Un fin de semana de infarto
Este fin de semana nos está viniendo entretenido. Les cuento algunas cosas, que alegrarán a los amigos, a riesgo de úlcera estomacal a otros. El Almax es eficacísimo.
 La movida comenzó ayer viernes con la recogida del premio que nos ha concedido el grupo de empresas PASCUAL al Economato Solidario de Cáritas de nuestra parroquia, como proyecto social ganador entre los numerosos presentados. Cinco mil euros en metálico, amén de asesoramiento profesional y otros apoyos. Contento por el donativo y, sobre todo, por el reconocimiento a los voluntarios del proyecto, que se están dejando la piel en el intento. Comenzamos hace ahora tres años atendiendo a sesenta familias, y hoy pasan ya de 120, lo que nos lleva a los aproximadamente quinientos beneficiarios, que pueden realizar su compra habitual en el economato con descuentos de entre el 70 y el 80 % con relación al precio de los mismos productos en el mercado habitual.
La movida comenzó ayer viernes con la recogida del premio que nos ha concedido el grupo de empresas PASCUAL al Economato Solidario de Cáritas de nuestra parroquia, como proyecto social ganador entre los numerosos presentados. Cinco mil euros en metálico, amén de asesoramiento profesional y otros apoyos. Contento por el donativo y, sobre todo, por el reconocimiento a los voluntarios del proyecto, que se están dejando la piel en el intento. Comenzamos hace ahora tres años atendiendo a sesenta familias, y hoy pasan ya de 120, lo que nos lleva a los aproximadamente quinientos beneficiarios, que pueden realizar su compra habitual en el economato con descuentos de entre el 70 y el 80 % con relación al precio de los mismos productos en el mercado habitual.

 Menuda cara se le quedó al párroco de N., cuando esa mañana, al organizar el siguiente fin de semana, don Jesús, un sacerdote colaborador, le soltó a bocajarro, sin anestesia ni nada, que misas lo que hiciera falta, distribuir la comunión, atender el despacho, hacer papeles, bautizar…  Pero que él no volvía a sentarse en un confesionario.
Menuda cara se le quedó al párroco de N., cuando esa mañana, al organizar el siguiente fin de semana, don Jesús, un sacerdote colaborador, le soltó a bocajarro, sin anestesia ni nada, que misas lo que hiciera falta, distribuir la comunión, atender el despacho, hacer papeles, bautizar…  Pero que él no volvía a sentarse en un confesionario. Sé que no debiera afectarnos, pero los sacerdotes somos humanos, afortunadamente, y como tales, débiles y flojuchos en nuestra fe. Bien sabemos que no podemos esperar otra paga que al mismo Cristo, y que uno siembra y quién sabe dónde se producirá la cosecha. Pero… como somos humanos, gracias a Dios, nos gustaría cosechar éxitos humanos, recibir enormes respuestas, sentir cómo nuestras acciones pastorales levantan entusiasmos y el mundo, aunque sea el mundo clerical y parroquial, nos aplaude con pasión.
Sé que no debiera afectarnos, pero los sacerdotes somos humanos, afortunadamente, y como tales, débiles y flojuchos en nuestra fe. Bien sabemos que no podemos esperar otra paga que al mismo Cristo, y que uno siembra y quién sabe dónde se producirá la cosecha. Pero… como somos humanos, gracias a Dios, nos gustaría cosechar éxitos humanos, recibir enormes respuestas, sentir cómo nuestras acciones pastorales levantan entusiasmos y el mundo, aunque sea el mundo clerical y parroquial, nos aplaude con pasión. Esto es lo de Mahoma y la montaña, ya saben. Nuestra parroquia es pequeña para lo que es Madrid. Yo no sé si pasamos de los ocho mil habitantes. Además, es casi barrio dormitorio. Salir por la mañana y acercarse a la plaza de Tres Olivos es algo bastante parecido a un paseo por el centro del Sáhara a las cuatro de la tarde. Algún despistado y poco más.
Esto es lo de Mahoma y la montaña, ya saben. Nuestra parroquia es pequeña para lo que es Madrid. Yo no sé si pasamos de los ocho mil habitantes. Además, es casi barrio dormitorio. Salir por la mañana y acercarse a la plaza de Tres Olivos es algo bastante parecido a un paseo por el centro del Sáhara a las cuatro de la tarde. Algún despistado y poco más. Sor Lucía Caram y un servidor ya tuvimos algún encontronazo. Incluso
Sor Lucía Caram y un servidor ya tuvimos algún encontronazo. Incluso 
        