Jerusalem, Jerusalem, convertere ad Dominum Deum tuum
Yahveh ha decidido derrocar la muralla de la hija de Sión; ha tendido cordel, no ha retirado su mano de la destrucción y ha reducido a duelo antemural y muralla; a una se han debilitado.
Han caído por tierra su puertas, ha roto y quebrado sus cerrojos; su rey y sus príncipes [moran] entre las gentes; no existe ley; incluso sus profetas no hallan ya visión de parte de Yahveh.
Se han sentado en tierra, han callado los ancianos de la hija de Sión; han arrojado polvo sobre su cabeza, se han ceñido sacos, han inclinado su cabeza a tierra las doncellas de Jerusalén.
Hanse agotado las lágrimas de mis ojos, han hervido mis entrañas, se ha derramado por tierra mi hígado por el quebranto de la hija de mi pueblo porque desfallecen de inanición niños y lactantes en las plazas de la ciudad.
Jerusalén, Jerusalén, vuélvete hacia el Señor tu Dios.