar dinero público y medios estatales para imponer ese mal llamado “derecho,” del cual hay que sentirse “orgulloso;” (5) Castigar a los disidentes, primero por vía de ridículo y calumnia, y después por persecución abierta, tortura y cárcel.

4. La igualdad del valor del voto. Lo que puede parecer como una fortaleza puede ser también una gran debilidad de la democracia. El voto del rico vale tanto como el voto del pobre. Eso debería evitar, por ejemplo, que una minoría de ricos impusieran su conveniencia sobre una mayoría de pobres, y eso, en principio, parece sano. Pero el mismo principio hace que el voto de una persona que conoce bien la realidad de su país valga exactamente lo mismo que el voto de quien no sabe nada, o no le interesa. O también: el voto del que piensa en el bien común vale lo mismo que el voto del que sólo mira por sus intereses inmediatos, y que por tanto estará dispuesto a vender ese voto por algo tan nimio como un mercado o un poco de licor. Todo ello abre la puerta a la manipulación populista: en un país donde haya muchos pobres resultará muy popular regalar cosas o servicios, incluso si eso fomenta una mentalidad perezosa, mediocre o dependiente. De una manera pragmática, el gobierno puede optar por mirar sus regalos a la clase pobre como un medio de asegurar un caudal de votos que le perpetúa en el poder. Con el mismo pragmatismo, un gobernante puede hacer sus cuentas de cuánto le cuesta, en dinero o fuerzas, convencer a una persona informada y dueña de su conciencia, frente al valor mucho menor que se requiere para lograr un voto del mismo valor apelando a otros sectores de la sociedad.

5. El liderazgo invertido. Se supone que liderar es ir adelante pero la democracia no sólo posibilita sino que hasta cierto punto empuja en la dirección inversa, es decir, invita al líder no a que vaya adelante sino a que vaya detrás del pueblo, preguntándole que quiere para entonces ofrecérselo. Cuando el político carece de principios que le constriñan, y ha aprendido bien la lección, utilizará los sondeos de opinión y otras herramientas de información sobre la sociedad para construir su propuesta electoral simplemente devolviendo a la gente, como en un espejo, lo que ellos quieren. Si la gente quiere más libertinaje, se le da más libertinaje, probablemente disfrazándolo con lemas sonoros que resulten aceptables a sus oídos. La abundancia de la votación servirá para cubrir cualquier incoherencia y silenciar cualquier gemido de una conciencia moral extinta o moribunda.

Obsérvese que estos peligros y enfermedades de la democracia ya están entre nosotros, y forman parte del descontento creciente de mucha gente, especialmente de los jóvenes, hacia los medios de participación política que se les ofrecen. Obsérvese también que estas mismas enfermedades están ya en todas partes y no hay remedios sencillos ni rápidos para ellas, sobre todo por el hecho de que cualquier intervención en el sistema requiere la aprobación del mismo sistema–algo como lo que sucedía cuando la gente estaba fastidiada de monarquía pero para pasar a un sistema puramente parlamentario necesitaba la aprobación del rey y del príncipe heredero.

Pero aún suponiendo que todas estas enfermedades pudieran sanarse, hay una razón de fondo por la que la democracia no es viable como camino de gobierno en la Iglesia. La democracia, como lo indica su etimología, parte de la base de que el primer constituyente, como se dice en Derecho, y el primer sujeto en quien reside el poder es el pueblo. Lo que hace la democracia es diseñar un modo de transferir ese poder a unos individuos a través de mecanismos como son las elecciones. El punto de partida en la Iglesia es radicalmente otro. La multitud de creyentes no tiene un “poder” sino que participa de una realidad inicial que se llama “pecado,” y luego de otra realidad que se llama “escucha del kerigma,” y luego participa de la conversión, la fe, la esperanza y la caridad. Todos estos bienes no son “naturales” al ser humano; no son “derechos” sino “dones,” y por consiguiente no pueden ser vistos como fundamento de un derecho o de una obligación de participación en las decisiones de la Iglesia.

