Exégesis Simple para el Domingo XXIII del Tiempo Ordinario, ciclo B

Fray Nelson, ¡cuánta sabiduría de la Palabra de Dios he encontrado en su comentario exegético!
El análisis de ese texto del Evangelio en griego, sus relaciones con otros Evangelios y las aplicaciones espirituales a nuestra vida son de gran ayuda.
Hoy lo he descubierto y espero repetir.
¡Demos gracias a Dios por esta gran ayuda para conocer y amar a Jesucristo y su mensaje, y para vivir mejor la Sagrada Escritura!

Muchas gracias, fray Nelson. Es un privilegio llegar a la Liturgia de la Palabra en la Santa Misa con la "lección repasada" como un buen alumno va a clase...
Es precioso el mensaje final de S. Marcos: Silencio para profundizar.
Yo durante años pensé que Jesús mandaba eso en estos casos por humildad, pero "contra natura", por lo evidentísimo que iba a resultar para quienes conocían al mudo que ya hablaba y al sordo que ya oía, preguntarle, cómo se había curado, y ¿tendría que permanecer callado?, y cuando su madre le volviera a ver que venía gritando "¡mamá!, ¡mamá!", ¿tendría poder Jesús para ob-ligarle en obediencia a no contarle a su madre el milagro?...
Tendré que meditar a partir de hoy sobre el secreto mesiánico. Muchas gracias.