Los horarios de misas del cura de pueblo: entre pilates y el aula de costura
He de reconocer que tengo unos horarios de misas de lo más peculiar. Cada día, uno distinto, cada pueblo, una necesidad.
Al llegar a mis pueblos decidí celebrar misa cada día en un pueblo. Facilito. Dos días en cada sitio y el mismo horario. Je. Eso me creía yo.
Propuse en La Serna celebrar los miércoles. Los miércoles, no, por Dios, que tenemos el aula de costura. Vale. ¿El jueves? Mejor el jueves. ¿A las seis, que las tardes de invierno son cortas? Vale a las seis.
Braojos entonces lunes y miércoles. Y claro, también a las seis. No puede ser. ¿Cómo que no puede ser? Los lunes tenemos aula de adultos y no salimos hasta las seis y media. Perfecto. Pues entonces a las seis y media. Y ya el miércoles a la misma hora, también a las seis y media. El miércoles no. ¿Cómo que no? Es que a las seis y media tenemos pilates… Muy bien. Lunes seis y media y miércoles a las seis.

La libertad de expresión ya se sabe que depende. Si eres de los míos, es decir, progre y más de pata negra, no es que tengas absoluta libertad de expresión, es que además entrarás en la categoría de profeta de hoy. Pero, amigo, si no eres de los míos, serás carca, conservador, mala persona, siniestro, desleal y algunas cosas más que iré recordando. La libertad de expresión es para todos aquellos que dicen lo que yo decido que deben decir, que eso es democracia.
Se puede ser creyente o no, eso es cosa de la gracia de Dios y de la libre respuesta del hombre. Lo que no se puede ser es analfabeto y encima, como se dice vulgarmente, no cortarse un pelo.
O me preocupa o me… lo que sea. El caso es que pasado mañana martes, si Dios no lo remedia, tendremos en España un nuevo gobierno. Por primera vez, desde los años treinta del siglo pasado, tendremos un gobierno de coalición socialistas - comunistas, apoyados por lo mejor de cada casa: independentismo radical y terrorismo etarra.
Posiblemente hoy haya sido día de verduritas y plancha. Quizá incluso hasta de intenso paseo. Me dicen que Rafaela y Joaquina se han acercado hasta el río, y no pilla cerca. Y hasta un pajarito me ha contado que esta mañana ha sido sorprendido el señor Ramón buscando, un año más, su librito de Assimil con la sana intención de pasar por una vez del “my tailor is rich”, a la vez que depositaba tabaco y mechero en la papelera más próxima, que su señora, Marcela se ha apresurado a recoger sabiendo que muy posiblemente volvieran a ser imprescindibles en días u horas.