Casarse en la playa, el campo o el chalet de la abuela

¿A qué sacerdote no le han llegado en varias ocasiones propuestas de celebrar una primera comunión en el jardín del chalet, un bautizo en medio del campo o una boda en lo alto del pico Picacho? La inmensa mayoría decimos simplemente no, cosa que cuesta bastante trabajo comprender a algunas personas.

Las razones suelen ser sobre todo o bien de tipo estético: “qué bonito sería aquí”, o práctico: “en lugar de desplazar a la gente todo en el mismo sitio y más sencillo”, aunque visto el flojo argumento se suelen disfrazar con la cosa de que la naturaleza es el gran espejo de Dios y en último caso con que es “nuestra boda” y “podremos decidir”.

No. Un sacramento jamás puede ser “mi sacramento”: mi boda, la comunión de mi niña, el bautizo de mi hijo. Un sacramento es siempre celebración de Cristo y de la Iglesia y es en consecuencia la misma Iglesia la que dice cómo celebrarlo para que quede más patente su significado.

Es tradición de la iglesia que los sacramentos se celebren en los templos, según recoge el mismo derecho canónico: “El matrimonio entre católicos o entre una parte católica y otra parte bautizada no católica se debe celebrar en una iglesia parroquial; con licencia del Ordinario del lugar o del párroco puede celebrarse en otra iglesia u oratorio.”

La razón de fondo está en no trivializar el sacramento dejando que tome la razón principal de la celebración la estética del momento o la comodidad, y asegurar el carácter sagrado de la celebración en un templo adecuado, donde se suele desarrollar la vida de fe de las personas, y que deja más clara la unión entre sacramento puntual y vida de fe personal y comunitaria. Además no olvidemos que en el templo nos acompañan las imágenes de Jesús y María y está el Señor presente especialmente en el sagrario.

Por eso, y por esa unión de sacramento y vida ordinaria del cristiano, el primer lugar que se recomienda es el de una iglesia parroquial, y si no es parroquial, en otra iglesia u oratorio pero siempre con licencia del párroco. En cualquier caso, celebrarlo en lugar digamos “no sagrado” es algo siempre muy excepcional y necesita permiso expreso del ordinario del lugar, es decir, el obispo o el vicario que tenga esas facultades.

¿Cuál es pues el lugar ideal para celebrar un sacramento? La parroquia de cada uno, el mismo lugar donde vive su fe. ¿Y el campo, la playa, el arroyo, el bosque? Está bien para una película, pero no es lo que más favorece un auténtico clima de oración y comunión con toda la Iglesia. Ya sabemos que la naturaleza nos habla de Dios, pero los católicos tenemos la tradición de celebrar la fe en nuestros templos. ¿Tendría sentido que justo momento especiales en la vida de una persona, una pareja, como es por ejemplo el matrimonio, lo llevamos fuera del templo y la comunidad por razones de estética o comodidad? Parece claro que no.

Por eso los sacerdotes solemos negarnos. En primer lugar porque no es cosa nuestra, sino del obispo, autorizar una celebración fuera de un templo católico, y además porque salvo razones de peso evidentes, que son justo las que tiene que valorar el ordinario del lugar, la única justificación acaba siendo que “me apetece”. Y no parece que sea lo que más convenga.

24 comentarios

  
Roberto
La verdad Padre González, desconocía estas limitantes para el desarrollo de un sacramento fuera de un templo.

No sé si ahora a los niños y adolescentes se les explicará esto en algún momento en sus catequecisis o en las clases de religión en escuelas y colegios; pero yo por lo menos no recuerdo haber escuchado algo al respecto.

Gracias por compartirlo.
09/03/13 1:05 PM
  
DavidQ
Por si fuera poco, también es testimonio ante la comunidad.

No es lo mismo que una pareja aparezca de pronto casados en su parroquia (¡Dios quiera que lleguen a Misa!), que hayan celebrado allí mismo su boda.

