Creí que venían con buena intención
Han pasado años. Comida de sacerdotes con el entonces cardenal arzobispo de Madrid, D. Vicente Enrique y Tarancón. El PSOE hacía unos meses que había ganado las elecciones generales. Un sacerdote, en aquella comida le preguntó: “Don Vicente, usted dijo en una ocasión que con gobiernos de izquierda la iglesia podría vivir mejor. ¿Lo mantiene?”. Su respuesta fue de las que hacen antología: “Yo es que creí que venían con buena intención”.
Tarancón era lo que entonces se calificaba como un obispo progresista, al que tocó en los años de la transición ejercitar sus buenos oficios para que las cosas fueran saliendo sin enfrentamientos, buscando consenso, tratando de aunar voluntades, según las estrictas instrucciones recibidas de Roma. Hizo su papel. Triste al final de su etapa como arzobispo de Madrid ese reconocimiento de mala voluntad por parte de sus interlocutores.

Espero que no se enteren de este artículo, porque si hay algo que no quieren es que se hable de ellas ni para bien ni para mal. Pero como no tienen internet, no leen blogs y pierden poco tiempo en mirar la prensa, a lo mejor hay suerte.
No quiero escaquearme en absoluto. Ayer escribía sobre conflictos que nos llegan como se dice vulgarmente “sin comerlo ni beberlo”. Los hay para escribir una enciclopedia por entregas.
Los grandes conflictos cura - parroquianos suelen ser siempre por temas menores que a los afectados les aparecen como montañas insalvables.
Al comenzar el año necesitaba dirigirme a todos los amigos de Infocatólica para agradeceros la acogida que me habéis brindado en estos meses con vosotros.