Iglesia en salida o en desbandada

Cuando un servidor llegó al convento, año 1973, los dos libros básicos para cualquier trabajo o actividad eran los documentos del Vaticano II y el catecismo holandés. En aquellos años el catecismo holandés era algo así como el paradigma de la iglesia conciliar y el compendio de la teología más avanzada.

Sigo. Nuestras iglesias mediterráneas siempre fueron consideradas como comunidades tradicionales, muy ancladas en lo popular y con evidentes dificultades para su aggiornamento. Los polacos eran, se sabía, gente ultraconservadora incapaces de asimilar el espíritu del concilio.

Iglesias avanzadas, modernas, conciliares e incluso administrativamente cuasi perfectas, las de los Países Bajos, Alemania y Austria, donde hemos contemplado siempre las mayores moderneces.

Hoy, frente al conservadurismo polaco, la casi nada francesa y las dificultades para apuntarse al espíritu franciscano de Italia y España, nos siguen vendiendo las maravillas de adaptación y saber estar en los nuevos tiempos de Países Bajos, Alemania y Austria.

El hecho es que, en Holanda, por ejemplo, en la diócesis de Utrecht, se ha propuesto que 326 parroquias sean fusionadas en 48 unidades territoriales. En Austria, solo el año pasado, se han dado de baja 68.000 fieles, un 15 % más que el año anterior. En Alemania nos cuentan que en un año la Iglesia Católica alemana perdió 162.093 fieles y cerró 537 parroquias. Diócesis como la de Trier (Treveris), cuya fundación se remonta a la época romana, ha anunciado que, de las novecientas parroquias que tiene la diócesis, quedarán en funcionamiento treinta y cinco, de aquí a 2020.

Bien. Parece que el modelo holandés, el alemán y el austriaco deben ser estudiados en profundidad para hacer exactamente lo contrario. También el polaco o el tradicional francés, por ver la cosa de aprender algo.

No hay forma. Hay gente encantadísima con alemanes y compañeros de decadencia por ver en ellos el mejor espíritu eclesial para el día y el hombre de hoy, mientras que observan de reojo a Polonia y hacen vudú, más pachamamista que un exorcismo, ante cualquier cosa que suene a catolicismo tradicional. Por cierto, es curioso que los mismos que niegan la existencia del demonio sean felices con la Pachamama y respetuosos con los cultos afroamericanos.

Iglesias en salida. Hoy las más concienciadas de este espíritu lo están cumpliendo a la perfección. No es que estén en salida, es que están en desbandada. Da igual parroquias que órdenes o congregaciones religiosas. Cuando más en salida, cuanto más aggiornados, más desbandada.

A lo mejor, vaya usted a saber, de lo que se trata es de ir cerrando templos y parroquias para ser más evangélicos. O que lo evangélico, Alemania ahí está, es apuntarse a la Iglesia católica, pagar impuestos o si no que te nieguen los sacramentos, que esto pasa. O que al que tiene dinero se le ríen las gracias.

Los experimentos en Centroeuropa y en los Países Bajos han producido resultados desastrosos. Si eso es la Iglesia en salida, lo hacen mejor que nadie. Se va todo el mundo. ¿Nos van a hacer creer que ese es el camino? Y si en algún sitio hay verdaderos brotes verdes en vocaciones y eclesialidad se intentan ahogar para, tal vez, evitar el personal bochorno.

38 comentarios

  
Parmandil
Leí el otro día en la página de noticias de los jesuitas españoles que "la Compañía aplicó con seriedad el Concilio Vaticano II y esto le ha hecho ser «una de las familias religiosas que está en el siglo XXI". Viendo que en 2019 no hubo Primeros Votos en Loyola y que a principios de este curso había solo siete novicios en España (2 argentinos), a lo mejor deberían replantearse su interpretación del CVII.
24/01/20 10:54 AM
  
Manuel Rodriguez Blanco
Gracias, D Jorge. Cuantas verdades dichas sencillamente.
Alégrate María. ...
24/01/20 11:06 AM
  
JUAN NADIE
Decía alguien hace años que decir hoy en día la verdad es algo revolucionario. En este mundo actual en que las mas altas magistraturas de la Iglesia hablan la neolengua, apartandose del que vuestro si sea si, exponer las realidades que usted expone es algo revolucionario.
Estamos en Iglesia matrix. Se publicita una película en el Vaticano en la que se muestra a un papa emerito que es practicamente un sinverguenza sin vocación, y a otro que es un dechado de bondad y misericordia, aunque luego la realidad se encarga de desbaratar ese artificio a manotazos incontenibles.
Estamos copiando al marxismo soviético en la Iglesia mediante la creación de una realidad paralela y para lelos, que solo existe en los deseos de los altos jerarcas de la Iglesia, y que se sostiene en palabras que nada tienen que ver con la realidad. Palabras que suenan bien, pero no significan nada, nada bueno, y que cuando quieren de verdad significar algo suele ser trágico. Se dicen muchas palabras por los inquilinos del Vaticano. Sin embargo tiene que se un cura el que exponga los hechos.
24/01/20 11:42 AM
  
Javier
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum.
Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus,
nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.