Yo creo que gran parte de la desintegración familiar que vivimos hoy tiene que ver con esa falta de testimonio. ¿Quién ha visto una pareja de novios ir a Misa, casarse, ir con sus hijos y envejecer juntos en las mismas bancas del templo? Lo común es que nunca se les vio como novios, se casaron en el templo de moda (o "en la naturaleza", si es que se casaron) y raras veces volvieron. Si los niños y jóvenes vieran más matrimonios normales -en lugar de más bodas fastuosas que terminan en divorcio-, otro gallo cantaría.
09/03/13 1:52 PM
  
Fray Nelson
Dios te ha concedido, querido P. González, el don de expresar con solidez y buen humor qué cimiento y fuerza de vida tiene nuestra Iglesia en todo lo que hace y en lo que ella misma es. Gracias.
09/03/13 2:44 PM
  
JL
En la vida hay dos caminos a elegir: la naturaleza o la Gracia.
La frase no es mía sino de una película en la que el protagonista es Dios (a pesar de que intervienen Brad Pitt y Sean Penn). Se llama "El árbol de la vida".

Pienso que quien realmente valora el sacramento del matrimonio del Bautismo, pretenderá dar ejemplo presentándolo en la comunidad, en la parroquia.
Quien valora el sacramento del matrimonio no se preocupa de casarse en sitios raros por naturales que sean.
09/03/13 3:15 PM
  
Felipe
Y lo de celebrar "misa de campaña" o en la montaña como lo hacía el Padre Pablo Domínguez (cuya vida se ilustra en el maravilloso documental "la última cima") debe ser algo excepcional, creo, pues de ordinario debe celebrarse en el templo, en un altar consagrado y ante el sagrario. Hasta donde sé, antes de la reforma litúrgica posconciliar, no podía celebrarse la Santa Misa fuera de los templos y en altares que no estuvieran consagrados. La misa de campaña era un indulto concedido al ámbito castrense pues en guerra o en campaña era la única forma de celebrar misa, y aún así los sacerdotes usaban en esos casos "altares móviles " con reliquias de santos. Tampoco podía celebrarse en la cubierta de barcos mientras estuviesen navegando, por peligro de que cayeran las sagradas formas con el movimiento, salvo expreso indulto del ordinario del lugar. Incluso hasta el día de hoy (y muchos no lo saben) está prohibido celebrar misa en casas particulares salvo autorización expresa del ordinario y causa grave que lo amerite, y NUNCA debe celebrarse en la misma mesa donde se toma uka comida corriente.
09/03/13 5:35 PM
  
anonimo
Y por regla general los que solicitas estas cosas no han pisado la iglesia desde el dia de la primera comunión.

Eso si ante la negativa del cura (carca,antipatico,egoista,etc...) ya tienen excusa "per secula seculorum" para despotricar contra la Iglesia, los curas,los obispos, y hasta la señora Rafaela
09/03/13 10:03 PM
  
de la ópera
Aunque los admiro mucho a los dos, creo que los dos han obrado mal en esto. El cardenal Rouco y don Pablo Domínguez. Rouco celebra algunos bautizos de la familia real en el jardín de su casa. Domínguez celebraba la Misa en la cima de las montañas que coronaba. Los dos tenían razones. Rouco por el carácter excepcional de la familia real y Domínguez porque le daba devoción. Pero los dos obraban mal en este particular.
10/03/13 7:54 AM
  
Chabe
Y si una pareja de novios decide casarse en la playa, pero en una capilla pequeña, casi al aire libre y con varios de los invitados escuchando la celebración afuera, es correcto? Lo pregunto porque hace un año fui a una boda así.
10/03/13 4:08 PM
  
Alvaro
Sobre los comentarios acerca de los bautizos de Rouco y las misas de Pablo Domínguez, opino:

1.- Que con toda seguridad ambos actuaron conociendo qué podía hacerse y qué no, de modo que no me cabe duda de que tanto unas ceremonias como las otras se han celebrado de forma que ajusten plenamente a lo que la Iglesia establece.

2.- En el caso de los bautismos reales, coincido con algunos otros comentaristas en que no es adecuado celebrarlos en los jardines sino, como mínimo, en la capilla de la Zarzuela. Aun así, entiendo que es potestad de Rouco establecer esta excepción.

3.- En el caso de las misas de Pablo Dominguez en las cumbres, debo recordar que a los sacerdotes se les recomienda encarecidamente que celebren misa frecuente, incluso diaria, aunque a ella no asista nadie, y eso aplica incluso si se está en el último rincón del mundo.

Lógicamente, entiendo que no puede tener los mismos requisitos una ceremonia que se celebre para la asistencia de una comunidad de fieles que una ceremonia privada, para quien la celebra o poco más, máxime cuando, como suele suceder siempre en la montaña, se está en constante peligro de muerte ya que el siguiente paso que des puede ser el último (como de hecho así fue).

