Siete novicias para las Hijas de María Inmaculada
Día grande ayer. La casa de las Hijas de María Inmaculada de Buitrago del Lozoya acogió la entrada en el noviciado de siete jóvenes. Lo hacen en una sencilla ceremonia en el rezo de laudes. A continuación, la misa, que presidió un servidor. Menudo atrevimiento dar comienzo al noviciado nada menos que en la fiesta de Santa Teresa de Jesús.
Quise profundizar en la homilía en esas palabras del evangelio de ayer, fiesta de la santa de Ávila: “Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños". Y es que en estos tiempos los listos de este mundo difícilmente podrán comprender la grandeza de la negación de uno mismo para ofrecerse por entero a Dios en la vida religisa.
Tras esta primera reflexión, tres palabras de santa Teresa de Jesús:
“Solo Dios basta”. Lo único que colma el corazón hambriento del ser humano. Todo lo demás, incluyendo actividades solidarias, buenas, compromisos sociales y proyectos de vida, no sirve de nada si no está fundamentado en Dios. Solo Dios colma la infinita sed del hombre.
“¿Qué mandáis hacer de mí? Si queréis que esté holgado, quiero por amor holgar, si me mandáis trabajar, morir quiero trabajando. Amén.” Que en todo busquemos la voluntad de Dios, porque no se trata de lo que yo quiero, de lo que la gente reivindica, de lo que nos parece más conveniente. Se trata de pensar qué es realmente lo que quiere Dios. Demasiadas veces hablamos de que la gente pide, la sinodalidad reivindica y los tiempos recomiendan. Lo único que importa es lo que Dios quiere.
“Al fin muero hija de la Iglesia”. No hay renovación ni santidad posibles fuera de la Iglesia. Pobre de aquél que pretenda nada al margen de la fe, la doctrina, la tradición de la Iglesia, al margen de las propias constituciones del Instituto. Mal negocio.
Una gracia de Dios para un servidor poder atender a estas hermanas un par de días por semana. No sé a ellas, pero a mí me hace mucho bien.
29 comentarios
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Jorge:
¿Y quién ha dicho que sean españolas?
Como decía el cardenal Sarah en su libro: "ó Dios ó nada".
Como decía el Maestro: "ó con Él ó contra Él".
Como decía el Apocalipsis de San Juan: "Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca."
¡Lo importante es que recen por España!
...sí, estamos muy mal, fatal. Y como ésto sólo lo puede arreglar ya Dios, entonces la oración es lo que más necesitamos, con mucha diferencia. Así que vengan del mundo entero, como nosotros fuimos al mundo entero, para que recen por nosotros y por nuestra España, para que Dios nos salve, ya que los españoles están a otras cosas y han perdido la fe. No todos, gracias a Dios, pero sí una mayoría, lo cual es auténticamente terrible.
Así que padre, "enchúfenos" y rece junto a las monjitas por España, por la conversión de nuestra Patria y de los españoles y el advenimiento de un sistema y unas leyes católicas, dos veces por semana ya es un gran paso... ¡lo necesitamos!.
Dios bendiga a esas novicias y nuestra Señora las guíe por el camino de la santidad.
Mi enhorabuena D. Jorge, por las gracias que Dios le concede, que den fruto abundante para gloria de Dios.
¿De verdad importa el pasaporte de unas novicias más que su entrega a Cristo?
Esa amargura por un hecho circunstancial —que hoy las vocaciones vengan de otros pueblos— revela una fe centrada en la raza, no en la gracia.
La Iglesia no es una tribu nacional, sino el Cuerpo de Cristo extendido por el mundo entero.
Quien se lamenta de que esas jóvenes no sean “de aquí” se comporta como el fariseo que presume de su linaje mientras el publicano, desde lejos, se golpea el pecho.
Dios no necesita que las vocaciones sean españolas: necesita corazones dóciles, vengan de donde vengan.
Creer que la batalla está perdida porque cambian los rostros es no haber entendido que el Evangelio ya venció hace dos mil años.
Que nuestra admirada Santa Teresa nos ayude a volver nuestros ojos y nuestro corazón a Dios. ! Sólo Él basta ! .
En mis oraciones siempre, padre Jorge. ! Dios lo bendiga!
