El cura está con gripe
Una de las cosas que pretendo con este blog es acercar la vida del cura corriente a los lectores para que vayan conociendo qué somos, cómo vivimos, nuestras dificultades, las alegrías, el día a día.
En alguna ocasión he hablado de compra, comida, plancha y cristales. Hoy quería contaros que estoy griposo. Ayer fui notando cómo empezaba la cosa por la tarde, y la misa vespertina fue todo un poema. No creía que estaba tan limitado, pero tuve dificultades hasta para celebrar y predicar. Cosas de la garganta que se empeñó en fallar.
Esta mañana he celebrado a primera hora. Creía que no estaba tan mal, pero me ha costado. Ahora estoy en casa, con unas decimillas de fiebre y bastantes molestias.

Todavía te encuentras con algún católico de buena voluntad que ante el desencanto con la política en general, y con los dos partidos mayoritarios en particular, te dice que se está planteando para las próximas votar a Unión, progreso y democracia, el partido de Rosa Díez.
Dos semanas desde que abrimos en la parroquia la capilla de adoración perpetua. Gente hay que me pregunta qué tal van las cosas, si se cubren los turnos, si hay ambiente de oración, si lo vemos posible.
Hoy voy a ser generoso, y hasta me voy a creer el número de “yayoflautas” que según