De la conjuración judeo masónica al sínodo de la sinodalidad
Cuando a un político las cosas no le salen del todo como él se pensaba, la tendencia es a culpabilizar de todo a elementos externos. De tiempos de Franco era conocido lo de la conjuración judeo masónica y la pertinaz sequía.
Cada vez que Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, tiene problemas, y últimamente se le acumulan, recurre a los argumentos más peregrinos, empezando por Franco, y siguiendo por Filomena, el COVID, el volcán de La Palma y la guerra de Ucrania, al punto que en el Congreso de los diputados ya se cachondean abiertamente del argumentario.