Instituciones católicas vergonzosas y vengonzantes
Oigan, que es la impresión de uno, muy posiblemente equivocada. Pero como es lo que pienso, y en el blog escribe un servidor y es libre para hacerlo, pues lo digo.
Y lo que digo, constato, creo y pienso es que pareciera que los católicos tenemos vergüenza, complejo, miedo, susto, pavor de mostrarnos como tales. Hombre, Jorge, que te estás pasando. Pudiera ser, pero cuento hechos y luego ustedes sacan sus propias conclusiones.
Hace apenas unos días les contaba lo de la campaña de los “sin hogar” de Cáritas, en la que se nos daba un material de campaña sin que en él aparecieran ni una sola vez palabras como Dios, evangelio, Jesucristo.

Rafaela es tenaz como una mula de las que había antes por su pueblo. Semana a semana asiste impertérrita a las reuniones de mujeres que celebra don Jesús. A estas alturas ni don Jesús comprendería una reunión sin tener frente a sí a la tan siempre peleona como cariñosa en el fondo de Rafaela, ni Rafaela podría faltar a la cita con su párroco. Ya saben eso de que “amores reñidos son los más queridos”, que se dice en su pueblo.
Para empezar, y perdón por el exabrupto, a mí que no me vengan a tocar las narices con lo de estar con los pobres. Durante casi cuatro años funcionó en la parroquia el SOIE (servicio de orientación e información para el empleo) de nuestro arciprestazgo, con más de mil personas atendidas y un índice de colocación del 40 %. Hoy no está en la parroquia porque Cáritas Vicaría decidió suprimirlo y centralizar todo. Supongo que por nuestra ineficacia.
Hay que hacer de todo. Gente tenemos en grupos de formación, pero mucha más a la que eso de acudir periódicamente a las reuniones de la parroquia pues como que les cuesta. Por eso desde hace tiempo, además de los grupos normalitos de formación, programamos otras actividades formativas pero más puntuales, como pueden ser exposiciones, presentaciones de libros, conferencias…
Y a este paso San José, la Virgen de la Merced, la Pilarica…





