InfoCatólica / Caballero del Pilar / Categoría: Entrevistas

27.06.23

El P. Aguilar, Deán del Cabildo Metropolitano, analiza la Coronación canónica de la Virgen del Pilar en 1905

P. Joaquín Aguilar Balaguer. Nació en Maella (Zaragoza) el 30 de noviembre de 1948. Fue ordenado sacerdote en Zaragoza el día 13 de octubre de 1973. Este año celebrará sus Bodas de Oro Sacerdotales.

Fue párroco de las parroquias rurales de Almonacid de la Sierra y de Cosuenda; después lo fue de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en la ciudad de Zaragoza. En 1990 fue nombrado Vicario Episcopal de media zona rural de la Diócesis de Zaragoza. Desde 2006 es el Canciller Secretario General de la Diócesis. En 2005 fue nombrado Canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana y, desde 2019, Deán Presidente del Excmo. Cabildo Metropolitano.

¿Qué se entiende por coronación canónica de una imagen?

La coronación canónica de las imágenes de la Bienaventurada Virgen María es una de las formas más solemnes y peculiares –además de extraordinaria y excepcional– del culto a la Madre del Señor. Las primeras coronaciones canónicas se remontan al siglo XVII, y no fueron incorporadas definitivamente al conjunto de las celebraciones litúrgicas católicas hasta el siglo XIX.

Hay dos tipos de coronaciones: las pontificias y las diocesanas, dependiendo de la instancia o la autoridad eclesiástica que la concede. Cuando es el Papa el que concede la coronación canónica esta se llama coronación canónica pontificia. Así fue la coronación de la imagen de la Virgen del Pilar el 20 de mayo de 1905. Si es el obispo el que concede la coronación, se llama coronación canónica diocesana.

Todos sabemos que una corona dice relación con la realeza, y el hecho de coronar tiene que ver con la proclamación de un rey o de una reina. En el caso de la Virgen, la coronación de una imagen suya es el reconocimiento de su realeza: así la proclamamos en el 5º misterio glorioso del Santo Rosario –“La coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado”– y en las 13 últimas letanías del Santo Rosario –“Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas…”–.

A las imágenes de la Virgen se las corona no para que sea Reina sino porque es Reina.

¿Qué supuso la coronación canónica de la Virgen del Pilar en el año1905?

En primer lugar, supuso una gran movilización, que tuvo como resultado la aportación de joyas y metales preciosos provenientes de toda España: alianzas, broches pulseras, pendientes, relojes, etc.

En segundo lugar, una gran preparación espiritual de los católicos zaragozanos para tan gran acontecimiento.

Y, en tercer lugar, la coronación supuso el comienzo del auge esplendoroso de la devoción a la Virgen del Pilar que ha caracterizado, de un modo destacado, la espiritualidad pilarista a lo largo del siglo XX y comienzo del XXI.

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23.06.23

Misión de audaces, vibrantes testimonios de familias, profesores y alumnos de los colegios Juan Pablo II

Entrevistamos a Óscar Rivas, autor del libro y Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Fundación Educatio Servanda.

«Dios es la caña. No exagero, de verdad que es la caña. Tú te propones llevar a cabo un proyecto y cuando quieres darte cuenta Él ya te ha sumergido en otro que nada tiene que ver con tu idea original. Ha cambiado por completo tu hoja de ruta, y ni siquiera has sido consciente de ello. Y en el caso de que lo seas, no quieres evitarlo. ¿Por qué? Porque Él conoce mejor que tú lo que es bueno para ti. Si sabes de qué hablo, no te costará entenderme. Pues bien, así surgió este libro». De este modo comienza su introducción Óscar Rivas en esta obra que recoge testimonios de familias, profesores y alumnos de los colegios Juan Pablo II.

Testimonios de vida y de conversión, donde sonrisas y lágrimas se alternan casi sin quererlo. Vidas reales con nombres reales que despiertan ternura, afecto y compasión. Imposible no emocionarse con ellas.