Ese catecismo fue el hijo natural del Concilio Vaticano segundo, prematuro pero verdadero, su fealdad espantó incluso al pobre Pablo vi. Muchos se escandalizaron no por su contenido sino por su precocidad, algo así era el destino a largo plazo mas no el primer fruto de la novísima primavera conciliar. Yo lo tengo en su traducción inglesa [A New Catechism: Catholic Faith for Adults], es imprescindible para identificar todas las defecciones que la Fe Católica ha ido padeciendo desde aquel lejano 1966. Hoy, en 2020, muchos heraldos de la nueva iglesia postconciliar encontrarán al catecismo holandés muy sobrepasado por los nuevos impulsos, Edward Schillebeeckx estaría en nuestros días pidiendo prudencia.


___________________________VINCEMMO, VINCEREMO. ✠
24/01/20 11:49 AM
  
maru
Asi es D. Jorge, tal cual lo dice.
24/01/20 11:51 AM
  
Francisco de México
Absolutamente de acuerdo.

Una cosa es equivocarse y otra muy distinta y mucho mas grave perseverar en el error.

Yo puedo entender que haya creído que una "Iglesia de avanzada" era una buena idea, pero es necesario reconocer que los hechos demostraron dos veces que fue una idea pésima.

Primero fue evidente su fracaso en las iglesias protestantes históricas, para luego aplicarse en la Iglesia de Europa del norte y que volvieran a fallar. ¿Y ahora quieren aplicarse a la Iglesia universal? Solo encuentro dos posibilidades, supina estupidez o dolo.

Que Dios me perdone, pero en los últimos 7 años me he convencido que es la segunda opción.
24/01/20 12:45 PM
  
Pablo
Pues sinceramente... ¿aquí estamos mejor?.
España como siempre va con unos años de retraso, pero le garantizo que en 2050 (y largo lo fío) habrá cerrado gran número de parroquias y de conventos ni le cuento.
No es un problema de esta nación o aquella. Es de la Iglesia católica en general ( y también de casi todas las confesiones cristianas, sea dicho de paso) , que no es que lleve un mal rumbo, es que no sabe donde va... y a veces ni lo que es.
24/01/20 1:13 PM
  
Fernando Cavanillas
Don Jorge, gran resúmen.

Sin embargo la Iglesia es una Institución jerárquica, y la responsabilidad última de los éxitos y los fracasos está arriba. El problema no tiene seis años, tiene sesenta. La solución definitiva creo que vendrá también de arriba. Ya se está notando cómo el resto fiel acude a misa a diario, reza el rosario más que nunca, se hace adoración nocturna, se aprende y practica la doctrina tradicional... por aquí abajo las cosas van mejor que nunca, incluso mucho mejor de lo que podíamos haber soñado hace diez años. En los seminarios se va de sotana y los sacerdotes jóvenes aprenden a celebrar la misa tridentina. Esto es una maravilla. Hoy en día ser transgresor y valiente es vestir la sotana y rezar el rosario. La gente vuelve a recuperar viejas tradiciones, y hasta este año parece haber desaparecido papá noel, mientras que los belenes abundan más que en décadas pasadas.

Somos pocos, pero mucho más practicantes. Empezamos a ser un poquito más sal y levadura, y menos un retazo social-cultural en recuerdo de abuelas y bisabuelas. Esto está cambiando... JESÚS ESTABA EN LA BARCA, DORMIDO (ó haciéndose el dormido), PERO CON NOSOTROS!!!!!!!!!. Qué poca fe tenemos!!!!!!

