Primero la Eucaristía, luego la Confirmación. Esto pasa de castaño oscuro


Primero fueron los atentados contra la Eucaristía, sacrilegio puro y duro, como los de la parroquia roja de Entrevías. Ahora le toca al sacramento de la Confirmación.

La hermana Sor Lucía Caram, en su blog «Sintonía cordial», nos narra lo que fue la Confirmación de un adulto, ceremonia presidida por el Obispo Joan Godayol. En la celebración se encontraba un grupo de «representantes de las diversas religiones presentes en la ciudad de Manresa, además de una representación muy numerosa de las mismas que estaban entre los asistentes».

Y llegó el momento de la confirmación. Dice la monja:

Durante la celebración, Pilar, una joven de 30 años fue confirmada. A la hora de invocar al Espíritu Santo, tanto los con-celebrantes, como los representantes de cada religión, le impusieron las manos e hicieron una oración sobre ella: Oramos, cada uno a su manera, al mismo Dios y Padre, y al mismo Espíritu.

El símbolo principal del sacramento de la confirmación consiste en la unión de dos realidades significantes, una visible y otra invisible, que significan lo mismo pero a distinto nivel. La realidad visible es la unción del ministro visible con el crisma en la frente; la invisible la unción de Cristo, ministro invisible, con el crisma de sí mismo. Ambas unciones significan lo mismo. Cristo nos unge con el crisma de sí mismo, es decir la vida de Cristo en, con, por el Espíritu Santo. Es decir, ser ungidos por Cristo-unción es ser ungidos por el Espíritu Santo de Jesucristo. En este sacramento la dimensión cristológica está imbricada con la pneumatológica.

Por otro lado, en este sacramento, el memorial al que Cristo ha condicionado su presencia se efectúa en el conjunto de la acción simbólica sacramental, pero tiene su expresión más lograda en la plegaria mayor que está situada fuera de la celebración del sacramento, ya que es la plegaria de bendición consagratoria del santo crisma, pronunciada por el obispo. Existe una unión moral entre esta plegaria consagratoria y la celebración de la confirmación.

Para terminar, Jesucristo vincula su presencia y acción simbólica, sacramentales, a la unción instituida por Él en la Iglesia. Por ende, esta acción no puede ser alterada ni modificada. En ella la crismación en la frente, que implica la imposición de manos, junto con las palabras que acompañan consiste lo esencial de este sacramento.

Junto a los símbolos principales, se encuentran los símbolos ritos secundarios que sirven para hacer explícito el densísimo contenido del rito principal. En el caso del sacramento de la Confirmación, se trata del gesto de la imposición de manos, que simboliza la comunicación del don del Espíritu Santo, tal como lo expresan las palabras que lo acompañan:

Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que regeneraste por le agua y el Espíritu Santo a estos siervos tuyos
y los libraste del pecado; escucha nuestra oración y envía sobre ellos
el Espíritu Santo Paráclito; llénalos
de espíritu de sabiduría e inteligencia;
de espíritu de consejo y fortaleza;
de espíritu de ciencia y de piedad
y cólmalos del espíritu de tu santo temor.

Realmente, la celebración que narra esta dominica es horrorosa, así como el estado de las órdenes religiosas (resulta curioso que la hermana se fije en el rito secundario, no en la crismación, resaltando además que miembros de «otras religiones», impusieron sus manos sobre la confirmando).

A mi todo esto me parece una absoluta aberración, empezando por el obispo presente, pasando por los curas concelebrantes y las monjas, terminando por los miembros de otras religiones.

Si «por el sacramento de la confirmación se vinculan más estrechamente a la Iglesia, se enriquecen con una fortaleza especial del Espíritu Santo y de esta forma se obligan con mayor compromiso a difundir y defender la fe con su palabra y sus obras como verdaderos testigos de Cristo» (LG 11), ¿por qué participan activamente miembros de otras religiones? ¿Quiere decir que, por ejemplo, un budista, también comunica el don del Espíritu Santo? ¿Están insinuando que existe una meta-Iglesia, por encima de esta, a las que nos unimos en comunión universal? ¿A cuál fe es la que nos sentimos impelidos a defender y difundir, la del Dios Uno y Trino o la de una deidad ecléctica al estilo New Age?

