Misas con niños. Necesitamos sugerencias
En la parroquia celebramos una misa los domingos con una especial presencia de niños. He de decir que personalmente me siento un tanto dividido. Comprendo que una misa donde los niños estén especialmente presentes es bueno, y a la vez tengo miedo de que acabemos infantilizando la misa, que los mayores la vean como un entretenimiento y los niños no se enteren de mucho.
Ayer lo hablaba con mi compañero, que es el encargado más directamente de la formación de niños y jóvenes. Y nos preocupa tanto que el próximo consejo pastoral de la parroquia lo vamos a dedicar al asunto. De momento he pasado a los consejeros la Instrucción general del misal romano, la Instrucción redemptionis sacramentum y el Directorio para las misas con niños.

En apenas un par de días han salido a la prensa dos supuestos casos más de conducta impropia de un sacerdote en el terreno afectivo: el párroco de Churra (Murcia) y el rector del seminario de Castellón. No ha habido juicio, ni sentencia, ni pruebas. Han bastado un video y unas fotos en un caso y la denuncia de un chavalote en otro. Con eso, los medios de comunicación han sacado el ventilador de las cosas sucias y se ha producido la condena mediática de los dos.
Soy de natural poco dado a médicos y remedios: controles de colesterol y las imprescindibles revisiones de bajos. Fuera de eso creo que la última vez que acudí al servicio de urgencias de un hospital debió ser hace más de veinticinco años por un esguince. Afición, lo que se dice afición, la justa.
El foro de curas de Vizcaya acaba de publicar su última hediondez. Una nota de su comisión permanente con el pomposo título de