Un saludo.
11/03/13 10:05 AM
  
de la ópera
Hombre, don Álvaro. Qué alegría.
Si a Vd. le parece bien podemos hablar de esto. Pero no se me ponga nervioso.
1. El primer argumento es ad hominem y se descalifica solo. No vale decir que como sabían lo que hacían y sabían lo que debían hacer, entonces lo hicieron bien. No se sigue.
2. La primera parte del segundo me da la razón a mí. No hace bien en celebrar fuera de lugar sagrado.
La segunda parte del argumento es interesante. El obispo se puede dispensar de las leyes litúrgicas a sí mismo, con causa justa. Por supuesto, el obispo no viola la ley al celebrarles los bautizos a la familia real en el patio de su casa particular. Pero el mal ejemplo que da y lo difícil que pone a los curas explicarle a los pobres plebeyos que ellos no pueden acceder a esos privilegios hace que el gesto, aunque ajustado a la ley, nos parezca mal. En nuestra pobre y humilde opinión, claro está.
3. El tercer argumento. A los sacerdotes se les recomienda la celebración diaria, no frecuente. Pero para celebrar fuera de lugar sagrado debe haber una causa justa, y no basta que te dé devoción. Don Pablo, según cuentan en la película La última cima, celebraba en la cima de las montañas pudiendo celebrar por la mañana o por la tarde en las capillas de las casas en las que estaba hospedado. El motivo que él aplicaba era una especie de consagración o dedicación a Dios de cumbre, o similar. Es bonito, pero no se ajusta a lo que está mandado. Y los sacerdotes tienen que hacer lo que les manda la Iglesia, no lo que les parece bonito.
Por cierto, que repito mi admiración por ambos sacerdotes, que con su ministerio han supuesto una bendición para la vida de la Iglesia y para la mía propia. Lo cual no impide que considera inadecuadas ambas acciones.
11/03/13 3:34 PM
  
Alvaro
de la ópera:

No se preocupe, que no me pongo nervioso. No ante argumentos, por lo menos, ya que denotan honradez en el debate.

1.- Sobre el primer argumento, si me lo quiere descalificar, al menos hágalo calificándolo de "argumento de autoridad" y no de "argumento ad hominem", puesto que mi postura alude a su mayor conocimiento de la materia y no a la calidad de sus personas. En cualquier caso, en este primer argumento me limito a opinar: (1)que ambos han debido actuar de buena fe, ya que no hay base para suponer lo contrario, y (2)que ambos contaban con el conocimiento adecuado sobre lo que se puede o no hacer.

2.- Partimos de la base de que coincido con vd en la inadecuación "a priori" de unos jardines para la celebración de un bautismo. Aun así, me temo que esos jardines no pueden calificarse como "el jardín de su casa particular", ya que en esos jardines está situada una ermita, es decir un lugar sagrado (cosa que no sucede habitualmente con "los jardines de las casas particulares"). Es a las puertas de ese lugar sagrado donde se realizó la ceremonia y, por tanto, no tengo en principio ningún problema en ello, máxime teniendo en cuenta la potestad de Rouco para decidir sobre la cuestión.

Imagino que intentará coger con pinzas el detalle de que el bautizo se celebró a las puertas de la ermita y no estrictamente dentro, pero no creo que la frase "a las afueras de una ermita" pueda equivaler de ninguna manera a "en el jardín de tu casa particular", con el juicio implícito que conlleva.

3.- La película "La Última Cima" muestra sólo cuatro pinceladas de Pablo Domínguez, y lo presenta a través de testimonios de terceros, con la intención de presentar una visión general impactante de su persona y de su Fe. Así pues, ese documental no es lugar para hacer una relación de sus gestiones administrativas o eclesiásticas, ni de los posibles beneplácitos con que debía contar para su actividad de alpinista. Sabiendo que no tiene sentido que en el documental aparezcan esos pormenores, ¿En serio cabe deducir que celebraba sin permiso o sin razón suficiente?

Pero es que, además, en esas misas de campaña se cumple la condición de que no hay una iglesia ni capilla cercana:

"para no perder el significado de la celebración eucarística, el celebrante debe asegurarse de que se cumplen todos los requisitos necesarios para oficiar la Misa fuera del lugar sagrado: deberá determinar en primer lugar si es realmente necesario usar ese lugar como lugar sagrado. Si hubiese una iglesia o capilla cercana nada puede justificar el uso de otros lugares (una clase, sala de conferencias, auditorio y similares)."

http://www.diocesisdecanarias.es/printable/preguntarespuesta/sacramentos/eucaristia-la-misa/misa-lugar-de-celebracion-de-la.html

PD: En lo de las misas de montaña, me quedo en la duda de si lo que se cuestiona realmente no es tanto la forma en que se celebraban esas misas (es decir, de la única forma posible en una cumbre sin templos cercanos), cuanto el hecho mismo de celebrarlas.