Más aún: puesto que los dones del reconocimiento del pecado, la conversión, la fe y la comunión vienen simultáneamente por la acción interior del Espíritu y por la obra exterior de la evangelización, que tiene su antecedente propio en la predicación de los apóstoles, uno ve que la Iglesia, en el acto mismo de ser constituida ya es jerárquica. No preexiste un grupo de personas que tengan que buscar o definir, a su gusto o criterio, cómo han de gobernarse: el grupo es constituido por la gracia que viene del Señor, por su Espíritu, y por la palabra que viene de los apóstoles y de sus sucesores. El cristiano existe como cristiano únicamente en cuanto existe en comunión con esa gracia y esa palabra. En el sentido más estricto de la palabra, lo que suele llamarse “poder” en la Iglesia está esencialmente unido a la gracia y la vida de los sacramentos, y a la fidelidad en la predicación del mensaje que viene desde los apóstoles.

VotaciónSobre esta base se empieza a entender la larga historia que ha conducido a la Iglesia, poco a poco, a un modo peculiar de elegir al Obispo de Roma, que tiene jurisdicción universal en la Iglesia y que sobre todo tiene el encargo de confirmar en la fe a los hermanos. El proceso de elección es como un balance que incluye la deliberación, la escucha, la oración, la responsabilidad ante Dios y ante la Iglesia. Es un camino que reconoce el hecho de que el Papa es Obispo de una ciudad particular, la Urbe, Roma, pero que a la vez tiene un ministerio universal. Hay votación secreta, como en una democracia pero los electores mismos no han sido elegidos por el pueblo sino “creados” cardenales por otro Papa anterior, como un modo de continuidad abierto también a una dosis de novedad.

En síntesis: no hay un verdadero paralelo entre el proceso de elección del Papa y alguna otra instancia civil o religiosa. Se trata de un procedimiento único, que corresponde a una realidad también única. El ser de la Iglesia no es democrático sino sacramental. Por lo demás, la democracia como tal padece serias enfermedades para las cuales no hay remedio conocido en este momento. En cuanto bautizados, nuestra participación es mucho menos en la dimensión de lo que se suele llamar el poder, y mucho más en el orden de la caridad y la oración.

23 comentarios

  
Maria-Ar
Gracias Fray Nelson!
Hay que insistir con esta explicación, por aquellos hermanos que no entienden el "sistema" de la Santa Madre Iglesia.
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12/03/13 2:06 PM
  
Enrique G. B. A.
Repito parte, de lo que hace años, expresé en otro foro:

Anterior al Estado Vaticano, anterior al actual concepto de Democracia Política, la Iglesia instauró un sistema por el cual el Papa, elige como cooperadores a los Cardenales, y éstos luego de su fallecimiento o dimisión, en Cónclave si democrático eligen al futuro Papa. Este sistema ha demostrado su bondad, en particular cuando liberada la Iglesia de lastres de presiones e influencias externas, ha elegido desde el siglo XIX, Papas de singular autoridad y competencia, varios de los cuales han llegado a la gloria de los altares.

Si por los frutos se conoce el árbol, este sistema ha dado magníficos Papas.

Lo que no obsta a que no pueda perfeccionarse, mirando a su finalidad (elegir al mejor Papa) no tanto al ejercicio de un medio (el Pueblo de Dios actuando democráticamente) cuya bondad puede quedar en las meras buenas intenciones.

Para elegir un Papa se necesita en lo sobrenatural la asistencia del Espíritu Santo, en lo natural el conocimiento personal de las aptitudes del candidato. Hoy, y desde hace muchos siglos, en la medida que la Iglesia se fue extendiendo, este conocimiento personal lo tienen en su grado más alto, los cardenales, luego los obispos integrantes de los Dicasterios, los obispos en general, y los superiores de congregaciones de religiosos y de religiosas, los sacerdotes, religiosos y religiosas, los laicos y laicas integrantes o consultores de organismos, por último los laicos y laicas en general. La gravedad de la cuestión, es que a medida que se amplía la cantidad disminuye la calidad de discernimiento para evaluar al futuro Papa.

