Están todos invitados a la fiesta parroquial

Hoy es así de sencillo y así de facilito.
Porque resulta que mañana la iglesia celebra la festividad de la beata María Ana Mogas, titular de la parroquia. Y como ustedes, lectores y comentaristas son también feligreses de esta parroquia y de algún modo de este humilde servidor, no quisiera que se quedaran al margen de la celebración.
El punto fuerte será la celebración de la eucaristía, a las 19:30 h., presidida por el Excmo. y Rvmo. Sr. D. Ubaldo Ramón Santana Sequera, arzobispo de Maracaibo (Venezuela) y en ella concelebraremos el Ilmo. Sr. Rvdo. P. Ángel Camino Lamelas, vicario episcopal de la vicaría VIII de la archidiócesis de Madrid, un servidor y los dos sacerdotes adscritos a la parroquia.
Contaremos con la presencia de la coral parroquial, y tras la misa compartiremos un aperitivo fraterno.
Pues si alguen puede y quiere acompañarnos, bendito sea Dios. Y si no es posible, al menos gocen de la fiesta aunque sea en la distancia y recen por nosotros.

Una familia acaba de despedirse de la parroquia. No volverán más, y me dicen que no son los únicos. La razón es que han descubierto que somos una parroquia que no da facilidades.
No sé en otras diócesis, pero en Madrid, lo más común, es que los niños reciban su primera comunión en cuarto curso de primaria, es decir, entre los nueve y los diez años, y después de cursar tres años de catequesis, tras los cuales la inmensa mayoría desaparecen hasta vaya usted a saber cuándo.
Qué vergüenza, qué tomadura de pelo y vaya escándalo justo en el domingo en el que las lecturas dicen algo de una piedra de molino al cuello.
Complicadillo que es un servidor, empeñado en hacer las cosas al revés y de paso “suscitar” nuevas amistades, o al menos eso me dicen, que uno siempre haciendo amigos.