¿En qué se le habrán ido sus días a nuestro Señor Jesucristo?
Sentados esta mañana en una cafetería en una soleada mañana de invierno y mientras el sacerdote amigo nuestro funcionario de Ecclesia Dei hablaba de sus experiencias, de su vocación, de su trabajo, lo escuchaba en silencio y de pronto surgió en mí la pregunta: ¿Por qué diantre deseo la misa antigua? Nunca he participado en ella y conozco tan, pero tan poco del rito que me avergüenza por lo que me veo obligada a tratar de explicarme por qué. Si, por qué deseo la misa antigua?

Los lunes he venido por lo regular comentando cuestiones sobre Liturgia y creo que hoy no va a ser la excepción aunque existan
Qué es lo que se escuchamos detrás de nuestras quejas? Cuando me refiero a quejas, me refiero a cuando un acontecimiento como la JMJ provoca que alcen la voz los anti-clericales; por quejas me refiero no solo a esta su voz impertinente si no a la nuestra que reacciona indignada y se une a la pachanga. Qué es lo que escuchamos?
“El ejemplo de Pedro es impresionante. Él decidió seguir, se equivocó muchas veces, volvió a caer, dijo de todo, Jesús le reprendió como a ningún otro, pero al final: «¿Me amas?». ¿Cuál fue el milagro? Cristo había entrado hasta la médula en Pedro: «Mira, Señor, no sé cómo, pero toda mi simpatía humana es para ti, toda mi vibración humana es para ti, sabes que te amo. Hasta tal punto tu presencia se ha hecho una conmigo, que no puedo dejar de decir: “Te quiero”, aunque dentro de cinco minutos pueda traicionarte otra vez».