Un saludo.
11/03/13 7:08 PM
  
de la ópera
1. cierto. El argumento sobre la autoridad de las personas no demuestra nada.
2. La acción del bautizo, ajustada a la letra de la ley, no se ajusta a su espíritu. Y constituye un mal ejemplo para sacerdotes y fieles.
3. Sin referirnos al finado, que en gloria esté. La cuestión es que un sacerdote debe celebrar Misa a diario. Eso implica que si un día no puede acceder a un lugar sagrado, entonces debe celebrar fuera de lugar sagrado. Hay muchos ejemplos de esto, no solo la Misa en la montaña, como por ejemplo celebrar en las casas para bendecirlas, o en los salones parroquiales para que las dimensiones de la sala se ajusten a las comunidad que celebra. Todas esas cosas están hechas, espero, de buena fe. Pero están mal hechas. Por ejemplo, si un sacerdote está en una casa de convivencias y va a dedicar el día a escalar una montaña, debe celebrar por la mañana en la capilla de la casa o al final del día, cuando llegue. Si está en un refugio de alta montaña o vivaquea, y no hay lugar sagrado, entonces debe elegir el lugar no sagrado que sea más propicio para la digna celebración. Ese lugar, ciertamente, no es la cumbre, donde el viento hace más fácil que se caigan las formas o se derrame la preciosa Sangre. La costumbre de celebrar en las cumbres la Santa Misa es piadosina, no digo que no. Supongo que es como decirle a Dios que se le consagra a él el monte, o el esfuerzo de subirlo, o qué sé yo. Pero es como aquellos curas que exponían el Santísimo en dos altares a la vez. Una piedad desorientada, que no comprende con la Iglesia lo que significan los sacramentos.
12/03/13 10:15 AM
  
Alvaro
de la ópera:

1.- La autoridad de alguien no demuestra que posea la verdad, pero sí aumenta notablemente la probabilidad de que sepa lo que está haciendo. ¿Se supone que vd aplica la presunción de culpabilidad, asumiendo que lo han hecho mal salvo que se demuestre lo contrario? (y claro, la autoridad no sirve como "demostración"). Por mi parte, prefiero la presunción de inocencia.

2.- Como le digo, el bautizo se celebró en lugar sagrado, dado que el lugar es una ermita, por muy "en el jardín" que esté situada.

3.- Tengo bien claro que si D.Pablo Domínguez tenía la costumbre de celebrar en las cumbres, también pondría los medios para evitar los efectos del viento y demás.

Por cierto, que la celebración de la eucaristía en la naturaleza no debe ser tan mala cuando la tenía en tan alta estima el beato Papa Juan Pablo II, quien decía en su encíclica "Ecclesia de Eucharistia":

"8. Cuando pienso en la Eucaristía, mirando mi vida de sacerdote, de Obispo y de Sucesor de Pedro, me resulta espontáneo recordar tantos momentos y lugares en los que he tenido la gracia de celebrarla. Recuerdo la iglesia parroquial de Niegowic donde desempeñé mi primer encargo pastoral, la colegiata de San Florián en Cracovia, la catedral del Wawel, la basílica de San Pedro y muchas basílicas e iglesias de Roma y del mundo entero. He podido celebrar la Santa Misa en capillas situadas en senderos de montaña, a orillas de los lagos, en las riberas del mar; la he celebrado sobre altares construidos en estadios, en las plazas de las ciudades... Estos escenarios tan variados de mis celebraciones eucarísticas me hacen experimentar intensamente su carácter universal y, por así decir, cósmico.¡Sí, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo. Ella une el cielo y la tierra. Abarca e impregna toda la creación. El Hijo de Dios se ha hecho hombre, para reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél que lo hizo de la nada. De este modo, Él, el sumo y eterno Sacerdote, entrando en el santuario eterno mediante la sangre de su Cruz, devuelve al Creador y Padre toda la creación redimida. Lo hace a través del ministerio sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad. Verdaderamente, éste es el mysterium fidei que se realiza en la Eucaristía: el mundo nacido de las manos de Dios creador retorna a Él redimido por Cristo."

http://www.vatican.va/holy_father/special_features/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_20030417_ecclesia_eucharistia_sp.html

PD: Confío en que al beato Papa Juan Pablo II le conceda vd un pelín más de autoridad que a Rouco, un pelín más de conocimiento y criterio en la materia, un pelín más de condición de vida ejemplar para los fieles... ¿O esto sigue sin "demostrar" nada?

