¿Todos somos culpables? Mucho que matizar...
Es demasiado sencillo: “todos mentimos, todos somos agresivos, todos somos intolerantes, todos tenemos la culpa, todos hacemos mal, todos violamos, robamos, engañamos, estafamos, hacemos daños, faltamos al respeto, todos responsables de mil maldades…”
Necesito hacer algunos matices. Al menos tres. Y seguro que los lectores sacarán también sus propias conclusiones.
Matiz 1. Por favor, que cada cual hable de sí mismo: si engaña, roba, miente, calumnia, abusa… y que deje a los demás. ¿Qué sabemos si el otro roba o no, si miente o no, si engaña o es honrado? ¿Por qué lo afirmamos con tal rotundidad? Cada uno de nosotros sabrá cómo se conduce en su vida. Pero no tiene por qué juzgar a la humanidad entera afirmando que TODOS tal y cual. A la vez que afirmamos que no hay que juzgar, proclamamos contundentemente que TODOS ladrones, violentos, agresivos, responsables de todos los males de la humanidad. Bastante tarea tiene cada uno con revisarse para decidir que TODOS tal cosa. Pues no.

Pues esto fue una curiosa iniciativa pastoral que servidor había visto en algún sitio y que se me ocurrió que podría resultar algo curioso e interesante para la parroquia.
Los que pasan de los cincuenta seguro que recuerdan aquel famosísimo programa de Alberto oliveras que triunfó en la cadena SER durante muchos años: “Ustedes son formidables”. Eran los años sesenta y España tenía aún mucho de negrura goyesca. Por las ondas se presentaban dramas y dramones de todo tipo y especie suscitando la colaboración ciudadana para paliar desgracias de todo tipo tanto personales como colectivas. Eran otros tiempos.
Otro comunicado más sobre la crisis. Y van algo así como tropecientos. Cada uno de ellos respaldado por un hinchadísimo número de firmantes y “apoyantes” para hacer creer que son cientos y cientos, miles y miles quienes lo suscriben.
Así me lo soltaron no hace mucho en un comentario. Que menos ortodoxia y más ortopraxis. Simpático el muchacho.





