Carla Toscano: “La ideología de género destruye todo lo bueno que hay en la persona”
Carla Toscano de Balbín. Católica practicante y madre de 2 hijos. Concejal y Portavoz Adjunta de Vox en el Ayuntamiento de Madrid. Diputada nacional en las XIII y XIV legislaturas. Fue portavoz de la comisión de Igualdad y de la Comisión de Violencia de Género. Antes de la política fue activista desde la sociedad civil por la defensa de la vida, la familia y contra la ideología de género.
¿Cómo hemos llegado a este punto en el que los gobernantes fomentan cada vez con más descaro programas para pervertir la infancia?
No hemos llegado a esto por casualidad, ha sido un largo camino. La ideología de género tiene sus orígenes en fuentes como Alexandra Kollontai, promotora del aborto y del amor libre; Alfred Kinsey, promotor de la hipersexualización y la pederastia y apoyado por la Fundación Rockefeller; su amigo y también promotor de la educación sexual, Wardell Pomeroy; Simone de Beauvoir, negacionista de la existencia de la naturaleza humana; Shulamith Firestone, promotora de la pederastia y del fin de la familia; Judith Butler, promotora de la teoría queer; Betty Friedan, Kate Millet, la Escuela de Frankfurt; Mary Calderone y Lester Kirkendall y un largo etcétera… Todos estos personajes sentaron las bases, pusieron las semillas de una ideología que busca la destrucción de la sociedad como la conocemos hasta ahora para crear una sociedad nueva.
Se destruye una sociedad destruyendo a los seres humanos que la integran. Si quieres una sociedad de esclavos, de seres alienados que no piensen y obedezcan; si quieres el poder absoluto, tienes que destruir lo que hace a la persona serlo; tienes que destruir su esencia, su alma. Y eso es lo que hace la ideología de género.
Suelo decir que ésta es una revolución de arriba a abajo porque no estamos hablando de cambios sociales o más bien antropológicos que los ciudadanos necesitaran o demandaran, no. Es una revolución que se ha planificado cuidadosamente desde arriba, como la Conferencia Mundial sobre la Mujer de Nairobi en 1985, la de Población de El Cairo en 1994, la de Pekín 1995 sobre Mujeres, la declaración de los Principios de Yogyakarta en 2007… es un plan, una agenda perversa de Naciones Unidas y otros agentes supranacionales para cambiar el mundo. De aquí seguimos hacia abajo, hacia los Gobiernos de los estados, que, especialmente en Occidente, aplican esta estrategia sobre los ciudadanos, a través de leyes, de propaganda y de adoctrinamiento, y aquí llegamos a los niños.