Primeras comuniones: ¿por qué no a los siete años, o incluso antes, si los niños saben lo que hacen?
No sé en otras diócesis, pero en Madrid, lo más común, es que los niños reciban su primera comunión en cuarto curso de primaria, es decir, entre los nueve y los diez años, y después de cursar tres años de catequesis, tras los cuales la inmensa mayoría desaparecen hasta vaya usted a saber cuándo.
En las parroquias, por la cosa de llevarnos todos bien, intentamos llevar esto a rajatabla por la cosa de tratar a todos por igual y que nadie se sienta ni discriminado ni privilegiado, lo cual acaba en una injusticia peor. Me explico.
El Decreto general para la aplicación del sínodo diocesano de Madrid recoge los “requisitos” para que los niños sean admitidos a la primera comunión:

Qué vergüenza, qué tomadura de pelo y vaya escándalo justo en el domingo en el que las lecturas dicen algo de una piedra de molino al cuello.
Complicadillo que es un servidor, empeñado en hacer las cosas al revés y de paso “suscitar” nuevas amistades, o al menos eso me dicen, que uno siempre haciendo amigos.
Parece que hay gente feliz con ello, pero un servidor lo está pasando mal. Quizá por mi propia forma de ser, tal vez por educación o genética. Qué sé yo. Lo único que puedo constatar, lo único que puedo decir ahora mismo es que solo sé que no sé nada, y que lo único que llego a comprender es que no comprendo nada.
Básicamente, este post lo publiqué hace más de dos años. Pero es que ahora, con lo de los refugiados, y sobre todo con el asunto del tan próximo sínodo sobre la familia, en cuanto dices que eres partidario de lo que ha dicho siempre la Iglesia y recuerda la Famiiaris Consortio y por supuesto el catecismo, directamente te tachan de ultracatólico y no hay necesidad de discutir más.