¿Por qué el título Misión de audaces?

Bueno, creo que en cuanto te adentras en su lectura, enseguida comprendes el sentido del título. Los protagonistas desnudan sus vidas. A través de sus testimonios nos abren su corazón. Lo ponen sobre la mesa y nos lo entregan para que entendamos que cuando el Señor entra en nuestra vida la cambia por completo. Y además no se ocultan detrás de un pseudónimo —lo cual sería legítimo— sino que ponen nombres y apellidos. Hay que ser muy audaz para obrar así. Ellos lo son. Es un libro escrito, no solo a pecho descubierto, sino a corazón abierto.

¿Por qué misión?

Porque cuando conocen al Señor se dan cuenta de que no pueden permanecer ajenos a ese tesoro que acaban de recibir. No pueden fingir que no ha ocurrido nada. De hecho, no quieren hacerlo. A partir de ese instante, sienten la necesidad de dar a conocer la Buena Nueva; el deber de comunicar que Él está vivo, de explicarnos que lo único que tenemos que hacer es ir a su encuentro, pues Él nos espera con los brazos abiertos. En un mundo tan ajeno a Dios como el que vivimos, la suya es una misión solo apta para audaces. “Él espera que haga lo que estoy haciendo –nos dice Eugenio, uno de los testimonios– que cuente que le conozco… que cuente que soy su amigo”. Sus testimonios alientan nuestra esperanza.

¿Por qué decidió escribirlo?

Eso es lo más curioso, que cada vez tengo más claro que no fui yo quien lo decidió. Lo explico en el prólogo. Una mañana fui a hablar con Juan Carlos Corvera, presidente de Educatio Servanda, para proponerle un proyecto sobre educación. Fue entonces cuando me asaltó la idea de escribir un libro que explicara lo que sucede en el día a día de Educatio Servanda, en el día a día de los colegios Juan Pablo II: hijos que evangelizan a los padres, padres que hacen la primera Comunión junto a sus hijos, que se bautizan, o que se confirman con los alumnos, familias rotas que se recomponen cuando Dios hace acto de presencia en el hogar… Es que es una pasada, de verdad. Hasta aquella mañana ni se me había pasado por la cabeza. Luego, antes de emprender el proyecto hubo que encomendarlo, queríamos tener la certeza de que hacíamos lo correcto.

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22.06.23

Martín Señas habla de la historia y actualidad de la Adoración Nocturna Española

Martín Señas San Martín. Es de un pueblo de Navarra llamado Urroz-Villa y adorador nocturno en Pamplona. Tiene 42 años, es padre de familia, con 5 hijos, y trabaja en la industria. Su esposa, Alodia, adoradora nocturna, le fue llevando al Santísimo para que Él realizara su total conversión. Desde el año 2006 hasta el día de hoy, ha crecido en la fe gracias a Dios y a esta hermosa asociación de culto al Santísimo Sacramento, la Adoración Nocturna, en la que hoy es vocal del Consejo Diocesano de Pamplona.

Para aquellos que no la conozcan, ¿qué es la Adoración Nocturna?

La AN es una asociación de fieles laicos que, reunidos en grupos (“turnos”), se turnan velando al Santísimo en las horas de la noche. Las vigilias en la AN empiezan sobre las 22 horas y, si es posible, acaban sobre las 6 de la mañana para adorar a Dios, presente en el Santísimo Sacramento, en representación de toda la Iglesia, con espíritu de reparación, expiación e intercesión. Su estructura es diocesana. Los turnos, o el único turno, que hay en un pueblo o ciudad forman la sección adoradora de esa localidad, habiendo varias en cada diócesis de España. La hay también en otros países, como México, donde es muy numerosa.

¿Por qué organizaron recientemente en Pamplona una jornada de conferencias sobre el fundador de la Adoración Nocturna Española?