Evidentemente, tras el sacramento multicultural-pluriétnico-religioso, sigue el cañazo a la Iglesia. Sigue narrando la monja:

El obispo Joan nos ayudó a situarnos en el cenáculo, en actitud orante con María, y nos recordó el itinerario de fe de la primera comunidad, que supo dejarse llevar por “el viento impetuoso” que se derramó generoso sobre cada uno de los amigos de Jesús, empujándolos a “ir más allá” a anunciar a “todos” la Buena Noticia de la Salvación.
Después siguió el rito habitual, con fuerza y ánimos, y la asamblea, en la que había gente de todas las edades, culturas y religiones, vivió la experiencia de un “nuevo Pentecostés”.

Todos marchamos con la fiesta en el corazón, y brindamos por una Iglesia que viva cada vez más “al aire del Espíritu”; por una Iglesia sensible a esa brisa suave que anima a los desanimados y envía a los “que arden de pasión por el Señor” –como el Profeta Elías- y a los que tal vez, encerrados por los miedos no se animan a caminar, y que son “arrastrados por ese aire impetuoso” y por ese fuego que quema y que se manifestó en Pentecostés… y que hoy sigue quemando, enviando, animando.

Esta es una actitud típica-tópica de los progres, uno de esos lugares comunes en los que se basan para lanzar su crítica contra la Iglesia: contra poner la acción del Espíritu Santo frente la acción de la Iglesia, como si la Iglesia no fuera estuviera vivificada por el Espíritu Santo.

Que esta monja se levante el refajo es casi una práctica común: ya lo hizo cuando negó el infierno. Pero la presencia del Obispo causa mayor escándalo, especialmente cuando es a él en primer término, al tener la plenitud del sacerdocio, el que le corresponde la función de santificar. Como dice el Código de Derecho Canónico :

840. Los sacramentos del Nuevo Testamento, instituidos por Cristo Nuestro Señor y encomendados a la Iglesia, en cuanto que son acciones de Cristo y de la Iglesia, son signos y medios con los que se expresa y fortalece la fe, se rinde culto a Dios y se realiza la santificación de los hombres, y por tanto contribuyen en gran medida a crear, corroborar y manifestar la comunión eclesiástica; por esta razón, tanto los sagrados ministros como los demás fieles deben comportarse con grandísima veneración y con la debida diligencia al celebrarlos
y más adelante añade:

841 Puesto que los sacramentos son los mismos para toda la Iglesia y pertenecen al depósito divino, corresponde exclusivamente a la autoridad suprema de la Iglesia aprobar o definir lo que se requiere para su validez, y a ella misma o a otra autoridad competente, de acuerdo con el c. 838 § § 3 y 4, corresponde establecer lo que se refiere a su celebración, administración y recepción lícita, así como también al ritual que debe observarse en su celebración.

Pues para esta comunidad, ni los sacramentos son los mismos para toda la Iglesia, ni sirven para crear más comunión que la unión de los grupúsculos contestatarios. ¡Qué pena de dominicos!, ¡qué pena de Iglesia!

8 comentarios

  
MER
Efectivamente, lo verdaderamente lamentable es un obispo participando en esta ¿celebración del sacramento?
Con estos pastores, así nos va
17/05/08 8:45 PM
  
Jaume Canals
Sería interesante saber ¿Por qué el obispo Juan participa en estos actos?. ¿Que razones le llevan a actuar de esa forma?. ¿Alguien se lo ha preguntado? ¿Alguien sabe que ha respondido?.
17/05/08 10:48 PM
  
Unitas
Caben dudas importantes sobre que ahí se administrara el sacramento de la Confirmación. En tal caso, no sería sino un simulacro del mismo o, quizás, un sacrilegio puro y duro.

Además de los números 1285-1314 del Catecismo, creo conveniente tener en cuenta lo dispuesto por el Ritual del sacramento de la Confirmación, y por el Código de Derecho Canónico. Mis dudas, con apoyo en este último texto:

Sobre el padre-obispo Godayol como ministro:
886 § 2. Para administrar lícitamente la confirmación en una diócesis ajena, un Obispo necesita licencia del Obispo diocesano, al menos razonablemente presunta, a no ser que se trate de sus propios súbditos.

