A mí que me expliquen cómo
Creo que servidor sería capaz de suscribir las grandilocuentes frases de prácticamente todo el mundo. No seré yo quien tenga nada que objetar a eso de “volver al evangelio”, “acoger a inmigrantes y refugiados”, “ser solidario con el débil” e incluso “discernir los signos de los tiempos”. Estoy completamente de acuerdo con todas esas frases.
Tampoco tengo problema ninguno en aceptar que es necesario “un amor desbordante y sin fronteras”, ni en manifestar mi apoyo a esa idea según la cual “es necesario trabajar conjuntamente por la convivencia y construir entre todos una sociedad más justa y abierta a la acogida del refugiado y el diferente, en pro de la paz, a nivel local e internacional”.