Si con el tiempo el límite sigue en el Cónclave de sólo Cardenales, o hasta donde se amplía no lo sabemos. En esto no hay dogma. No me quita el sueño, si me lo quitaría abandonar un sistema de frutos buenos y santos, por otro de frutos inciertos.

12/03/13 2:12 PM
  
Rafa Torres
Muchas gracias por el excelente post.
En particular, la enumeración de las enfermedades de la democracia casi me ha dejado sin respiración.
12/03/13 2:49 PM
  
gringo
Porque la Iglesia no se fía...

Nota de Fray Nelson: G., tu comentario abunda en acusaciones gratuitas, y ha sido editado como ves. Tendrás que sustentar tus acusaciones bastante bien para que sean publicadas.

Y en cuanto a redacción también: omite las alusiones personales innecesarias para el tema. Gracias por participar. Sigue intentando.
12/03/13 3:13 PM
  
Tomás Bertrán
¿Se dice que la democracia debe buscar el bien común?...Al Único (con "U" mayúscula) que conozco y que sé que busca el bien común de TODOS Y LO DA, es el Espíritu Santo.
O sea, que nos dejen de monsergas a los católicos, que nosotros sabemos de Quién (con "Q" mayúscula) nos hemos fiado y que nunca nos fallará.
"Ven Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles,
Y enciende en ellos el fuego de tu Amor....".

Nota de Fray Nelson: Así como no se puede presumir que un sistema democrático acierte en todo, tampoco se puede afirmar que no pueda ser instrumento del Espíritu Santo, al que con razón afirmas como fuente de todo bien.
12/03/13 4:14 PM
Sorprendentemente lúcido artículo. Hasta he sentido que en algunos comentarios ha retratado la triste realidad de mi país Venezuela en la forma en como se ha manipulado la democracia para sostener una dictadura demagógica.
12/03/13 4:14 PM
  
Anonio
Hombre, calificar de experimento social novedoso a un sistema político que con diversas variantes tiene más de 2500 años de historia, es un poco frívolo ¿no le parece?. Decir que la democracia no está consolidada como sistema no resiste un mínimo análisis.Baste con analizar los datos de la evolución de la democracia en el mundo.Otra cosa es que los demócratas aboguemos por mejorar considerablemente los sistemas democráticos, pero para hacerla más democrática, no al revés. En los países de tradición católica el sistema democrático es la regla prácticamente unánime. ¿Usted muy demócrata no es, no?

Nota de Fray Nelson: Es muy bueno que tú mismo hables de la que tú consideras "historia" y la que tú llamas "evolución" de la democracia. Si observas bien, yo no he hablado de toda posible democracia, pues ello nos remontaría a tiempos tribales en que algunos cazadores querían seguir avanzando en el bosque, y otro preferían volver a la caverna, y al final se impuso la mayoría de los que querían la caverna. El contexto muestra que estoy hablando de la democracia reciente, la que difícilmente tiene más de un siglo en muchos países, la que incluye voto secreto, determinado, universal, constitucional, en régimen parlamentario, con división de poderes, términos fijos, entidades fiscalizadoras internas y, muy a menudo, seguimiento internacional. Esa lista de características es la que la gente tiene en mente HOY cuando se pregunta HOY por qué la Iglesia no sigue un procedimiento democrático, a la manera que, por nombrar a alguien, Hans Küng lo afirma.

Vas soltando frases como esta: "Decir que la democracia no está consolidada como sistema no resiste un mínimo análisis." No sé a qué llamas tú "análisis." Por ejemplo, en este ensayo [en], que no es ni pretende ser religioso o católico, puedes ver a alguien seriamente preocupado, sobre bases científicas, sobre si la democracia puede o no funcionar al fin para la especie humana. Y por supuesto, quien eso dice "analiza los datos de la evolución de la democracia." Este otro autor [en], que tampoco se presenta como católico o religioso en ningún sentido, llega a una conclusión inquietante: "La democracia y el capitalismo avanzan hacia un terrible desastre [bitter breakup]."