Y... ,¿lo son las madres de los niñis que nacen en España?
El año pasado fui a recoger a mis nietos al colegio en un pueblo grande de Csstilla-Leon. La mayoría de las madres y los niños no eran españoles.
Y algunos niños españoles los recogisn mujeres que no lo eran.
Hace unos dias he podido observar lo mismo en un colegio de un pueblo de la costa levantina.
Y en este pueblo que tiene dos iglesias católicas, tiene más entre mezquitas e iglesias de otras confesiones cristianas.
Me senté cin mi esposa en un banco del parque y cerca habia una señora contando a un niño cuentos típicos de Sudamérica. Eran cuentos que yo habia aprendido en los tiempos en que fui guía voluntario del museo de América.
Es decir muchas madres de los niños que nacen en España no son españolas y ademas a algunos niños con madres españolas los recogen señoras que les cuentan cientos de otras culturas y eso tiene alguna trascendencia.
El futuro esta claro: si los españoles no quieren o no pueden tener hijos, pues dentro de poco no podrá haber ni monjas, ni curas, ni gobernantes, ni quienes atiendan a los mayores, ni nada, digamos que sus abuelos fueran españoles.
En muchos pueblos se estan facilitsndo viviendas gratis a matrimonios jovenes con hijos. Normalmente acuden extranjeros.
Y las grandes y bonitas iglesias se hunden.
Siempre ha sido así. Si un fértil huerto queda abandonado, suele venir otro que lo cuide y lo labre... claro a su manera.
No. España, este territorio que llamamos España es un buen territorio, no quedará deshabitado por mucho que lo intentemos.
O España vuelve a ser luz de Trento y martillo de herejes sinodales, y conseguimos un mínimo de mil ordenaciones de nacionales por año, o España y cristiandad morirán y serán sustituidas por la Sharia y el burka.
Dicho lo cual, recemos por las vocaciones y por estas novicias que recuerdan a las españolas que Dios las espera, por qué no en un convento.
Enhorabuena por el día tan dichoso que tuvo ayer.
Y habrá que rezar por todos aquellos que no toleran
consagradas de tez morena. Como español no castellano,
doy gracias a Dios por los religiosos que me formaron y
además en perfecto español de Castilla la Vieja.
QDLB y a por la siguiente promo de novicias.
¡Enhorabuena!
Y en cuanto a lo que Vd. ha desarrollado magistralmente en este post. Qué sin fundamento en Dios, de nada valen esfuerzos y solidaridades:
¡Amén!
¡Ave María!
Pero en mi caso sí que pensé que eran españolas, con gran alegría y sorpresa, y al leer el mensaje de Somatén comprendí con tristeza que sólo una de ellas era española... ¡no porque tenga manía a las otras! ¡qué tontería!, agradezco infinito que mujeres de Dios que se hacen monjas vengan a rezar a España, y a ayudarnos (muchas veces vienen aquí porque antes monjas españolas fundaron conventos allí, y eso también es muy bonito), y eso es lo importante.
La tristeza infinita, e incluso la vergüenza propia, es que aquí en España estemos en la más profunda apostasía, terrible, árida, brutal. Por eso le pido a Don Jorge y a las Hijas de María Inmaculada que recen también mucho por España, porque esta apostasía brutal es un dolor enorme, y nuestra patria está al borde de la desaparición.
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Fernando, quería decirte que para que haya apostasía real, primero hay que conocer las verdades de la fe y rechazarlas explícitamente. Y eso, sinceramente, no ocurre en el 99% de los bautizados españoles entre 18 y 55 años, al menos en mi experiencia y en la de muchos que conozco. Recibimos una catequesis pésima, con clerigos que venían de la época del Mayo del 68, y vivimos una época de expansión pansexual brutal y de arrinconamiento de la fe, que ha dejado a la mayoría muy confundida.
Así que, aunque la gran apostasía llegará en algún momento, hoy por hoy no estamos en ella. Lo que hay es desinformación, desconcierto y falta de formación profunda, pero no un rechazo consciente y deliberado de la fe.
