La magnitud de la pedofilia

Un par de entradas atrás, les comentaba lo peligroso que resulta la percepción de que los abusos sexuales contra menores de edad es un problema que sólo afecta a los curas católicos, en circunstancias que es una realidad terrible que se encuentra tremendamente extendida en toda nuestra sociedad. En esa ocasión sólo pude ofrecer mi experiencia anecdótica, como abogado litigante, pero ayer el Presidente Sebastián Piñera anunció la implementación de un registro de personas condenadas por pedofilia, respaldando con números lo que les venía diciendo.

El registro parte con tres mil condenados por este delito, 232 de ellos incorporados entre mediados de junio, cuando entró en vigencia la ley, y septiembre de este año. Proyectando esa cifra, tendríamos que completar cada año con alrededor de 1000 personas más, condenadas por abusar sexualmente de menores de edad.

Ese número me parece escalofriante, considerando que se trata de un delito que todos rechazan, y que sólo se refiere a los casos en que el responsable es efectivamente condenado, sin contar los que no se denuncian, y aquellos en que, siendo verdadera la denuncia, no se arriba a una condena, por ejemplo, porque la edad de la víctima no permite que sea una prueba confiable.

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2 comentarios

  
gringo
Según diversos estudios hasta una cuarta parte de las mujeres han sufrido algún tipo de abuso sexual durante la infancia, sin importar el tipo de sociedad donde han nacido.
Con los hombres el nº es menor pero igualmente preocupante.
La mayor parte d elos abusos se sufren dentro de la propia familia por diversos motivos, mayor accesibilidad del agresor con la víctima, la presión que se puede ejercer con la víctima a causa de la confianza y autoridad, impunidad por el miedo a denunciar a un pariente, etc.
Hasta que no se reconozca esta realidad y se pretenda ponerle freno, seguirán ocurriendo estas cosas.
11/10/12 7:08 PM
  
Juan Mariner
Que la pederastia-pedofilia esté ampliamente extendida no es excusa de ni un solo caso detectado en el seno de la Iglesia Católica. A toda esta gentuza "infiltrada" había que echarla de la Iglesia sin miramientos a su tiempo: analizando caso por caso (eso sí), pero sin contemplaciones. Algunos Obisapos miraron para otro lado, ellos sabrán por qué.
11/10/12 8:03 PM

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