Sí coincido contigo en que civilmente la mejor opción es buscar que la democracia funcione mejor, para lo cual es requisito criticarla bastante y vigilar a quienes detentan el poder público; en ese sentido, bien puedes considerarme demócrata, civilmente hablando.
12/03/13 4:59 PM
  
Alf_3
Un detalle inicial: el Papa NO es nuestro representante, es nuestro guía, nos dice cómo y por dónde, es nuestro jefe en la tierra. La Iglesia fundada por Jesús, ha determinado en el tiempo, la manera de seleccionar al nuevo jefe. Antes era un poco diferente, ahora es de este modo que estamos viendo.
El Papa es más bien, representante de Dios en la tierra, para llevarnos a buen término de nuestra travesía por este mundo. Su responsabilidad es decirnos los caminos correctos para llegar a ser salvos, y no democráticamente nosostros, decirle lo que quisiéramos que el haga. Debemos ser sumisos a la voluntad de Dios, a través de su representante.
La preparación espiritual, la entrega personal de cualquier cardenal, son muy superiores a las mías. Por tanto, la decisión de cada uno de ellos, estará mucho mejor inspirada que la de nosotros los fieles que no hemos dedicado nuestras vidas a servir completamente al Señor. La votación Democrática de estos señores, será la más acertada que el Espíritu Santo pueda inspirar.
Ellos están viviendo un retiro espiritual, orientado a designar al nuevo Papa. Nosotros, inmersos en el mundo, con nuestras preocupaciones diarias, no le podemos dar la concentración debida, a tal evento.
Me queda claro que este procedimiento democrático, dará mejor rsultado, que una votación universal de los católicos.
Viva el Cónclave y su resultado.
12/03/13 6:49 PM
  
Edu
La elección del papa es más como una junta de accionistas.

Nota de Fray Nelson: Lo que gratuitamente se afirma gratuitamente se niega. Para la próxima vez, hazte preguntas como esta: Mi comentario, ¿sí aporta algo?
12/03/13 6:54 PM
  
Filipo
Pues leyendo así por encima sus acertados razonamientos, yo creo que los presidentes del gobierno y demás políticos tampoco deberían ser elegidos democráticamente. Es que la democracia es una catástrofe: lo dice la razón y lo demuestra la experiencia.

Nota de Fray Nelson: Pero, Filipo, para el caso civil que te sirve de base: ¿Abandonar la democracia para adoptar qué?
12/03/13 7:17 PM
  
gringo
Un cónclave de cardenales eligió a Alejandro VI.
En los pimeros siglos del cristianismo el pueblo de Roma eligió a muchos papas hoy canonizados, porque antes los fieles y el clero diocesano podían votar a su obispo.
No es ningún disparate volvr a sistema democrático.
En contra de lo que sostienen la democracia es más antigua que el cristianismo (Atenas, s.V. a.C.), y se ha revelado como el menos malo de los sistemas.
Cualquiera de sus "enfermedades" se da en mayor grado en otros sistemas. La dictadura de la mayoría siempre es mejor que la de la minoría, el "pan y circo" lo practican las dictaduras, si el voto de cada persona no vale por igual ¿cómo se decidiría qién vota, por la raza, el sexo la renta personal, el coeficiente intelecual...?.
Pero actualmente y en contra de lo que sucedía antes en Roma exite el sufragio universal. ¿Aceptaría la Iglesia que la mujeres pudieran decidir en la elección papal.