Sí, era una prueba de amor. Una prueba peligrosa, pero muy bonita. Ahora a aguantar hasta el final, porque el que persevere hasta el final, se salvará.
24/01/20 1:58 PM
  
Percival
Yo me hecho desde hace algunos años una reflexión: la invitación del Papa Juan Pablo II, en su momento, a la "nueva evangelización" era una propuesta de "salida" misionera, válida y necesaria. También hoy.
Pero, como nadie puede lanzarse a evangelizar si él mismo no está cada vez más evangelizado y se muestra fiel a Cristo, "nadie da lo que no tiene", el Papa Benedicto XVI insistió más bien en la conversión (por el camino de las virtudes teologales, que inspiran sus encíclicas). Era el presupuesto que había que garantizar. A partir de allí, sí, la nueva evangelización.
Pues ahora, mientras se va desmontando ese legado, y mientras más firmemente desconvertida se ve la Iglesia, más secularizada la sociedad, y casi ¡sin timoneles magisteriales!, la insistencia en la "salida" es casi una liquidación de la fe católica. Una extrusión, un vaciamiento. Un engaño mediático y un "autosuicidio" efectivo.
24/01/20 2:07 PM
  
Alejandro
Es triste y aunque duela es la verdad, quizás debería replantearse el Concilio Vaticano II, volver a lo que por casi 500 años produjo frutos de santidad seria lo mejor, en muchos sitios se ve como adaptan la iglesia a ritos y costumbres anticristiana, lo religioso es pasado de moda, usar un signo visible ( cruz,cadenas, medallas, hábito) es estar fuera de onda, sacerdotes que vistes como empleados públicos, religiosas con maquillaje, eso es escandaloso, es triste, las misas llenas de música que compiten con fiestas populares.
Nunca viví en persona la misa tridentina pero la veo por videos ý, somos muchos que la buscamos, queremos sí que la iglesia camine con su pueblo pero, no que se avergüence de vestirse como Dios manda, a lo mejor se está purificando la iglesia y los que queden la harán resurgir.
24/01/20 2:16 PM
  
claudio
Es evidente que el Concilio es únicamente lo que dicen sus documentos. Como esos documentos no dicen lo que el modernismo quiere que digan han inventado, de la nada y de mala fe, "el espíritu del Concilio", que no es otra cosa que una desfiguración del texto de los documentos incorporando por la ventana lo que no consiguieron se pusiera por escrito.
Esta diferencia sería vana de analizar si no estuviéramos hoy, ahora, en la situación que es posible que ese "espíritu" tome forma y ahí se va a producir la "salida", vamos a salir de la Iglesia de Cristo si se sigue en el intento de confundir el espíritu del Concilio con el Espíritu Santo.
Debemos recordar que el prometido es el Espíritu Santo no el del Concilio.
24/01/20 2:24 PM
  
Pepe
Pienso que no se puede mejorar realmente este mundo sin antes una vida espiritual, porque es lo que puede hacer realmente buenas a las intenciones y no sólo con manifestaciones de buenas intenciones. Sin vida espiritual será más difícil que las personas por sí solas superen las debilidades y limitaciones humanas que están en todos, y habrá personas que manifiesten preocupación por los otros mientras no supongan un sacrificio personal, pero será más difícil hacer renuncias para conseguirlo, es más difícil el sentido de sacrificio (en general aunque puede haber excepciones). Y también será más fácil dejarse llevar por lo que le interesa a cada uno. Y se ha usado a veces en contra que aún con vida espiritual las personas tenían imperfecciones (la perfección en un ser humano es difícil), pero es que sin ésta vemos por la experiencia que las imperfecciones son mayores y más graves y perjudican a más personas. Antes quizás había incoherencia en algunos que defendían una cosa y luego hacían otra, pero al menos defendían públicamente lo que era bueno, pero ahora puede haber quienes en su vida privada sean rectos (ó no) pero que defiendan públicamente errores que arrastran al error a otros.
24/01/20 2:42 PM
  
AntonioFM
Yo he vivido 5 años en Alemania. Para mí el problema de la iglesia alemana y austriaca es que les sobra el dinero. Hay un impuesto religioso sobre los sueldos que va a la iglesia católica o evangélica a la que pertenezcas. La iglesia católica alemana ingresza por ese concepto 6.000 millones de euros, mas lo que recauda directamente en colectas etc. Como consecuencia todos los puestos en la iglesia son profesionales, ocupados por gente que ha estudiado teología en la Universidad. La gente trabaja ahí como podría hacerlo en una empresa cualquiera. Consecuencia : FALTA EL ESPIRITU.
Lo más vergonzoso que si te das de baja en la iglesia por no pagar el impuesto te autoexcomulgas como la iglesia se encarga de comunicarte y no puedes hacer uso de ningún servicio religioso.
A la Iglesia le va muy mal el demasiado dinero
24/01/20 3:56 PM
  
Néstor
El progresismo, naturalmente, se destruye a si mismo. Lo malo es que quiere que con él se destruya también la Iglesia. Y lo bueno es que eso es imposible.

