Fernando Zamora Castellanos y la Navidad
El “resto del mundo que no es Costa Rica” debe conocer a Zamora Castellanos ya que, siendo político costarricense, podría llegar a ser nuestro presidente.
Desde hace tiempo se lo pido a Dios lo mismo que le pido me conceda darlo a conocer ya que, pese a las críticas que recibe, encuentro que es sobresaliente el hecho de que en Costa Rica tenemos un político que no guarda silencio acerca de sus convicciones.
Al final de su artículo colocaré lo que el mismo ha escrito en su página de Facebook a la que los dirijo mediante este enlace por si gustan solicitar su amistad.
El artículo me lo ha hecho llegar por Whatsapp y fue publicado originalmente en la sección TRIBUNA de El Imparcial
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Reflexiones de Navidad
Fernando Zamora Castellanos
Sábado 23 de diciembre de 2017
Celebramos un aniversario más del misterio de la Navidad. Para el alma desapercibida, la Navidad simplemente es momento de escape festivo; para la reflexiva, la Navidad confronta. Y lo hace escandalosamente, pues como bien lo observó Pablo de Tarso, ¿no fue acaso escandaloso para los judíos, el hecho de que el grandioso y esperado Mesías, naciera pobre y atribulado en el lugar destinado al descanso del rebaño? No perdamos la perspectiva del asunto esencial: lo que en la nochebuena festejamos es un acontecimiento. No celebramos una religión, ni una filosofía; menos aún una doctrina moral. Posicionándonos en el siglo primero de nuestra era, época en la que nació y vivió Jesús de Nazaret, somos confrontados con una cuestión cardinal: ¿qué sucedió en el itinerario de vida de aquellos que, siendo testigos de los hechos que rodearon al nazareno, concluyeron de forma tan determinante que “verdaderamente tú eres el hijo de Dios”? ¿Al punto de preferir morir martirizados todos, antes que negar que lo vieran resucitado? ¿Qué pasó en la vida, en la razón y en el corazón de aquella comunidad de hombres y mujeres, quienes llegaron a esa conclusión porque “vieron”? Lo que resulta claro, según los datos que nos proporcionan los evangelios, es que ellos se convencieron gradualmente conforme a lo que fueron contemplando. Llegaron a esa convicción, no por otra cosa sino por lo que testificaron. No por casualidad, el verbo más usado en los evangelios es uno: ver. Ese verbo se usa cien veces en el Evangelio escrito por Mateo y 220 en el escrito por Juan. Lo indispensable en este punto es entender el contexto de la Palestina entonces ocupada por Roma; sus discípulos eran hombres forjados en entornos muy rudos. Ya sea para Pedro, para Tomás, o aún más para el ex guerrillero Simón -el Zelote-, no contaba una romántica disquisición de ideas, sino únicamente lo que habían “visto” y “tocado”. “Lo que hemos visto con nuestros ojos…eso es lo que os comunicamos” (1Juan1:1-3).

Ahora bien, por qué la Navidad llama a estar en familia?
Tanta cosa que se nos ha venido encima que podría opacar la Navidad pero, no; no sucede.
Digo que no ha sido fácil no solo porque de los ocho obispos con su obispo auxiliar no tienen ni una década de haber sido nombrados, es más, la mayoría ha sido nombrada en los últimos cinco años por lo que, habiendo salido de donde estuvieran, no cabe duda de que se han dejado llevar por el Señor quien les ha marcado paso redoblado hasta el día de hoy en el que, finalmente, demuestran como una sola voz su amor al Evangelio, a la Iglesia y a las almas.
Costa Rica posee una ley para que los médicos puedan practicar el aborto cuando la vida de la madre corre grave peligro. Se viene practicando hace años sin mayor novedad y con un índice de 0% en mortalidad materna, de los mejores del continente.