LO QUE HAY HOY DIA SE SINTETIZA EN EL PUNTO 29 DEL CATECISMO:
“Pero esta "unión íntima y vital con Dios" (GS 19,1) puede ser olvidada,
desconocida e incluso rechazada explícitamente por el hombre. Tales actitudes pueden tener orígenes muy diversos (Cf. GS 19-21): la rebelión contra el mal en el mundo, la ignorancia o la indiferencia religiosas, los afanes del mundo y de las riquezas (Cf. Mt 13,22), el mal ejemplo de los creyentes, las corrientes del pensamiento hostiles a la religión, y finalmente esa actitud del hombre pecador que, por miedo, se oculta de Dios (Cf. Gn 3,8-10) y huye ante su llamada (Cf. Jon 1,3)”
NO HAY APOSTASÍA, HAY MUCHO 29 DEL CATECISMO.
Bendito sea Dios que suscita llamadas a entregarse a Él. Bendito sea Dios, que nos protege. Bendito sea Dios. Que nos conserva en un agujero mientras el Malvado conquista el mundo.
¿Sabe usted qué significa la palabra católica?
¿Ha leído a Sabino Arana cuando establecía la enorme diferencia de ser vasco o de Burgos?
¿Tiene como costumbre pintar edificios de Viena con un pequeño y ridículo bigote?
La mayoría de los bautizados entre 18 y 55 años hemos recibido catequesis de saldo: fragmentada, superficial y, en muchos casos, impartida por clerigos que venían del Mayo del 68 y que vivieron una época en que la fe estaba más arrinconada que una librería de teología en rebajas. Añádele una cultura de expansión sexual brutal y mensajes contradictorios de la sociedad, y obtienes un cóctel de confusión espiritual, no de apostasía consciente.
Así que, mientras algunos de nosotros “flotamos” entre la misa del domingo y Netflix, no estamos rechazando explícitamente a Dios, sino navegando sin mapa por la vida moderna. La gran apostasía llegará el día que la mayoría de los bautizados conozca realmente la fe y diga “no, paso”, y te aseguro que hoy por hoy ni estamos cerca de eso.
En resumen: confundidos sí, rebeldes conscientes, todavía no. Por ahora, más que apostasía, lo que hay es una especie de zona gris espiritual, donde la fe sobrevive como esos electrodomésticos viejos que funcionan aunque nadie sepa cómo.
Mucha gente habla de apostasía en España como si estuviera ocurriendo en masa, pero si miras la realidad de cerca, no cuadra con lo que realmente se ve. Para que haya apostasía hace falta rechazo consciente de la fe, no solo indiferencia, confusión o abandono de la práctica. Pero lo que yo observo en mi entorno y en la sociedad es otra cosa completamente distinta.
La mayoría de los bautizados entre 18 y 55 años no han conocido a fondo las verdades de la fe. Muchos recibimos una catequesis superficial o improvisada, impartida por personas formadas en épocas de fuerte cuestionamiento cultural, y en un contexto social donde la fe estaba arrinconada y la moral se movía a golpe de moda. Resultado: la gente está confundida, curiosa, desconcertada, incluso irónica, pero no ha dicho “no” de manera explícita a Dios.
La gran apostasía, la verdadera, llegará el día que la mayoría conozca la fe y la rechace deliberadamente. Hoy, en cambio, lo que tenemos es un paisaje de confusión, pérdida de referencias y descuido de la formación, donde muchos bautizados aún mantienen la fe latente, aunque sea difusa, intermitente o silenciosa. La realidad demuestra que no estamos ante un rechazo consciente, sino ante generaciones navegando en zona gris, intentando comprender algo que les enseñaron de manera incompleta.
En resumen: hablar de apostasía hoy es una exageración. La evidencia en la vida cotidiana —personas que buscan sentido, se casan por la Iglesia, bautizan a sus hijos, o incluso meditan en valores cristianos sin etiquetarlo— demuestra que la fe no se ha roto, simplemente está desordenada y confundida, pero no abandonada de manera consciente.
Apostasía, según el Canon 751 del Código de Derecho Canónico, es:
“el rechazo total de la fe cristiana”.
Por tanto, no basta con dejar de practicar la fe o de asistir a misa:
para que haya apostasía se requiere un acto libre, consciente y formal de rechazo de la fe y de la comunión con la Iglesia.