Saludos cordiales.
24/01/20 4:36 PM
  
Palas Atenea
Ciertamente hay países punteros en cuanto a progresismo se refiere, en este momento parece que lo "mejón de lo mejón" son Holanda, Canadá y Australia, pero el resto de los países están fascinados por sus "logros". Me decía mi hermano, bastante asombrado, que en Canadá había una escuela tomista de primera y no comprendía la deriva. La de Holanda si se comprende porque siempre ha sido así desde Guillermo de Orange.
Los polacos son muy brutos y retrógrados, por eso les machacaron y salieron por si mismos del embrollo, primero los nazis y luego los soviéticos. La historia los colocó siempre en posición de constante, sufrimiento, entre los otros eslavos ortodoxos ellos eligieron Roma lo que hizo que los rusos los miraran mal y, políticamente, están entre Alemania y Rusia posición de alto riesgo, así que la fe católica fue una de sus bases de resistencia. Recuerdo que hubo cartas entre Oswaldo Payá (Movimiento Cristiano de Liberación de Cuba) (q.e.p.d.) y Lech Wałęsa (Sindicato Solidaridad polaco) y el segundo le explicaba al primero la fuerza del pueblo ante la opresión pero, claro, no tuvo en cuenta que Cuba no es Polonia. El Pobre Oswaldo Payá siempre estuvo más solo que la una con el cuadro del Corazón de Jesús detrás de su escritorio y sin que ningún Papa que estuvo en Cuba le diera una audiencia no se fuera a molestar Fidel Castro. Hay pueblos y pueblos, destinos y destinos, luz y oscuridad.
24/01/20 4:44 PM
  
luismi
Comparto la opinión de Pablo, creo que la situación que a día de hoy vive la Iglesia Católica en Alemania, Paises Bajos y Austria de venta de parroquias y concentración del culto en unas pocas iglesias, en diez años vista lo va a sufrir España. Solo hay que atender a los datos de edad del clero y al numero de seminaristas. La primavera en la Iglesia no se ve por ningún sitio, se sufre desde hace décadas un larguísimo invierno vocacional y una honda crisis religiosa en Occidente.
24/01/20 5:13 PM
  
Octavio
Totalmente de acuerdo con usted, padre.
24/01/20 5:55 PM
  
Manuel d
Don Jorge, así es. Lo de la iglesia en salida huele a iglesia hacia los protestantes. De esta manera nos dejamos tantos dogmas y doctrinas y nos vamos hacia las "bondades" de los protestantes.
El Señor le bendiga.
24/01/20 6:17 PM
  
Mery
Hace algunos años, un santo sacerdote que ya murió, y que usted probablemente conozca, me dijo que mientras una orden religiosa sea seria no faltaran vocaciones. Pero como empiecen empiecen a flojear las pierden. He podido comprobarlo por mí misma. Donde yo vivo hay muchos conventos de clausura y han empezado a cerrar por flojear.
24/01/20 6:40 PM
  
doiraje
¿Cómo hacer posible vivir la fe en comunidad? Esta es la pregunta del millón. Sin duda, como usted muy bien describe, los modelos de la progresía eclesial centroeuropea no han servido más que para alejar a la gente de los templos y hacerles perder la fe. Perseverar en esa dirección es simplemente negarse a ver la evidencia.

Pero, por otra parte, convertir las parroquias en lo que fueron hace sesenta, ochenta o más años, cuando el hombre ha cambiado tanto desde entonces, tampoco, en mi modesta opinión, será una solución provechosa.

Confieso que no sé la respuesta. Dice D. Guillermo Juan Morado en la entrevista que hoy publica Infocatólica con motivo del 50 aniversario de su parroquia viguesa, que las parroquias son oasis en medio del desierto que es la sociedad absolutamente laicista o atea. Que nos rodea el desierto es innegable; que la parroquia sea un oasis me temo que es mucho decir. Si acaso, un poco de sombra bajo el implacable sol de un mundo sin Dios; o una pequeña charca de agua potable. Es cierto que en tanto que administradoras de sacramentos hacen posible la presencia y la acción de Dios por su mediación. Pero hasta esto se hace con una vivencia como de escasez. Supongo que vivimos tiempos en los que comenzamos a ser como los primeros cristianos: seres de catacumbas. Sin embargo, aquellas catacumbas sí constituían una familia. Hoy no es así ni en las "clásicas" o "antiguas" parroquias, más que para una ínfima minoría que participa muy activamente en ellas.
24/01/20 7:13 PM
  
Haddock.
Más que en desbandada, esto parece un encierro de San Fermín; con la diferencia de que los toros bravos nos pisan los talones y los cabestros nos guían.

