Los raros catequistas del arciprestazgo de El Molar
O que están teniendo buena formación y excelente acompañamiento. Quizá sea eso.
Este pasado sábado decidieron subir a Braojos un grupo de catequistas y sacerdotes del madrileño arciprestazgo de El Molar para tener un día de convivencia, formación y oración.
- Nada, Jorge, una cosa sencillita… ¿Nos podrías enseñar el templo parroquial de Braojos?
- Claro.
- Y luego… ¿una charla sobre catequesis?
- Sea.
- ¿Y acompañarnos luego en un tiempo que tenemos previsto de adoración ante el Santísimo?
- Sin problemas.
- ¿Y en la posterior puesta en común?
- Contad con ello.

Como ustedes ya saben que servidor es un tanto peculiar en sus afirmaciones y criterios, estoy seguro de que no les sorprenderá nada si digo que no espero gran cosa del reciente congreso de laicos.
Me he leído, bien que en una primera lectura apresurada, la exhortación apostólica “Querida Amazonía”.
Muchas veces intentar arreglar las cosas no hace más que ponerlas peor. Cuentan que, en una ocasión, retransmitiendo un concierto, el locutor anunció: “en este momento salen los músicos con su instrumento en la mano”. Silencio y aclaración: “nos referimos a los instrumentos de tocar, naturalmente”. Pues eso, que mejor dejarlo como está.
Ayer fue un domingo raro. O quizá tengamos que acostumbrarnos.