Esta mañana he jurado bandera
Servidor no hizo el servicio militar en su momento. Religiosos y seminaristas estábamos exentos por razón del concordato. A cambio, se nos llamaba a jurar bandera al cumplir los treinta años y las diócesis y congregaciones religiosas colaboraban cediendo algunos sacerdotes temporalmente como capellanes castrenses.
Tampoco recibí la llamada para la jura de bandera. Supongo que la cosa fue quedando en desuso y nunca más. Y hasta hoy.
Antes de nada he decir que ante la existencia del ejército no solo no siento ninguna aversión, sino más bien profundo agradecimiento. Ya sé que lo políticamente correcto es eso de ejércitos fuera y policía represora y mantener el discurso de que los cuerpos y fuerzas de seguridad son la represión y la barbarie. No seamos ingenuos. Y,a quisiera yo que todos fuéramos ángeles celestiales viviendo el reino de Dios en este mundo y que palabras como delito y pecado fueran tan solo entradas olvidadas en un perdido diccionario.

Muy cercanas las fechas de primeras comuniones en la parroquia. Aunque, como es natural, los niños tienen sus catequistas, estos días de forma especial charlamos con ellos mi compañero y un servidor.
A ver cómo tenemos las agendas. Porque este post, entre otras cosas, es una invitación formal a la presentación del libro “De profesión, cura” cuyo autor es un servidor. La presentación tendrá lugar el viernes día 10 de mayo, a las 20 h., en la parroquia de la Beata María Ana Mogas, calle Bella Altisidora, 6, de Madrid. Aviso a navegantes que disponemos de metro prácticamente a la puerta: línea 10, estación de Tres Olivos, y los autobuses 66 y 137.