Sobre la materia y la forma en que se “administró la Confirmación”
1297 Un momento importante que precede a la celebración de la Confirmación, pero que, en cierta manera forma parte de ella, es la consagración del santo crisma. Es el obispo quien, el Jueves Santo, en el transcurso de la Misa crismal, consagra el santo crisma para toda su Diócesis.
1299 En el rito romano, el obispo extiende las manos sobre todos los confirmandos, gesto que, desde el tiempo de los apóstoles, es el signo del don del Espíritu. Y el obispo invoca así la efusión del Espíritu:
Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y los libraste del pecado: escucha nuestra oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad; y cólmalos del espíritu de tu santo temor. Por Jesucristo nuestro Señor.
1300 Sigue el rito esencial del sacramento. En el rito latino, "el sacramento de la confirmación es conferido por la unción del santo crisma en la frente, hecha imponiendo la mano, y con estas palabras: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo" (Paulus VI, Const. Ap. Divinae consortium naturae).
1301 El beso de paz con el que concluye el rito del sacramento significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles (cf S. Hipólito, Trad. ap. 21).

Finalmente, será conveniente, si se aclara Sor Lucía sobre si hubo antes y después unas paraliturgias o rituales ajenos a la Confirmación misma, pues podría ser eso lo que hicieron, y no un sacrilegio sino unas pantomimas confusas, escribir al Ordinario del lugar

Sobre el cardenal arzobispo de Barcelona ¿abarca a Manresa?
392 § 1. Dado que tiene obligación de defender la unidad de la Iglesia universal, el Obispo debe promover la disciplina que es común a toda la Iglesia, y por tanto exigir el cumplimiento de todas las leyes eclesiásticas.
§ 2. Ha de vigilar para que no se introduzcan abusos en la disciplina eclesiástica, especialmente acerca del ministerio de la palabra, la celebración de los sacramentos y sacramentales, el culto de Dios y de los Santos y la administración de los bienes.
17/05/08 11:44 PM
  
Bruno
Parece ser que la Iglesia que peregrina en Cataluña tiene que seguir sufriendo estas tonterías que contribuyen a sembrar la confusión y la desunión... justo lo contrario de lo que hace el Espíritu Santo.
18/05/08 12:06 AM
  
juan josé
No me extraña que a los católicos nos tomen por el pito de un sereno. Pero qué está pasando en España con el Clero. Pero dónde está la Conferencia Episcopal. Desde luego el espectáculo es dantesco. En Cataluña se está dando una candidad de aberraciones que da pena. Si Cristo murió por ésto, flaco favor nos ha hecho. En fin, ellos sabrán lo que hacen el juicio final es para todos sin excepción y allí tendrán que dar explicaciones. Yo seguiré amando a Cristo en la soledad de mi vida porque no estoy dispuesto el compartirla con quines lo desfiguran con semejantes actuaciones.
18/05/08 12:47 AM
  
pantaleon
Cuando llegué a mi nueva parroquia y vi los libros de "oración de los fieles" que usaba mi antececesor algo me impulsó a retirarlos de inmediato, más que humildes peticiones a Dios son una especie de sermones en forma de preces. La autora de estos libros es Lucía Caram. después de leer este artículo creo que no me he equivocado al tirarlos al contenedor del reciclaje para que por lo menos sirvan para algo positivo. Unas monjas que organizan semenjante teatrillo o no tienen fe, o estan tocadas del ala, o son tontas de solemnidad.
19/05/08 11:01 AM
  
luis
Señores comentaristas, para no quedarnos en el lugar de la queja, se los invita a presentar sus reclamos contra esta aberración litùrgica descripta por lucìa caram y realizada por su comunidad y el obispo Godayol donde corresponde: la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Escriban, con sus comentarios, a la siguiente dirección:
[email protected]
Si no nos defendemos, los lobos con piel de oveja nos van a devorar.
No a la violencia de los progresistas.
No a la violencia litúrgica.
No al sacrilegio
19/05/08 6:28 PM
  
javier
pues todavía esta Sor se atreve a quejarse porque no le dan dinero en su diócesis con el día de pro orantibus. A estos conventos donde se hacen estas cosas no se le debe de dar nada y lo peor es que la imagen que dan es de una orden y no todos los conventos de dominicas son así, no van con la pose progre por la vida, se dedican a lo que debe ser un convento.
20/05/08 3:04 PM

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