InfoCatólica / La Esfera y la Cruz / Categoría: Sexualidad

3.12.18

Sensatez y sentimiento

Un breve verso encontrado por ahí.

Cuando tenía 2 años noté que las personas venían en dos sexos, hombres que se parecían al papá, y mujeres, que se parecían a la mamá.

A los 4 creía que un hombre se convertía en mujer si se cortaba el pelo y se ponía vestido.

A los 8 ya sabía que se podia usar el pelo largo y usar vestido, y ser hombre, y que lo importante eran sus  genitales.

A los 16 aprendí que en los mamíferos, incluyendo la especie humana, la reproducción es sexuada, y que por lo tanto existen 2 sexos, que el sexo de un individuo viene determinado por la información genética reproducida en cada célula del cuerpo, y que queda fija desde la concepción. En particular, el marcador genético XX indica identidad femenina, y XY indica identidad masculina.

A los 32 me contaron que algunas personas no se sentían identificadas con su sexo.

Siempre supe que a los hechos no les importan tus sentimientos.

31.03.17

Manifiesto sobre la transexualidad

Quiero decir que en la especie humana solo existen dos sexos, y no porque lo diga yo, o porque me guste particularmente ese número. La mayoría de las especies biológicas presenta una reproducción sexuada, y esa forma de reproducción solo utiliza dos sexos, no cuatro, seis ni ocho. Existen excepciones, desde luego, como la bipartición en organismos microscópicos o el hermafroditismo en algunos insectos y peces. En la especie humana, sin embargo, es un hecho biológico que los sexos son dos. Habitualmente se les llama varón y mujer.

Se habla de hermafroditismo en humanos, pero no es un tercer sexo sino una condición patológica que afecta al proceso de gestación. El hermafroditismo en humanos es una enfermedad, porque la reproducción en nuestra especie se produce por el encuentro de dos sexo, ni más ni menos. Es por lo mismo que en nuestra especie los niños tienen pene y la niñas vagina.

También quiero decir que el cambio de sexo en los humanos es imposible. El sexo viene determinado por el código genético repetido en cada célula de nuestro cuerpo, y no por características visibles a simple vista. Si un varón se afeita la barba cada día, no deja por eso de ser varón. Tampoco si se somete a una vasectomía, aunque en adelante no podrá realizar una de las funciones propias de su sexualidad masculina. No es menos hombre un varón que sufre una castración ni la mutilación de su pene. Un varón sigue siéndolo aunque le falte vello facial, testículos o pene, porque el sexo viene determinado por el material genético y no depende de características exteriores, que pueden estar presentes o no. Otro tanto se puede decir de una mujer, que no deja de serlo por sufrir una mastectomía, ni esterilidad, ni hirsutismo, ni ninguna otra condición médica.

Cualquier mutilación del cuerpo, voluntaria o no, no modifica el sexo de una persona, pues el sexo es una realidad biológica, donde la psicología no juega ningún papel.

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28.07.15

Sexismo

CatsupHace tiempo que quería iniciar una conversación en este espacio acerca del sexismo, y de las acusaciones de sexismo que son cada vez más populares, contra instituciones, videos musicales, comerciales de TV, etc.

Una breve investigación llevada a cabo por mí apunta a que no habría mayor diferencia entre acusar a alguien de sexista o de machista. El machismo serían actos que denigran a las mujeres en razón de esa condición, y el sexismo correspondería a la ideología o actitud mental tras esos comportamientos.

Al parecer, la palabra “sexismo” sería una traducción del término anglosajón sexism, que a su vez se hizo necesario por la falta de un equivalente directo de “machismo”. A su vez sexism es un neologismo cuya etimología se vincula con racism: si el racismo es la discriminación contra una persona en razón de su raza, el sexismo lo sería por su sexo (agradecemos que no hayan optado por “sexofóbico”).