Un saludo.
12/03/13 11:39 AM
  
JL
Oiga usted, Alvaro:

No se haga usted pesado, es fácil de comprender. La Misa debe celebrarse en lugar sagrado y si no fuese posible (excursión de varios días a la montaña o a Honolulu) será mejor celebrarla debajo de una palmera que no celebrarla.
12/03/13 2:19 PM
  
Alvaro
Oiga usted, JL: (¿Le satisface este tratamiento?)

Siento que se le haga tan pesado un simple intercambio de opiniones. Confío en que para otras cuestiones tenga vd un poco más de paciencia.

Por lo demás, veo que vd tampoco es que aporte nada nuevo al debate, ya que los casos que describe no son los que han motivado el intercambio entre "de la ópera" y yo (básicamente, la celebración por Rouco de un bautizo a las puertas de una ermita ubicada en los jardines del Palacio de la Zarzuela y la celebración por Pablo Domínguez de la eucaristía en las cumbres de las montañas que coronaba).

Sobre lo segundo, habla vd de "una excursión de varios días a la montaña", caso que no es el que se debate. ¿Y si la excursión a la montaña es de un sólo día? ¿Sigue siendo admisible que la ceremonia se oficie al llegar a la cumbre y no esa misma mañana (o tarde), en algún lugar sagrado en la falda de la montaña? (desde luego, es TAN fácil pretender sentar cátedra sobre los casos dudosos aludiendo a los siempre claros casos extremos...)

Ciertamente, una interpretación desapasionada de la norma parece señalar claramente a la segunda opción, pero las circunstancias del montañismo no son precisamente desapasionadas. ¿Puede entenderse entonces que se contemple la ceremonia eucarística en la cumbre como una forma válida de ofrecer a Dios esa coronación de la montaña, tal vez incluso enfatizando su idoneidad con ese remarcado gozo con el que escribía Juan Pablo II el fragmento que he pegado antes, en el que calificaba incluso de "cósmico" el hecho de haber podido celebrar la eucaristía en tan diversos sitios, no siempre sagrados?

A fuer de parecer pesado, me limito a señalar que "la excepción confirma la regla", y que eso a menudo significa que lo que es adecuado en lo ordinario puede perfectamente dejar de serlo en lo extraordinario, aun cuando pueda encontrarse acomodo para la norma en la parte ordinaria de la ocasión de que se trate (lo cual, por cierto, vaciaría el acto del contenido que lo motivó, convirtiendo en ordinario lo que no lo es).

Un saludo.
12/03/13 3:59 PM
  
de la ópera
No se exaspere, don JL, que esto es un ateneo de liturgia y cánones, y don Álvaro y yo solo buscamos la prístina verdad que nos libera.
1. Yo diría que el primer argumento, con las presunciones de derecho, ha entrado en vía muerta. Mejor lo dejamos estar, que en lo sustancial hay acuerdo, ¿no le parece?
2. El segundo: también pensé que estábamos de acuerdo. Pero vamos, que es que a mí la familia real últimamente no me invita a tomar el café y no conozco el patio de su casa. Si hay una capilla al lado, ¿por qué leñe no la usan? Pero bueno, también hay acuerdo sustancial.
3. Me alegra mucho que traiga a colación el famoso texto de la EDE. Si se fija, el Papa tiene el cuidado de decir que la celebración era en capillas ("Sanctam Missam celebrare potuimus in sacellis"). Es curioso que lo mencione, porque el objetivo del texto es resaltar el carácter cósmico de la celebración. Pero precisamente dice que celebró en lugar sagrado. Otra cosa son las celebraciones multitudinarias, donde la necesidad obliga a celebrar fuera de lugar sagrado.
Una cosa más. Que me recuerda a otra interesante charla que hemos tenido. El ejemplo de los Papas no es normativo. Lo que es normativo es la ley emanada por los Papas. Si el Papa se saltara una rúbrica del Misal romano, mi párroco no estaría legitimado para hacerlo al día siguiente. Insisto, que esto me parece importante. No tenemos que hacer lo que hace el Papa. Tenemos que hacer lo que el Papa nos manda hacer (legítimamente, claro).
12/03/13 4:28 PM
  
Alvaro
de la ópera:

Antes de nada, creo que toca aclarar una pequeña confusión:

Si no me equivoco, vd recuerda haber hablado con "Álvaro" en la entrada sobre los "Gestos y posturas corporales en misa" (http://infocatolica.com/blog/cura.php/1302251206-gestos-y-posturas-corporales).

