De monje a obispo, defensor de la Virgen

Hoy, 23 de enero, se celebra la fiesta litúrgica de san Ildefonso, que habiendo profesado como monje en el monasterio Agaliense de Toledo, llegó a ser abad del mismo y luego fue nombrado obispo de Toledo. Siendo importantísimos sus libros y los textos litúrgicos que compuso, os invito a fijarnos en dos hechos milagrosos de su vida…

Cixila, obispo de Toledo un siglo después de Ildefonso, recogió por escrito dos favores celestiales que recibió durante su vida su santo antecesor:

El primero, una aparición de santa Leocadia, joven mártir patrona de la ciudad, cuyo oficio y oraciones para la misa había compuesto poco antes. En presencia del rey y la corte, al abrir el sepulcro de la santa, ésta se incorporó, y el obispo cortó un trozo del velo de la santa, que guardó como reliquia y se conservó desde entonces en la Catedral.

El otro regalo de lo Alto sucedió el 18 de diciembre del año 665, día de la Solemnidad de Santa María establecida por el Concilio X de Toledo. Habiendo celebrado los días anteriores letanías de oración y penitencia preparatorias a la festividad, al amanecer se encaminó hacia la catedral de Santa María la procesión del obispo con sus clérigos que llevaban cirios encendidos en las manos. Al abrir las puertas de la iglesia y adentrarse en la misma, una luz resplandeciente les deslumbró, y todos, menos Ildefonso, huyeron. Al asomarse la gente pudieron ver al santo rodeado de ángeles y arrodillado al pie del altar contemplando a la Virgen María sentada en la sede desde la que el obispo predicaba habitualmente la Palabra de Dios. Nuestra Señora le dijo a Ildefonso:

Acércate a mí, siervo queridísimo de Dios. Recibe de mi mano este regalo, que traje para ti del tesoro de mi Hijo, para que lo uses tan solo en mi día; y puesto que con los ojos de la fe siempre permaneciste en mi servicio, y para mi alabanza tus labios llenos de gracia me dibujaron dulcemente en los corazones de los fieles, ahora en vida recibe esta vestidura de gloria, y en el futuro gozarás en mis moradas con los otros siervos de mi Hijo.

La devoción de los fieles toledanos a lo largo de los siglos ha visto en esta Descensión de la Virgen María un detalle de amor de la Madre hacia un hijo suyo que la había defendido de palabra y por escrito y que había acrecentado en el pueblo la devoción filial hacia ella. Abundantísimas son las representaciones artísticas de este acontecimiento, no solo en la catedral y la ciudad de Toledo, sino en toda España, considerando siempre que la vestidura celestial sería la casulla sacerdotal para la celebración eucarística. Muchas generaciones de aspirantes a la ordenación han pedido a la Virgen: «Madre, vísteme de sacerdote como a tu hijo Ildefonso».

Cuenta la tradición que ninguno de los siguientes obispos volvió a usar la sede donde se había sentado la Virgen, ni a utilizar la casulla impuesta a san Ildefonso. Hasta Sisberto, sucesor de san Julián, que lleno de orgullo y prepotencia se atrevió a ocupar la cátedra y a revestirse con la casulla. Poco después conspiró para deponer y asesinar al rey Égica, sustituyéndole por uno de sus parientes. Reunidos los obispos de España en el Concilio XVI de Toledo (año 693) fue depuesto del episcopado, excomulgado hasta el final de su vida, privado de sus bienes y condenado a perpetuo destierro.

Con la invasión musulmana del año 711, la catedral de Santa María fue convertida en mezquita, y se perdieron muchos de sus objetos litúrgicos y reliquias. Tras la Reconquista se recuperó para su uso primigenio, pero transformándola y agrandándola, de modo que la antigua estaría en la base de la actual. Allí, al pie de la actual catedral, se venera el altar de la Descensión, el sitio donde la Virgen posó sus pies al venir a visitar a su defensor Ildefonso.

2 comentarios

  
José
Muchísimas gracias por transmitirnos estas bellas historias que encienden el corazón en el amor a Dios y a su Santísima Madre. Dios lo bendiga.
23/01/23 7:53 PM
  
Maria M.
Precioso lo que nos cuenta....Impresionante la descensión de la Santísima Virgen y lo que le prometió a San Ildefonso.... No lo había leído ni escuchado nunca. Muchas gracias!!! Ave María!!!
25/01/23 10:19 PM

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