Nota de Fray Nelson:

1. Supongo que mencionas a Alejandro VI para indicar que el sistema de cónclave de cardenales no es perfecto. Concedido.

2. En los primeros siglos elegía el clero y los fieles. Así es. Sobre ello comenta la popularísima Wikipedia: "Las dificultades derivadas de este procedimiento electivo pronto llevaron a abusos, y pasaron a ser elegidos solo por el clero. Progresivamente fue centralizándose el nombramiento, para terminar esta responsabilidad electiva en los presbíteros del cabildo catedralicio. En ciertas épocas, los gobernantes de los países (emperadores, reyes) proponían una terna (derecho de presentación) y el papa elegía entre ellos. Se trataba de una prerrogativa de los gobernantes seculares para evitar que sus diócesis fueran regidas por prelados que no asistían a su sede (los Reyes Católicos de España, entre otros, obtuvieron este privilegio, dada la ambición de los clérigos italianos por obtener los beneficios de las ricas sedes españolas). En la actualidad, los obispos son nombrados de manera directa por el papa en el caso de la Iglesia católica o el patriarca en el caso de la Iglesia ortodoxa y copta." ¿Conclusión? No siempre "más antiguo" significa "mejor" o "normativo."

3. ¿A qué "abusos" hace referencia ese artículo? Uno puede relacionarlo con lo sucedido en tiempos de Gregorio XI y Urbano VI. La razón principal que mantenía a los Obispos de Roma fuera de Roma (en Avignon) era la violencia organizada de los partidos de feligreses residentes en los Estados Pontificios. La masa de fieles actúa según la "psicología de masas" y puede ocasionar amenazas y presiones que, como en ese caso, desembocaron en cisma, pues los cardenales franceses adujeron tal agresividad de los fieles para declarar inválida la elección de Urbano VI. Por eso eligieron más tarde en Avignon a Clemente VII. Quiénes estaban detrás de esa presión es algo prácticamente imposible de establecer en nuestro tiempo, pero el efecto masa fue claro y lamentablemente eficaz en engendrar un cisma. Ya ves entonces a qué disparates tiende olvidar la experiencia y canonizar lo antiguo por antiguo. No se puede, así como tampoco se puede canonizar lo nuevo por nuevo.

4. Sobre la democracia como más antigua que el cristianismo, repito lo dicho en otro comentario: Si observas bien, yo no he hablado de toda posible democracia, pues ello nos remontaría a tiempos tribales en que algunos cazadores querían seguir avanzando en el bosque, y otro preferían volver a la caverna, y al final se impuso la mayoría de los que querían la caverna. El contexto muestra que estoy hablando de la democracia reciente, la que difícilmente tiene más de un siglo en muchos países, la que incluye voto secreto, determinado, universal, constitucional, en régimen parlamentario, con división de poderes, términos fijos, entidades fiscalizadoras internas y, muy a menudo, seguimiento internacional. Esa lista de características es la que la gente tiene en mente HOY cuando se pregunta HOY por qué la Iglesia no sigue un procedimiento democrático, a la manera que, por nombrar a alguien, Hans Küng lo afirma.

5. Es sofística tu comparación entre dictadura de la mayoría y de la minoría. Mi post muestra males que son propios de los agregados masivos de personas opinando, y por eso tendrías que demostrar que aún sin esa cantidad de gente se dan los mismos males. Muy dogmático entonces afirmar, como lo haces, que "Cualquiera de sus "enfermedades" se da en mayor grado en otros sistemas."

6. El tema de los ajustes y mejoras a los procesos democráticos es de enorme interés, sobre todo en Latinoamérica, donde vemos avanzar el populismo a pasos agigantados. Por lo pronto, la segunda mejor opción es, sin duda, mejorar procesos de comunicación y transparencia. eso ciertamente vale para toda forma de gobierno. Pero en realidad ese es otro tema.

7. Tu concepto de participación en el proceso de elección del Papa desconoce la argumentación puesta sobre la realidad sacramental de la Iglesia.
12/03/13 8:20 PM
  
Eduardo
Excelente artículo, enhorabuena, me ha encantado y creo que ha mostrado de una manera excepcional los contras que puede llegar a tener la democracia. Hoy en día parece que se ha cambiado a Dios por la democracia, y que es un sistema perfecto que jamás falla, pero conviene de vez en cuando recordar sus muchos defectos.
Dios le bendiga padre.
12/03/13 9:57 PM
  