24/01/20 7:50 PM
  
Juan Mariner
Quítenselo de la cabeza.... nunca los que lo han estropeado van a arreglarlo, jamás. Nuevas generaciones con una jerarquía que salga de ellas y de todos los grupos sociales netamente católicos (no sólo de los que mandan y protegen su poder), y que se dediquen sólo a la cuestiones espirituales, no como ahora.
24/01/20 8:09 PM
  
Javier
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum.
Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus,
nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.

¿Alguien se imagina cómo podría ser el Concilio Vaticano tercero?


___________________________VINCEMMO, VINCEREMO. ✠
24/01/20 8:54 PM
  
Anacoreta
Lo de "cabestros"ni pintado señor Haddock; buen amigo, le echaba a usted en falta y me alegro de reencontrarlo.
Ave María, grátia plena, Dóminus tecum...
24/01/20 9:36 PM
  
Desde Madrid Capital
El Catecismo holandés hoy en día mucha gente ni sabe lo que es. Y los documentos del Concilio Vaticano II no son algo que se revise normalmente en un ambiente parroquial, no académico.
24/01/20 10:04 PM
  
sofía
Hoy es San Francisco de Sales. Un santo ejemplar, modelo de las virtudes que más se echan en falta hoy día.
Ave María.
24/01/20 11:23 PM
  
JUAN NADIE
HADDOCK
Me has alegrado la tarde con lo de San Fermin. Lastima que sea muy cierto.
25/01/20 12:35 AM
  
Adriana
Palas, cómo se nota que estás en la jugada. Cuando murió Fidel Castro, un periódico colombiano publicó un artículo escrito por un cubano periodista, exiliado en U.S.A., que en su día estuvo encarcelado en Cuba. Ante la pregunta de qué ocurriría allí después de la muerte de Fidel, él contestó que era posible que el hermano de éste fuera mano de hierro y que no se ablandaría nada en el gobierno, pues en Cuba no existía la fe de Polonia. No recuerdo el nombre de ese periodista pero sí me dejó pensando....con pesar....
25/01/20 3:43 AM
  
Scintilla
Doraije: es que donde hay fe (más o menos), no hay caridad, y donde no hay caridad la comunidad ha de basarse en la ley o en la fuerza. Y esa es la Iglesia que tenemos ahora, sostenida en pie por la ley (incluso por la costumbre) o por la fuerza, pero no por la caridad. Una estatua de barro. No hay pueblo de Dios, el que sale por la puerta de un templo no es un pueblo. Todo lo que tiene de pueblo se lo deja dentro, al saludarse todos muy cordiales (y no siempre) en el actual rito de la paz. Pero a la calle salen como individuos, no como miembros de un mismo cuerpo. Mucha eclesiología teológica para nada. PAra alimentar, como usted dice, a esos cuatro que viven "intensamente" la Iglesia, que en realidad se conducen en ella como gente del mundo: con intrigas, murmuraciones, cuchicheos... Repelen al que tiene un poco de sentido de humanidad, ya que el de santidad anda perdido.
25/01/20 9:52 AM
  
Tannhäuser
Sí, esto es "p´acagase" por la pata abajo. Esperemos que Dios nos ayude, porque si no...

Como siempre, le rezo su Avemaría.
25/01/20 10:06 AM
  
Miguel Hinojosa
El problema de la Iglesia es que tienen frentes abiertos en todos los ámbitos. Por una parte la edad del clero es de 67 años o más, la de los sacerdotes de 75 años.

La mayoría de los fieles que asisten a misa son personas mayores que a medida que fallecen no tienen relevo y por consiguiente caen los ingresos de las parroquias, falta formación en las parroquias, pero es que cuando el sacerdote organiza algo nadie se apunta alegando que ellos son más de ir misa el Domingo, casi más por tradición que por fe u otra cosa. También faltan sacerdotes preparados en muchas diócesis para ocuparse de las tareas que les encomienda el obispado.

Sobre la vida religiosa, ayer leí una noticia que decía que 4 de cada 10 monjas han sufrido abuso sexual a cargo de algún sacerdote, obispo, o superior. Es decir un 40%.

