Los fieles ¿parte del problema?
Cuando comencé el blog uno de los títulos que consideré fue “Desde el otro lado del altar”, pensando que a los fieles les podría resultar interesante conocer la vida día a día de la parroquia pero desde el punto de vista del cura.
Hoy hablaré de las misas, que es el mayor punto de encuentro de fieles y comunidad. Sé que muchos fieles se quejan de ellas: que si el sacerdote no es suficientemente piadoso, si se alarga, si omitió un detalle necesario, si añadió una “morcilla” en sitio adecuado, si hoy se le nota distraído, si no sabe transmitir devoción. Tienen razón, pero me van a reconocer que en ocasiones no nos lo ponen fácil.
Permítanme exagerar un poco, pero les voy a contar cosas que se van percibiendo desde el altar aunque uno quiera estar en lo que está.


La táctica es cada vez más ineficaz de puro vieja. Cuando no se tiene discurso, cuando la credibilidad está bajo mínimos y las peleas internas han dejado de ser algo discreto para trascender, no queda otra que buscar un enemigo común y tratar de concitar a las huestes contra alguien.
No fue fácil dar con ella. Los domingos por la tarde si el tiempo anda revuelto se echan su partidita de bingo o de julepe. Pasadas las nueve pudimos hablar por teléfono, en casa. Porque tiene móvil, pero sólo lo enciende si va de viaje. Total, como ella dice, en el pueblo se la encuentra fácil.
Andamos de preparativos para la inauguración de la capilla de adoración perpetua en la parroquia, que tendrá lugar el domingo 17 de febrero a las 13 h., presidida por el cardenal-arzobispo de Madrid, Don Antonio María Rouco Varela.