El reino del chismorreo y la rumorología
Eso del chismorreo y de la gente chismosa es cosa que de siempre ha preocupado al papa Francisco. No pierde ocasión de denunciarlo y afear esa conducta. Es verdad que en la Iglesia se da mucho eso del rumor, del qué sabes de esto, qué se dice, parece ser… Sería bueno que nos preguntásemos por qué.
Oficialmente vivimos en una Iglesia transparente, dialogante, sinodal. Una Iglesia en la que todos somos protagonistas, todos corresponsables, todos partícipes, todos implicados en la vida eclesial. Iglesia de obligatorios, o casi, consejos pastorales en cada parroquia, diócesis. Oficialmente, porque en la práctica, y a la hora de la verdad, nadie sabe nada. Muchos compañeros me preguntan cosas: “tú que te mueves por esos mundos de la comunicación, qué sabes de…". Me dicen que en estos tiempos de sinodalidad, comunicación y apertura hay menos transparencia que nunca. Por eso surgen los rumores y hasta los chismes, porque cuando nadie sabe nada porque nadie cuenta nada, las cabezas sde ponen a dar vueltas, a sacar conclusiones por su cuenta y hacer conjeturas más o menos disparatadas.