Este porcentaje de religiosas me imagino que habrá abandonado la vida religiosa después de lo sufrido que no es poco.

Aquí en España ya se esta comenzando hacer la fusión de parroquias en unidades pastorales en diócesis como Mondoñedo Ferrol, 80 sacerdotes para atender 420 parroquias, Bilbao o Basbastro Monzón.

Y no veo que se tenga un plan claro o solución para la frente de problemas que hay que abordar.
25/01/20 12:20 PM
  
doiraje
Scintilla:

Difícil describirlo mejor. Supongo que un mundo como este genera parroquias como estas. No es poco en medio de tanta hostilidad e indiferencia que las parroquias sigan existiendo, aunque sea sólo por la ley, como bien señalas.

La parroquia no puede ser, no debe ser apenas un refugio. Cuando Francisco dice aquello de la Iglesia en salida hacia las periferias, parece olvidar que ya todo es periferia: el lugar en que vivimos, trabajamos, nos divertimos, nuestras familias..., y, por supuesto, nuestra Iglesia, con Roma a la cabeza y finalizando en sus parroquias más humildes. No es preciso irse de misiones al África o a rincones lejanos. Pero lo cierto es que las parroquias por su naturaleza, por su estructura, por la propia influencia perniciosa de este mundo que nos ha tocado vivir, promueven estos vínculos pobres, basados en encontrar un cierto consuelo en compañía de otros que buscan darse calor entre ellos, comenzando por los párrocos. He pasado por varias parroquias muy distintas entre sí, y en todas se da este mismo fenómeno. Es lo que un cura párroco me dijo: las parroquias sólo constituyen "grupos estufa" donde cuatro, que siempre son los mismos, se dan calor entre ellos.

Hay que reconocer que en un mundo que nos odia o nos desprecia es muy difícil atreverse a amar abiertamente. No seré yo uno más que los desprecie. Somos mediocres en la fe y en la caridad. Pero es que el enemigo ha alcanzado una fuerza y un poder gigantescos.
25/01/20 1:25 PM
  
Miguel Hinojosa
``Quería decir la edad de los sacerdotes misioneros es de 75 años``.
25/01/20 2:28 PM
  
doiraje
En verdad, vivimos un proceso perfectamente inverso al de los primeros tiempos del cristianismo. Entonces, las comunidades que se reunían en las catacumbas estaban plenas de la ilusión de lo que nace, de lo verdaderamente nuevo y renovador, pujante. Esa fe, esa unidad comunitaria, las hacía vencer todas las dificultades, todos los obstáculos, todas las persecuciones, todos los martirios.

Hoy, que volvemos a vernos encerrados en comunidades catacúmbicas por un medio hostil, lo hacemos como efecto de nuestro encogimiento, pusilanimidad, miedo, falta de fe, de esperanza y de amor. En verdad, no somos apenas comunidades, sino gente perfectamente aislada que se reúne en torno a un Dios al que ya muy difícilmente podemos vivir.
25/01/20 2:42 PM
  
sofía
Además de citar a San Francisco de Sales en su día, debí poner algunas de sus citas más célebres, nos hacen falta en momentos como estos:

"Un santo triste es un triste santo."

"No saber mostrarse bueno con los malos es una prueba de que no es uno bueno del todo."

"La ciencia que sirve para hacernos orgullosos y que degenera en pedantería no vale mas que para deshonrarnos."

"¡Terrible es la muerte! pero ¡cuán apecetible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!"

"Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo."

"En nosotros todo lo excusamos; en los prójimos, nada; queremos vender caro y comprar barato."
26/01/20 1:50 AM
  
Scintilla
Pero nosotros, doraije, no somos del mundo. Es Dios quien tiene que hacer la parroquia, de él nos vienen la fe y la caridad. Pero las despreciamos, no le pedimos más y mejor. PEdimos para que nuestra niña no suspenda el examen, fulanito se ponga bueno, me arregle con la parienta... Lo mismo que pide el mundo, sólo que lo pedimos a alguien distinto porque nos queda una lucecita en nuestro negro interior que nos dice que aquí no se acaba todo. Sin que tampoco tengamos mucha esperanza en el más allá. Que nos importa más bien poco. Con que no cojamos infierno y dolor, de haberlo, que no parece muy claro en lo que se nos predica, nos basta. Hoy ir a misa, asumido con fe y caridad, puede ser misión. Se ha de hacer misión y enseñar a nuestros hermanos en lo poco que podamos. Y dejarnos enseñar por ellos en lo que Dios nos ilumine que hay de bueno para mantener algo de calor y luz.
Por eso me parece tan buena la descripción que usted propone de nuestro tiempo como unas catacumbas a la inversa de los primeros cristianos. Entonces eran aquella fe y aquel amor divinos los que, resistiendo al poder del mundo, rellenaban las grietas de sus entrañas para fecundarlo de lo que habría de ser. Hoy, en vez de representar la pujanza de la acción divina sobre el mundo, nuestras parroquias convertidas en reuniones escasas y vergonzantes de gentes sin fe ni caridad en el testimonio no de Dios, como dicen nuestros curas para acallar nuestra conciencia, sino de la retirada de Dios.
26/01/20 9:42 AM
  