Raúl Galofre
Es un excelente artículo; en general y con respecto a las cinco objeciones que plantea el padre, tengo la misma perspectiva de la democracia y, aunque participo en los procesos políticos y electorales de mi país (porque es lo único que tenemos y es obligación cristiana); siento y veo que la democracia no es un buen sistema de gobierno; no funciona según el ideal que enseñan en las escuelas... Me abre una nueva perspectiva el artículo, no vale la pena cambiar el sistema de gobierno milenario y estable de la Iglesia por la supuesta democracia; y es que efectivamente la democracia que se debatía entre el liberalismo y el cristianismo debería tener apenas unos 200 años, pero hay que tener en cuenta esa democracia pasó a ser la democracia netamente liberal que nos gobierna actualmente, y esta tendrá a lo sumo 100 años en algunos muy pocos países, y vemos que en las últimas dos décadas esa democracia liberal cede su lugar a los regímenes comunistas elegidos electoralmente... en fin, el devenir de una sociedad democrática es de estadios sucesivos ¡decadente!
12/03/13 10:14 PM
  
Fillipo
Larga y compleja sería la respueta, D. Nelson. Porque además eso de "democracia" es demasiado ambiguo: vale para EE.UU., para la Unión Soviética, China, Cuba, Alemania, Gran Betaña... todas se autotitulan "democracia". Qué le parecería..... una sociedad donde la población acatara la ley de Dios, que no se puede votar ni debatir, y que conforme a ella cada cual participe en su actividad vital de forma responsable ¡pedazo de democracia! (que dirían en mi tierra), y que ahora no se ve ni por asomo, por cierto, y así nos va.

Nota de Fray Nelson: Es claro que en toda sociedad humana alguien tiene que tener autoridad, incluso coercitiva. Cuando se toma en cuenta el aspecto concreto de esta cuestión uno usualmente llega al modelo de una democracia mejorada, elevada, instruida. Yo no veo otro sistema civil que se le compare.
12/03/13 10:51 PM
  
Augusto TorchSon
Excelente articulo, me interesa recalcar la cuestión de las democracias, que no son malas por estar enfermas sino que son la enfermedad misma y al estar hoy basadas en la soberanía popular van en contra de lo que enseñaron León XIII en la “Libertas Praestantissumum" y Pio X en la "Notre charge apostolique". Saludos en Cristo y María y visiten nuestro blog.

Nota de Fray Nelson: Con el debido respeto, prefiero no ligar a vuestro blog porque tampoco comparto tu postura, por lo menos como la has planteado. ¿Quitas la democracia y qué pones en su sitio?
12/03/13 11:34 PM
  
Augusto TorchSon
No es la única forma de gobierno y estoy seguro que Ud. lo sabe mejor que yo. No obstante haber existido muy buenos gobiernos dictatoriales para el catolicismo y sin pretender volver a la monarquía, existen muchas alternativas que siempre y cuando busquen el bien común, no están condenadas por la Iglesia en su magisterio. Sin proponer tampoco corporativismo u otra forma específica, la idea del voto sin calificar como Ud. lo planteó(me parece correcto) es la esencia de las masas manipuladas. De cualquier modo quienes manejan el dinero, los medios de comunicación y todos los gobiernos a través de la ONU, no hacen sino fomentar la democracia que saben que es la única forma de alienar a través de la opinión mayoritaria y no de la verdad. Sigo considerando muy bueno el articulo y sabiendo por su post anterior que Ud. no cree en la proximidad de la Parusía, me doy cuenta porque todavía tiene esperanzas en este sistema de gob. A pesar del optimismo que pueda existir estos tiempos son los más perversos de la humanidad y Dios Si castiga porque es Padre y como tal así corrige y también evita que el mal se esparza, y la democracia es el vehículo masónico y globalista para esparcir el relativismo y traer al anticristo. Con todo respeto por su trabajo que lo sé sincero, me permito disentir.

