Crónica del estreno del misal. ¡Gracias, D. Javier!
 Desde que llegó a la parroquia la nueva edición del misal romano, allá por diciembre, he de decir que lo he venido leyendo y hojeando con mucha frecuencia para conocer esta edición, familiarizarme con los textos y repasar las rúbricas.
Desde que llegó a la parroquia la nueva edición del misal romano, allá por diciembre, he de decir que lo he venido leyendo y hojeando con mucha frecuencia para conocer esta edición, familiarizarme con los textos y repasar las rúbricas.
Vaya por delante lo grato de la encuadernación y presentación. Es de esos libros amables para el tacto, buena letra, cuidada edición y apertura cómoda, que no siempre. Las pestañas cuidadísimas, aunque uno tiene que echar un rato para aprenderse bien cada cosa.

 Es que, verán ustedes, me acabo de releer la
Es que, verán ustedes, me acabo de releer la  Mala cosa esa sensación de vivir bajo la ley del embudo, según la cual algunos tienen patente de corso no solo para hacer lo que les venga en gana, sino para cachondearse abiertamente de las cosas más santas de cada uno, eso sí, dejando claro que lo hacen únicamente por pura libertad de expresión y dejando claro que si alguien se burla de tu madre y tú protestas, eso es únicamente por tu falta de talante democrático amén de fruto de tu desfasada ideología fascista que te lleva a la intolerancia.
Mala cosa esa sensación de vivir bajo la ley del embudo, según la cual algunos tienen patente de corso no solo para hacer lo que les venga en gana, sino para cachondearse abiertamente de las cosas más santas de cada uno, eso sí, dejando claro que lo hacen únicamente por pura libertad de expresión y dejando claro que si alguien se burla de tu madre y tú protestas, eso es únicamente por tu falta de talante democrático amén de fruto de tu desfasada ideología fascista que te lleva a la intolerancia.  
        