José María
27 de enero de 2020

Querido D. Jorge:

Muy agradecido de nuevo por preocuparse tan a fondo de nuestra desbandada (me permito decir “nuestra” porque en grandísima medida es “mía” y, en medida mucho menor, es también de amigos que así me lo han hecho saber repetidas veces) y muchas gracias igualmente por ayudarnos a “enderezar el rumbo”, imitando a quien sea digno de imitación.

No sabía que usted había estado en el convento antes de ser sacerdote diocesano, y me alegro mucho de que haya conocido la vida conventual.

No me toca idealizar los textos del Concilio Vaticano II (¡más bien me toca rumiarlos mucho mejor!), pero el 14 de febrero de 2013, pocos días antes de dejar su cargo, el Papa Benedicto XVI decía a los sacerdotes de Roma algo que es muy importante, creo, para todos los católicos.

Al final de aquel encuentro con los sacerdotes, hablando sin papeles (¡pero hablando durante casi 40 minutos, según dice Sandro Magister!), el Papa Benedicto les señaló que el Concilio “virtual” había sido “fue más fuerte que el Concilio real”.

Y añadía en aquel 2013: “Me parece que, cincuenta años después del Concilio, vemos cómo este Concilio virtual se rompe y se pierde, y aparece el verdadero Concilio con toda su fuerza espiritual”.

También indicaba que, a la hora de informar sobre el Concilio, la hermenéutica empleada por los medios de comunicación había sido “política”.

Y señalaba más adelante: “Sabemos cómo este Concilio de los medios de comunicación fue accesible a todos. En consecuencia, éste fue el dominante, el más eficiente, y el que ha creado tantas calamidades, tantos problemas, realmente tantas miserias: seminarios cerrados, conventos cerrados, una liturgia banalizada… El verdadero Concilio ha tenido dificultades para concretizarse, para realizarse; el Concilio virtual fue más fuerte que el Concilio real”.

Su resumen respecto al Concilio Vaticano II, lo dio aquel día desde el principio y lo concretó así: “Fue el Concilio de los Padres –el verdadero Concilio–, pero fue también el Concilio de los medios de comunicación. (Este último) Fue casi un Concilio en sí mismo, y el mundo percibió al Concilio (de los Padres) a través de éstos, a través de los medios de comunicación”.

A mi parecer, estas palabras del Papa emérito nos muestran, entre otras cosas, que Cristo siempre nos pastorea victoriosa y amorosamente, aunque para ello el Señor se tenga que servir en cada ocasión, claro está, no solamente de nuestra ignorancia y pobreza personales (conocidas y desconocidas, reconocidas y no reconocidas, aceptadas vitalmente y no aceptadas), sino también de la demagogia interesada y de la contaminación mental que (en las parroquias o donde sea) los sacerdotes podemos ofrecer a los laicos, imitando torpe y servilmente a lo que hagan al respecto los periodistas en los distintos medios de comunicación.

En realidad, ya en 1970, es decir, casi medio siglo antes de que Benedicto XVI pronunciara estas palabras, al sacerdote profesor de teología Joseph Ratzinger se le preguntó en unas charlas radiofónicas cómo sería la Iglesia en el año 2.000, y su lucidísima respuesta de entonces prevé con mucha exactitud no sólo lo que nos está ocurriendo hoy día, sino lo que nos ocurrirá, si Dios quiere, en un futuro todavía “en ciernes”.

Acerca de esa Iglesia del año 2000, Joseph Ratzinger hablaba así en 1970: “El futuro de la Iglesia puede venir y vendrá también hoy sólo de la fuerza de quienes tienen raíces profundas y viven de la plenitud pura de su fe”.

Y añadía: “También en esta ocasión, de la crisis de hoy surgirá mañana una Iglesia que habrá perdido mucho”.