Nota de Fray Nelson: Por favor, sé más preciso en lo que propones exactamente.
13/03/13 12:12 AM
  
Javiergo
Aunque, constitucionalmente, se diga que en España hay una monarquía, y se hable incluso del 'reino de España', en puridad no estamos en una Monarquía strictu sensu. Monarquías fueron las que se dieron en Francia o en España, por ejemplo, en el siglo XVIII. Y otras muchas, claro. Pero nada es así en nuestros días. Una monarquía en la que un rey reina pero no gobierna, en la que no es responsable de sus actos, no es propiamente hablando una monarquía. Si a eso unimos, ya a nivel personal, que el actual 'monarca' español ha sancionado con su firma leyes anticristianas, entonces apaga y vámonos. Establezco este prólogo porque lo considero muy necesario para no confundir las cosas. Yo estoy a favor de una Monarquía que no sea constitucional ni parlamentaria, en el que Rey sea católico y además de reinar, gobierne también. Una Monarquía sin democracia, sin votos ni urnas, sin partidos ni facciones. Es decir, yo estoy a favor del Regnum, que es justo lo contrario de lo que tenemos/padecemos ahora en España. Mi idea del gobierno perfecto es la misma que tenían Santo Tomás de Aquino y Dante, y también Bossuet: el mejor gobierno es el de uno solo, mon-arquía. Una Monarquía Católica en la que el Rey solo está por debajo de la Iglesia, a la que obedece por ser la Esposa de Cristo. Una Iglesia, un Rey y un pueblo fiel ordenados a Dios. Esto es lo que constituye de verdad una civilización. Un saludo en Cristo Jesús

Nota de Fray Nelson: Las objeciones a la monarquía son varias; una, quizás la más seria, es: ¿cómo asegurar la continuidad / descendencia ? ¿Realmente las "casas reales" son una buena idea para el gobierno de sucesivas generaciones?
13/03/13 12:25 AM
  
Augusto TorchSon
Saludos cordiales y que Dios bendiga su trabajo, que es muy bueno. El tema es largo para precisar.
13/03/13 12:26 AM
  
Catholicus
Muy lúcido y mejor expuesto el artículo Fray Nelson.

Para mí más que la democracia en sí el problema está en la superestructura cultural del liberalismo filosófico que todo lo relativiza.

Lo que es evidente es una degeneración progresiva del sistema donde alguien es elegido Presidente como se elige a una Miss Mundo. Buena campaña y ganas. Eso sí, mandará el que la pague.

Las monarquías católicas clásicas fueron con mucho lo mejor ( o menos malo). En cuanto cayeron llegaron horrores nunca vistos ni igualados, como las terribles guerras mundiales, el nazismo, socialismo, cámaras de gas, bombas atómicas etc.

Siguiendo a los Padres, puede ser bien el "Katejón" ese, las monarquías católicas. Tan solo quedan dos tambaleantes, España y bélgica, Y entonces "Roma" -su Sacro Imperio- habrá sido retirado. Cualquier horror político social tendrá un hueco a ocupar.

Nota de Fray Nelson: Repito lo dicho. Las objeciones a la monarquía son varias; una, quizás la más seria, es: ¿cómo asegurar la continuidad / descendencia ? ¿Realmente las "casas reales" son una buena idea para el gobierno de sucesivas generaciones?
13/03/13 12:27 AM
  
Kino
Alguien dice que el pan y circo eran propios de la dictadura. Esta afirmación se hacía mucho en aquellos años del franquismo. Yo me la creí como Eduardo Punset; pero ahora lo mismo que él no salgo de mi asombro al contemplar nuestra democracia con mucho más fútbol(casi todos los días), televisión basura que entontece, ... superando con creces a la denostada dictadura. Nos han tomado el pelo una vez más.
13/03/13 10:36 AM
  
Catholicus
¿Realmente las "casas reales" son una buena idea para el gobierno de sucesivas generaciones?
_____________

Haga este ejercicio Fray Nelson, vaya nación por nación europea y cuente las atrocidades (proporcionales) y la inestabilidad habida desde la estabilización de las monarquías tradicionales.