En cambio, los llamados “católicos alejados” son personas que:
fueron bautizadas en la Iglesia Católica,
conservan el bautismo (que imprime carácter y no se borra),
pero han dejado de practicar o de participar activamente,
sin necesariamente renegar explícitamente de la fe o de la Iglesia.
Por tanto, desde el punto de vista jurídico y teológico, no son apóstatas, sino católicos no practicantes o alejados.
2. La posición del Derecho Canónico
El Canon 205 indica quiénes están en plena comunión con la Iglesia:
“Están en plena comunión con la Iglesia aquellos que, poseyendo el Espíritu de Cristo, aceptan su entera constitución y todos los medios de salvación establecidos en ella, y están unidos a su régimen visible…”
Los católicos alejados siguen siendo miembros de la Iglesia por el bautismo, aunque no estén en plena comunión por su falta de práctica o participación.
El Canon 849 recuerda que el bautismo “constituye la incorporación a la Iglesia”, y esa incorporación es indeleble.
En cambio, el acto de apostasía implica una separación formal y voluntaria, reconocida por la autoridad eclesiástica.
Por ejemplo, cuando alguien declara expresamente por escrito que renuncia a la fe católica.
En España, incluso en términos administrativos, la “baja de la Iglesia” (o “apostasía formal”) se reconoce solo si existe una declaración expresa y documentada ante una autoridad eclesial.
Por tanto, quien simplemente se aleja sin hacer esto, no es considerado apóstata.
3. Enfoque pastoral
El Papa Francisco y otros pontífices han insistido en que la Iglesia debe salir al encuentro de los “católicos alejados” o “bautizados no practicantes”, precisamente porque siguen perteneciendo al Pueblo de Dios.
El documento de Aparecida (CELAM, 2007), en el n.º 286, habla de “los bautizados que no viven las exigencias del bautismo”, a quienes hay que “reavivar en su fe”, no tratarlos como apóstatas o exmiembros.
Mantra falso y que deforma la realidad!
Aclaro el sentido de mis palabras, pues quien realmente las ha comprendido es Fernando Cavanillas, porque lo que dije es lo que él ha entendido. Haddock, catolicismo es universalidad. Que no sinodalismos, ecologías, buenismos y traernos migrantes para rellenar nuestros conventos y seminarios vacíos por apostasía de españoles.
Efectivamente, no tiene nada de malo que extranjeros copen seminarios y monasterios. Al contrario. Bendito sea Dios. Son católicos y no sarracenos. Pero no deben contarse como vocaciones del seminario o convento, porque solo cuentan las de españoles o residentes en España. Y si esto es racista, antisonodal, preconciliar y hasta infocatolico, mea culpa. África tiene superávit, pero no podemos traernos a los jóvenes del negro continente y decir que son vocaciones de aquí. Otro tanto para el continente americano y los hispanoamericanos países. Con perdón.
Por desgracia, España es traidora a Dios y al Evangelio y los padres entregan a sus hijos a cualquier degeneración, tan contentos, pero detestan que sus hijos sean hijos de la Iglesia. España pagará su alta traición a Nuestro Señor Jesucristo.
Por supuesto D. Jorge ha obviado la referencia a la nacionalidad, pero no ha ocultado nada; simplemente no se ha pronunciado. Precisamente por eso llama más la atención el texto y la foto. La foto de la apostasía de los españoles y su sinodal Iglesia católica.
Creo que ahora se entenderá mejor. No haré aclaración alguna más.
"O España vuelve a ser luz de Trento y martillo de herejes sinodales, y conseguimos un mínimo de mil ordenaciones de nacionales por año, o España y cristiandad morirán y serán sustituidas por la Sharia y el burka."
Me parece que hay una gran contradicion en desear ser "martillo de herejes" y quejarnos de que, quienes nos creen herejes nos machaquen a martillazos o a machetazos.
España terminará en breve siendo musulmana, como hasta ahora ha sido católica. Por la misma razón: porque seran mayoria como nosotros lo fuimos.
Con una circunstancia a su favor que ellos, los creyentes y no creyentes estan orgullos de su religion y/o su cultura y los "españoles" no tanto o nada.
En todo caso, una vez más, España no está siendo conquistada, sino que está siendo entrefada.
Y si antes fuimos "martillo" tiene toda la pinta de que pronto seremos yunque, o vestiremos... turbante.
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