“Se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos muchos de sus privilegios en la sociedad. Se presentará, de un modo mucho más intenso que hasta ahora, como la comunidad de la libre voluntad, a la que sólo se puede acceder a través de una decisión. Como pequeña comunidad, reclamará con mucha más fuerza la iniciativa de cada uno de sus miembros”.

“Pero en estos cambios que se pueden suponer, la Iglesia encontrará de nuevo y con toda la determinación lo que es esencial para ella, lo que siempre ha sido su centro: la fe en el Dios trinitario, en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, la ayuda del Espíritu que durará hasta el fin. La Iglesia reconocerá de nuevo en la fe y en la oración su verdadero centro y experimentará nuevamente los sacramentos como celebración y no como un problema de estructura litúrgica. Será una Iglesia interiorizada, que no suspira por su mandato político y no flirtea con la izquierda ni con la derecha. Le resultará muy difícil. En efecto, el proceso de la cristalización y la clarificación le costará también muchas fuerzas preciosas. La hará pobre, la convertirá en una Iglesia de los pequeños. El proceso resultará aún más difícil porque habrá que eliminar tanto la estrechez de miras sectaria como la voluntariedad envalentonada. Se puede prever que todo esto requerirá tiempo. El proceso será largo y laborioso, al igual que también fue muy largo el camino que llevó de los falsos progresismos, en vísperas de la revolución francesa –cuando también entre los obispos estaba de moda ridiculizar los dogmas y tal vez incluso dar a entender que ni siquiera la existencia de Dios era en modo alguno segura– hasta la renovación del siglo XIX. Pero tras la prueba de estas divisiones surgirá, de una Iglesia interiorizada y simplificada, una gran fuerza”.

“Porque los seres humanos serán indeciblemente solitarios en un mundo plenamente planificado. Experimentarán, cuando Dios haya desaparecido totalmente para ellos, su absoluta y horrible pobreza. Y entonces descubrirán la pequeña comunidad de los creyentes como algo totalmente nuevo. Como una esperanza importante para ellos, como una respuesta que siempre han buscado a tientas. A mí me parece seguro que a la Iglesia le aguardan tiempos muy difíciles. Su verdadera crisis apenas ha comenzado todavía. Hay que contar con fuertes sacudidas. Pero yo estoy también totalmente seguro de lo que permanecerá al final: no la Iglesia del culto político, que fracasó ya en Gobel, sino la Iglesia de la fe. Ciertamente ya no será nunca más la fuerza dominante en la sociedad en la medida en que lo era hasta hace poco tiempo. Pero florecerá de nuevo y se hará visible a los seres humanos como la patria que les da vida y esperanza más allá de la muerte”.

Por mi parte, refiriéndome a una “actualización viva y veraz” de nuestras parroquias, me permito sugerir algunas cosas, que serán muy incompletas y que habría que adaptarlas a cada caso:

- Que el párroco y los parroquianos que puedan recen a diario los Laúdes y las Vísperas (con libros o con los teléfonos móviles, si faltan los libros).

- Que, a ser posible, en la parroquia también se rece a diario el Rosario.

- Que, a través del año litúrgico, se celebren por lo menos la novena al Espíritu Santo y la del santo patrono o patrona de la parroquia.

- Que, más allá de la liturgia y en conexión con ésta, la catequesis de ancianos, adultos, jóvenes y niños sea la tarea principal a la que se dedique el párroco (él mismo y a través de los catequistas).

- Que, si es posible, se hagan misiones populares, peregrinaciones, excursiones, Camino de Santiago, etc.

Algo de esto se me ocurre, querido D. Jorge.

Muchas gracias a usted y a tantísimos comentaristas.

Un fuerte abrazo a todos:

José Mari, franciscano

27/01/20 11:29 AM
  
Javier Del Kyrios
El "espíritu del Concilio" fue el nombre que le dio la Masonería Eclesiástica a su proyecto de "nueva iglesia" en ruptura con El Magisterio antecedente. Además de las ambigüedades en algunos documentos Conciliares.

El padre Iraburu recoge en su indispensable libro "Infidelidades en La Iglesia" todas las graves denuncias que un horrorizado Papa Pablo VI hizo públicamente sobre el "espíritu del Concilio" y el flagrante desastre que logró y seguimos padeciendo.... hace casi 7 años este "espíritu" regresó con un brío que vemos y padecemos.... Pero Christus Vincit,Regnat,Imperat"! Y Dios Espíritu Santos suscita y mantiene el Resto Fiel
28/01/20 10:03 AM

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