Entre gustos, lo de siempre, lo que vende y lo que necesitamos
Es que estamos a menos de un mes de la Navidad y se nos acumulan las cosas. Es Navidad y algo hay que hacer.
Gustos. Primera tentación y no siempre la más acertada. Lo comprendo y hasta si quieren lo justifico. Es mucho más gratificante hacer cosas que gusten que intentar cuestiones más problemáticas. Comprendo que es mucho más apetecible escuchar villancicos cantados por los nietos que una tarde de retiro con plática, oración y, encima, confesiones. Y te agradecen más un regalo o una invitación que una invitación a un día de ayuno.
Lo de siempre. Pura inercia. En cuaresma charlas cuaresmales y en adviento y Navidad corona y belén. En cuaresma viacrucis y en adviento retiro. Lo de siempre.
Lo que vende. Hay cosas que siempre salen en la tele y que te suponen un baño de palmadas en la espalda. Operación kilo, cenas para los pobres, visita a residencias y albergues. Siempre vende y más en Navidad.

Las mamás antiguas, preocupadas por la integridad total de sus niñas, solían aconsejar a sus hijas que no bebieran nada que no se descorchara en su presencia, no fuera a suceder que algún malvado, porque entonces no se contemplaba otra posibilidad, aprovechase algún descuido para poner algo en la bebida con el fin de abusar de la criatura.
Intento cada día conectarme en directo a las doce de la mañana a través de mi cuenta personal de Facebook para rezar el ángelus. Este pasado sábado acudí al cementerio de los mártires de Paracuellos con un matrimonio amigo que no lo conocía. Desde la catedral de los mártires, que así le dice don Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, me conecté en directo unos minutos antes de las doce para mostrar lo que es Paracuellos y rezar desde allí el ángelus.
Tragamos con lo que nos echen. Nos da igual sapos, quina o carros y carretas. Disponemos de unas enormes tragaderas dilatadas a base de sentirnos culpables de todos los males de este mundo, una misericordia mal entendida y un intestino sensible a cualquier cosa que se nos pueda decir especialmente desde la tele. Lo saben.