También se habla de misoginia, que se define como “odio a las mujeres”. Sexismo, en cambio sería mucho más ambiguo. Machista o misógino sería un desprecio activo hacia las mujeres, mientras que sexismo denotaría una actitud más sutil de discriminación o desprecio.

¿Qué tanto más sutil? Ese es el fondo del problema, y lo que me lleva a compartir algunas ideas y abrir los comentarios a sus opiniones.

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1.02.15

Hablemos del acto conyugal

ConyugalEn una entrada anterior acerca de los preservativos en la Iglesia, un visitante con muy buena voluntad consulta:

supongamos que hablamos siempre dentro del matrimonio, yo quiero pensar que la iglesia entiende que las relaciones sexuales son algo importante para el matrimonio y lograr sostener la relación, osea no es algo que deba limitar su uso para procrear.

Sí y no.

Las relaciones sexuales, aún cuando no exista la posibilidad de procrear, son importantes dentro del matrimonio, y eso lo reconoce la Iglesia. Así, el Código de Derecho Canónico establece que, para que exista un matrimonio, es requisito esencial que los contrayentes tengan la capacidad de realizar el acto conyugal; la esterilidad, en cambio, no produce ese efecto. Así que las relaciones sexuales en el matrimonio son importantes, importancia que no se limita a la procreación.

Por otro lado, no son tan importantes que podamos llegar a decir que “logran sostener la relación”. Existen muchas vicisitudes en la vida que pueden hacer imposible que una pareja mantenga relaciones sexuales. Pienso, por ejemplo, en largos periodos de abstinencia provocados porque un soldado parte a una guerra, o una enfermedad larga y dolorosa. Incluso eventos tan normales como el nacimiento de un hijo a veces implican que por un tiempo considerable el marido no pueda mantener contactos conyugales con su esposa.

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18.07.14

El obispo de Los Ángeles (Chile) explica la moral sexual católica

BacarrezaUna viva polémica, en torno a asuntos que son relevantes para los habituales de este blog, se ha venido desarrollando las últimas semanas, en las páginas de la sección Cartas al Director, de El Mercurio, el más importante y antiguo periódico nacional.

Todo comenzó con una carta que publicaron a un tal Jorge Costadoat S.J. (¿alguien sabe que significan esas letras? Suelen aparecer junto al nombre de disidentes) que el diario tituló ¿Progreso doctrinal en la moral sexual católica?, y donde el autor expresa sus personales expectativas sobre el sínodo convocado por el Papa Francisco para el año 2015. La carta no tiene nada nuevo, más allá de alabar la audacia de del Papa para cambiar lo que la Iglesia ha enseñado hasta ahora. (¿Será necesario explicar que el Papa es el guardián, no el dueño de la doctrina católica? Nah, los lectores son más inteligentes que este señor Costadoat)

Para no extendernos más de lo necesario, baste decir que esto produjo un intercambio epistolar en las páginas de El Mercurio, hasta que se publicó la siguiente carta de don Juan Esteban Ureta:

Señor Director:

Como simple miembro de la Iglesia Católica, aprovechando la tribuna que ofrece “El Mercurio", quiero hacer pública mi petición a los obispos chilenos, pastores de la Iglesia, que respecto de la controversia sobre la moral sexual católica, ejerzan su rol de legítimos maestros, aclarando a los católicos cuál de las dos es la postura ortodoxa de la Iglesia: si la del presbítero Jorge Costadoat S. J., quien nos enseña que la doctrina debe ajustarse a la praxis habitual y mayoritaria de los fieles, o la de sus contradictores, quienes afirman que los fieles han de hacer un esfuerzo por vivir de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia, aunque estas no sean fáciles de comprender ni menos de poner en práctica.

Pienso que en un tema como este, que afecta directamente la conciencia y vida moral de los católicos chilenos, la omisión de los obispos sería desorientadora.

Parece que lo único que restaba por hacer era pedirlo “por favor”, porque al día siguiente, es decir hoy, apareció en ese mismo espacio, el siguiente texto, que reproduzco íntegramente aquí.

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