Recibir un corazón de carne
A mamá, en el lecho de muerte, le dije: - “Vete en paz. Estaremos bien. Nos veremos pronto!”; en cambio a papá solo le dije que se fuera tranquilo. No le dije que nos veríamos pronto. No se lo dije sino hasta ayer, 11 de abril, en su primer aniversario.

Soy la hermana mayor de un hombre de 53 años y de una mujer de 46.
Hambre, definitivamente, están pasando las familias cuyos progenitores laboran en el sector agrícola; de ello me entero por vivir en el campo y por haber sido propietaria de un proyecto agrícola: los trabajadores agrícolas y sus familias pasan hambre.
Para un ama de casa el preparar alimentos para niños, jóvenes, adultos y ancianos que por lo regular comparten el mismo techo no es fácil máxime en tiempo de carestía y/o de cuaresma ya que cada uno, en su metabolismo, presenta diferentes necesidades.