El caso es que somos dos los "Álvaros" que firmamos por estos lares, y aquella conversación la tuvo con el otro Álvaro. En aquella entrada, visto lo caldeado del ambiente, opté por evitar confusiones firmando como "Alvaro 2" (normalmente mantengo mi firma "Alvaro" -sin acento- porque siempre he firmado así en el blog original de D. Jorge en Wordpress).

Creo que con eso se aclara el por qué de su "caluroso" recibimiento ("Hombre, don Álvaro. Qué alegría. Si a Vd. le parece bien podemos hablar de esto. Pero no se me ponga nervioso."), y no sé si tal vez también el de don JL. Simplemente, no soy ese Álvaro.

Aclarado ésto, creo que en el fondo estamos bastante de acuerdo en todo, aunque apostando vd por un más estricto cumplimiento de la literalidad de la norma, y yo por la admisión de un número razonable y justificado de excepciones a esa misma norma.

De hecho, las excepciones bien entendidas y gestionadas refuerzan a las propias normas, dado que resaltan su sentido y su razón de ser en lugar de poner el acento en su mera aplicación literal, actitud que puede llegar a hacerlas contraproducentes y opresivas (el mismo Cristo habló no pocas veces sobre cómo muchos judíos aplicaban las leyes mecánica y superficialmente, sin entender ni impregnarse de su sentido).

Puede verse si se prevén estas excepciones con sólo ver cómo están redactadas las propias normas: si dan las indicaciones de forma difusa, es que se prevé que habrá excepciones razonables (por ejemplo, para el caso de ceremonias en lugares no sagrados); si las dan de forma estricta y tajante, es que no hay tales excepciones (por ejemplo, ceremonias en templos no católicos).

El límite, como siempre, acaba estando en el tan poco común "sentido común": mientras la ceremonia no resulte desnaturalizada o vaciada de contenido (pasa mucho con las misas "para niños"), mientras la ceremonia mantenga el lugar central de la ocasión y no se convierta en algo accesorio, mientras no se ignoren gratuitamente las circunstancias que definen lo que es una excepción lícita (por ejemplo la cercanía de lugares sagrados accesibles sin que ello rompa con el motivo de la propia celebración) ni se haga abuso de estas excepciones hasta el punto de convertir lo excepcional en ordinario (recurso habitual que emplean los curas progres que tanto "discrepan" de lo bien mandado), creo que podemos dejar estar estas bellas celebraciones extraordinarias, aunque no se celebren en circunstancias tan ortodoxas como las ceremonias ordinarias.

No creo que algo que destaca por su excepcionalidad tenga por qué constituir mal ejemplo o escándalo para nadie (y si se trata de alguien que busca pretextos para actuar mal, por ejemplo un cura que busque argumentos para desvincularse de su templo, entonces el problema es su mala fe y no el pretexto que elija).

De todos modos, lo que digo no es más que mi opinión. Y yo no soy ni siquiera autoridad.

PD: Juan Pablo II no sólo fue un gran papa sino que además es beato, y con toda seguridad será canonizado en breve. Así pues, si bien es cierto que el ejemplo de los papas no es normativo, el ejemplo de un santo canonizado es "canon" o modelo de conducta: aunque el ejemplo de Juan Pablo II no sea normativo, deberá reconocer que sí es fuertemente ejemplar.