El motivo fue el amor que tenemos a la Eucaristía y la necesidad de encontrarnos con Jesús Sacramentado. Varios adoradores nocturnos, viendo esta necesidad y la disminución de adoradores en nuestras vigilias, nos vimos lanzados, empujados por Dios, a dar un impulso a la obra y al conocimiento de su fundador, el venerable Luis de Trelles, que en el año 1877, el 3 de noviembre, diera inicio en la Iglesia de San Antonio del Prado de Madrid, con aquella primera vigilia, a la Adoración Nocturna Española. Dentro de poco más de 4 años celebraremos Dios mediante nuestro 145 aniversario de fundación, que se dice pronto, pero que es un milagro. Entendemos también que debemos volver a retomar el espíritu, el carisma y la práctica del ejercicio bien hecho, que el Venerable D. Luis, inspirado por el Espíritu Santo, dio a su obra, lo cual ha ido flojeando de manera muy perceptible en los últimos cuarenta años.

¿Qué frutos ha dado la Adoración Nocturna Española en todos estos años?

Los frutos han sido numerosos: santos, mártires, vocaciones sacerdotales y de todo tipo… No conozco bien los datos, pero me consta de decenas de miles de adoradores nocturnos en toda España. En las horas de la noche velamos al Señor en oración y silencio escuchando lo que Él nos dice. ¡Su presencia es apreciable en todos los sentidos!. En ese rato de adoración, mientras muchos duermen y descansan en sus casas, el buen Dios que nos hace el regalo de admitirnos en su compañía, también nos recompensa el sacrificio de las horas del sueño y el descanso. Nos tenemos que dar cuenta de que la Adoración Nocturna es un camino hacia la santidad, como muchos otros, pero éste es al que hemos sido llamados.

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21.06.23

20.06.23

Conozca la apasionante figura de Luis de Trelles, fundador de la Adoración Nocturna española

Comparto con ustedes la entrevista realizada hace un tiempo a Antonio Troncoso de Castro, Presidente de la Fundación “Luis de Trelles”.

Nos comenta los aspectos esenciales de una vida apasionante. Jurista, político, adorador, editor… pero antes que nada, cristiano ejemplar e infatigable apóstol.

¿Nos podría resumir los principales datos biográficos de Luis de Trelles?

Nace en Vivero, Lugo, el 20 de agosto de 1819 en una familia de profunda religiosidad. Estudia en el Colegio Insigne en un ambiente también de valores religiosos y humanos, que le marcarán de por vida.

En la Universidad, recibido Bachiller con el voto unánime del Tribunal, se le permite impartir docencia en la Facultad de Jurisprudencia y Leyes, como entonces se conocía. Ya licenciado abre despacho en su pueblo natal, es nombrado Fiscal de Distrito, y en la Coruña, a donde se traslada a principio de los cuarenta, Fiscal de Artillería e Ingenieros de la Jurisdicción de Guerra, entonces con funciones instructoras, y años más tarde, a propuesta de la Audiencia, Auditor de la Capitanía General del Viejo Reino en aquellos convulsos años de asonadas e intervención militar en Portugal; catedrático del Notariado y abogado ejerciente, a pesar de su juventud tiene un papel destacado en la vida intelectual y social de aquella Ciudad.

Elegido Diputado por su pueblo, asume la sección de peticiones y reclamaciones y renuncia a pingües nombramientos. Disuelto el Parlamento, establece definitivamente su domicilio y despacho en Madrid, donde vivirá cerca de 40 años de intensa actividad intelectual y religiosa hasta su muerte en 1891, en Zamora, en cuya catedral reposan sus restos.

¿Podría hablarnos de su labor como jurista?

Sobre todas las cualidades que adornaban su persona, deben destacarse tres: jurista, o, para ser más preciso, jurisconsulto, caritativo y católico enamorado de la Eucaristía hasta niveles no alcanzados por seglar alguno en la Historia de la Iglesia.

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