O mírelo de esta manera:

¿Cuantas monarquías católicas (y hasta protestantes) cayeron en la aberración del nazismo y similares horrores? (Genocidio en la Vendée, matanzas en guerra civil española) etc. Cuantas monarquías cristianas expandieron abominaciones como el marxismo, gullotinas masivas etc etc?

Examine las grandes y terribles guerras modernas:
Todas ellas iniciadas por repúblicas, francesas, alemanas, rusas. Ninguna por gobiernos monárquicos cristianos (más o menos). Yo creo que eso es así porque entre todos los monarcas al final el cetro espiritual lo llevaba el Papa, que sin ser perfecto, actuaba de contrapeso. No imagino a un Papa aplaudiendo a un rey que llevase a las cámaras de gas a millones o inundase su nación de campos de concentración u ordenase genocidios etc, etc

Esto podríamos expandirlo a los EEUU y sus bombas atómicas sobre Japón.

No es un cuadro exacto, obviamente, porque la guerra es castigo/consecuencia del pecado, y este puede ser masivo en cualquier régimen, pero hay una correspondencia fuerte.

La continuidad obviamente se mantiene con los hijos. Si faltan, ya vienen los problemas como es bien sabido. Nada hay perfecto.

Tiene mucho sentido esto de las monarquías del Sacro Imperio, cuando se entiende la visión de los Padres Apostólicos sobre el Katejón y el Anticristo, el concepto del orden y poder de la autoridad civil que deriva de la Roma antigua (las dos espadas). Es complejo - y misterioso, lo reconozco, pero cuando se entiende tiene bastante sentido y eso que no le gusta demasiado... bastante correspondencia :-)

Nota de Fray Nelson: Sobrepasa mi capacidad de especulación hacer cábalas sobre qué hubiera pasado si las casas reales, en su mayoría corruptas y colmadas de vanidad, adulterio y egoísmo, hubieran traído para Europa. No me gusta lo que veo hoy, pero cuesta pensar que se vería algo mejor, o en qué sentido mejor y en cuál sentido peor. Construir un argumento sobre tales bases es muy frágil. Te pido, Catholicus, que dejemos ese tema de las monarquías en ese punto.
13/03/13 11:39 AM
  
Josafat
La democracia reposa sobre premisas falsas, a saber que todos somos iguales cuando es falso.

Aunque en Occidente muchos ingenuos se piensen que por votar cada cuatro años influyen en el devenir histórico de su comunidad politica la realidad es que nuestra capacidad de decision politica viene influido por nuestras condiciones materiales individuales, de tal manera que en las democracias occidentales cuya base material es la economia de mercado; quienes mandan de verdad ( y seguro que mas de uno de ellos ni se molesta en ir a echar una papeleta cada cuatro años) son quienes poseen una mayor participacion en las relaciones de propiedad emanadas de la estructura productiva, como un 1% de la poblacion, y el resto no pintamos nada.

En ese sentido la Iglesia no es hipócrita y asume que como no todos participan en igual medida en el gobierno de la Iglesia pues es normal que no participen en la elección.

¿Por otra parte que idea tiene la gente de mandar?. Mandar no es solo poder es responsabilidad, que hay algunos que quieren elegir al Papa vale bien, pero esos mismos ¿Hasta que puntos están involucrados en su vida parroquial?, ¿Con cuanta frecuencia se acercan a los Sacramentos?, ¿Evangelizan, testimonian?...

Nota de Fray Nelson: Una discusión más amplia sobre la democracia es importante pero supera el propósito de este post. Lo único que yo pediría para una discusión semejante es que se consideraran las limitaciones, todas serias, de todos los modelos. Ese equilibrio de ponderación lo echo de menos en lo que has escrito, Josafat.
13/03/13 4:31 PM
  
Catholicus
Yo lo dejo Fray Nelson. Pero sepa usted que encontrará esa misma línea de pensamiento en infinidad de escritores católicos y hasta Papas desde la Revolución Francesa hasta aquí. Lea y busque por su cuenta y verá que no eran hombres de argumentos "débiles". Saludos.

Nota de Fray Nelson: Gracias por tu tiempo y aportes.
13/03/13 4:53 PM

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