Un saludo.
12/03/13 5:32 PM
  
de la ópera
vaya por Dios. Ya decía yo que parecía Vd. muy razonable.
Hombre, yo no diría que yo abogo por un cumplimiento más o menos literal. Yo abogo por el cumplimiento de la norma, sin más. Los católicos tenemos la suerte enorme de disfrutar del ordenamiento más sabio y ponderado del universo mundo. El derecho canónico tiene una sabiduría bimilenaria llena de la guía del Espíritu. La ley canónica está para cumplirse y punto, porque es un camino de educación del sujeto cristiano. Por supuesto, un buen cumplidor de la ley canónica procura cumplir con el espíritu de la ley, no con su letra. Pero sin cumplir la letra es imposible cumplir el espíritu. Las excepciones que prevé la misma ley no son nunca excepciones que yo hago por sentido común. Son obediencia a la ley. Por ejemplo, si la ley dice que con causa justa no hay que hacer algo y yo no lo hago porque hay causa justa, estoy obedeciendo a la ley. Fuera del caso de imposibilidad (ad impossibilia nemini tenetur), cuando mi sentido común diga que una ley es gravemente injusta para mi caso concreto (por ejemplo, la ley de la abstinencia si me caso en viernes de cuaresma), entonces tendré que acudir a la autoridad competente para que me dispense. Pero no debo decidir yo que es así. Porque como Vd. mismo dice, el sentido común es el menos común de los sentidos. Y de eso no estamos excluidos ninguno. Todos, absolutamente todos, necesitamos de alguien que nos eduque.

Estoy de acuerdo con lo que dice de Juan Pablo II. Él en concreto fue un Papa ejemplar. Pero sus actos no son normativos. Y si un Papa es un sinvergüenza, sigue siendo Papa y sus normas siguen vinculando a los cristianos. No su comportamiento. Lo digo porque es una idea muy extendida que si el Papa ha hecho tal cosa, entonces todos tenemos que hacerla. Y no es así.

Mire este link, que es muy simpático:
http://3.bp.blogspot.com/-uY4Gdm67_wc/UDzgcNwXziI/AAAAAAAABjE/pMeHw9kpckE/s320/obedientes.jpg
12/03/13 9:29 PM
  
Alvaro
de la ópera:

Aclarado el lío, al grano:

De acuerdo con que hay que cumplir la norma y en general pedir permiso para obtener una dispensa en caso de excepción, pero con un par de matices:

1.- No recuerdo que la crítica a Rouco y a D.Pablo fuese por incumplir la norma, dado que no consta ni hay indicio de que así fuera. Si ambos celebraron ajustándose a la norma y, con ello, a su espíritu, ¿Qué crítica merecen entonces esas ceremonias?

2.- La norma que rige la celebración de la eucaristía fuera de lugar sagrado deja a criterio del celebrante (no de su superior) el determinar si hay causa justa o necesidad de celebrar de ese modo, así como el tomar las medidas oportunas para celebrarla con la dignidad y seguridad requeridas, indicando únicamente para el caso de las misas domésticas (que no es el caso) que se ha de consultar al ordinario del lugar y al párroco. Así pues, si tanto Rouco como Pablo Domínguez usaron su criterio para determinar que podían celebrar, con ello cumplían la norma.

Siendo el sentido común un sentido muy poco común (de lo que todos estamos afectados) y partiendo de la base de que la ley canónica es guía más fiable que ese infrecuente sentido común, resulta curioso ese "Pues se ajustará a la norma, pero..."

¿Pero? ¿Tal vez "...pero el sentido común me dice que esa no es forma adecuada de celebrar"? ¿En qué quedamos, nos guiamos por la norma o por nuestro sentido común?

Y sobre lo de Juan Pablo II, aunque sus actos no sean normativos, diría que sus encíclicas algo tienen de norma, ¿no? Fíjese que no he mencionado que él haya celebrado de tal o cual manera, sino que dejó plasmado en una encíclica, precisamente dedicada a la eucaristía, el inmenso gozo de celebrar así, con el mismo mundo por altar.

Por cierto, es cierto que Juan Pablo II menciona haber celebrado en templos situados en plena naturaleza, y no en la plena naturaleza a secas, pero también es cierto que Juan Pablo II era aficionado, según recuerdo, más bien al senderismo que al alpinismo: si transitas por senderos, que existen porque hay gente que los usa de ordinario, normalmente será más fácil encontrar templos que si escalas cumbres.

Sea como sea, no creo que vayamos a ir mucho más lejos con estos comentarios, que no dejan de reducirse a: estamos de acuerdo en lo fundamental y, para las excepciones, al final es el sentido común y el criterio de cada uno el que deberá decidir incluso si consultamos o no. Resulta absurdo regular la norma y también regular la excepción, y la excepción a la excepción... y así hasta el infinito ("y más allá", que diría el personaje). Al final, es cada cual quien debe saber dónde entra el propio criterio y en qué aspectos asumimos los ejemplos no normativos, y en eso tan subjetivo no creo que nunca nos pongamos de acuerdo más allá de lo ya dicho (aunque puede que me equivoque).

