"¡Y se han alegrado!"
Desde que incursioné en internet fui progresivamente cayendo en la cuenta de que como católica y comunicadora tenía una gran tarea por delante que consistiría en lograr un encuentro personal que suscitara el interés sobre la verdad del Evangelio.

¡Fabuloso! Me ha venido como anillo al dedo
Verse de repente sin su ceguera no fue lo que al ciego de nacimiento le movió a creer sino lo que suscitó en su manera de pensar la provocación de los fariseos puesta en contraste con la mirada y los gestos que el Señor tuvo hacia su persona hasta el punto que le llevaron a responder: «Creo, Señor»
Desde este lado del charco y tan alejada de la amistad de curas como estoy en este momento de mi vida hallar noticias sobre sacerdotes que pagan abortos y otros que los justifican me resulta muy incómodo casi abrumador, tanto que muchas veces, ni siquiera leo el cuerpo de la noticia, pero no es razonable que lo haga porque hacerlo no hace desaparecer el hecho ni mi incomodidad.