Un placer conversar con vd.

PD: Sí, es una foto muy salada.

Un saludo.
13/03/13 9:05 AM
  
Carla
Hola,

Soy católica y practicante. Conocedora de la importancia de cualquier Sacramento, incluido el del Matrimonio si bien en mi caso particular he querido casarme en una pequeña Ermita (en la cual se oficiaban misas hace ya algunos años) y que por espacio (deben de tener capacidad para 15 o 20 personas) había que colocar unas cuantas sillas mas a las puertas de la capilla para dar cabida a mas gente que quisiese seguir la misa con nosotros.

Finalmente no fue posible, pues aún contando con un templo sagrado, al estar hoy en día en suelo privativo de un particular y no abierta todos los días al público, no podía ser lugar de celebración de nuestra boda.

Puedo entender, y comparto que salvo excepciones, caso de extremaunción, imposibilidad de acceso a un templo... que no se puedan oficiar misas fuera de templos sagrados, pero en nuestro caso, sinceramente no lo entendí, pues el templo estaba, se habían oficiado misas en el pasado! y aún así fue imposible.

10/02/14 9:49 PM
  
Paula
Entiendo y en absoluto seré yo quien ponga en tela de juicio la decisión de un párroco, y es lícito que el sacramento tenga lugar en lugar sagrado. Pero... Una misa? Porqué se autorizan misas al aire libre dependiendo de la diócesis a la que se pertenezca? No deberían ser las normas para todos? No somos, a ojos de Dios, todos iguales? En que se basan entonces los criterios a seguir?
19/03/15 11:03 PM
  
María
Buenas tardes,

tengo 26 años, vengo de una familia católica de toda la vida, me caso al año que viene y me hubiese gustado hacerlo al aire libre y por la iglesia, por mi familia. Me parecen perfectos los argumentos que se dan para no oficiar ceremonias fuera de templos sagrados, pero les diré algo, con nuestra generación las cosas van a ser distintas.
Es un hecho que cada vez son menos los bautizos, comuniones o bodas religiosas que se hacen y deberían ustedes, curas, párrocos, obispos, cardenales e incluso el Papa preguntarse por qué y es porque la iglesia no ha avanzado con nosotros, yo la veo como algo totalmente obsoleto, no la creencia en Dios, sino lo que la Iglesia como tal representa. El reino de Dios está en todas partes, los templos sagrados son única y exclusivamente invención de la Iglesia.
Solo les diré que o bien empiezan a modernizarse a pasos agigantados y a facilitar las cosas a la gente, no solo con esto sino con por ejemplo hermanos tomar la comunión al mismo tiempo, o el tema de los cursos prematrimoniales, que es sabido que el 98% de las parejas no llegan vírgenes al matrimonio y conviven en la misma vivienda, mejor curso prematrimonial que ese no le hay.
La siguiente generación de católicos, osea, la mía, demandamos otras cosas de la Iglesia, creo que los cambios siempre son buenos, y la sociedad y el mundo han cambiado, ustedes deberían hacer lo mismo, sino, creo que la fecha de caducidad de la Iglesia católia, al menos en Occidente, está próxima.
07/07/16 7:01 PM
  
Ângelo
A mí sólo me viene ahora a la cabeza que el Papa Francisco celebró una boda en un avión y en pleno vuelo...
07/02/18 8:53 PM
  
Luciano
Los que solicitan que se realicen ceremonias religiosas (bautismos, casamientos, etc) fuera de la iglesia, ponen de manifiesto que lo eclesiástico es una parte mas del protocolo de la ceremonia, donde importa mas que los invitados comenten "que bien la pasamos en la fiesta"..... El templo muchas veces es el espacio donde se encuentran personas con intereses muy diversos. En una oportunidad en misa me toco estar al lado del cirujano que ya tenia el turno asignado para operar a mi hija en el curso de la semana, habiéndonos dado el saludo de la paz. Al finalizar la ceremonia y salir del templo el "profesional de la salud" se acerca para manifestarme, que previa a la operación debía entregarle cierta suma de dinero en concepto de "plus", porque si bien la obra social que tenia estaba al día con el pago de sus obligaciones....los aranceles estaban desactualizados.......al preguntarle si me daría recibo el "doctor" no disimulo su fastidio......Finalmente, decido viajar unos kilómetros y se realizo la operación sin pagar nada. Como es nuestra conducta fuera de los templos ?
28/04/20 6:57 PM

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