Nicolás Stier, impulsor de la peregrinación a Luján: “Vi a Chartres sublime y quise llevarlo a Argentina”

Nicolás María Tarsicio Stier, 37 años. Esposo de Milagros, padre de 4 hijos (Benito, Matilde, Timoteo y Celina). Productor agropecuario (ganadero). Ingeniero Agrónomo. Vive en Nor Patagonia, provincia de Río Negro.
¿Cómo fue su primer encuentro con la Misa Tradicional?
Fue de niño, tenía 10 años. En ese entonces mis padres fueron por algún tiempo al priorato de la FSSPX. Ya más grande, a los 18, en una cabalgata por los mártires de la tradición en Pichi Mahuida, La Pampa, me reencontré con la semillita que había sido sembrada en la niñez. Y, de vuelta a casa, la gracia me llevó a buscarla. En nuestro pueblo la Liturgia estaba muy descuidada, entonces yo me debatía si ser o no acólito, si cantar o no…
Entonces escuché que en el pueblo cercano (30 km) había llegado un sacerdote tradicional. Automáticamente «paré la oreja» y dije: «vamos a conocerlo». Al domingo siguiente fuimos con mi hermana en sulky (carro con caballos) a una capilla a 15 km donde atendía ¡y lo conocimos! Nos invitó a su parroquia donde rezaba la Misa de siempre más temprano que la Novus. Así fue como empezamos a ir toda la familia, mis padres y mis tres hermanos…
Creo que cada Misa es un encuentro único con el Crucificado. Y la Misa Tradicional, en particular, siempre me dio paz en ese encuentro santo.
¿Cómo nace la inspiración de la peregrinación a Luján?
En 2009 estuve de intercambio universitario en Toulouse, Purpan (estudié agronomía en FAUBA). Allí iba a Misa a la FSSPX y a ICRSS. Con los jóvenes de esa capilla fui a peregrinar a Chartres y me pareció sublime. Dije: «esto hay que hacerlo allá». Al volver, un sacerdote amigo me motivó y mi familia y amigos se entusiasmaron también. Fue entonces cuando buscamos un itinerario que recorriera 100 km. Buscamos de dónde salir y al año siguiente arrancamos la marcha los 4 primeros peregrinos para llegar al tercer día unos 18 a la Basílica de Luján, cuya Virgen es la patrona de la Argentina.
¿En qué medida la peregrinación a Chartres ha sido siempre el punto de referencia?
Ellos fueron la inspiración, sin duda: 100 km, 3 días, el nombre. Sin embargo, es llamativo que los primeros 15 años no hayamos tenido relación con los organizadores franceses. Copiábamos, eso sí, por la experiencia de algunos de nosotros que habíamos ido. También veíamos sus páginas, redes y vídeos. Hoy, en cambio, estamos en contacto y muy agradecidos de su generosidad para brindarnos todo tipo de información operativa, consejos e ideas para mejorar nuestra organización.
La experiencia y profesionalización que tienen es impresionante.
¿Por qué se decidieron a ir adelante, aunque eran 4 personas al principio?
Creo que siempre fue y sigue siendo la Virgen la gran protagonista de la peregrinación. Ella fue quien movió nuestros corazones en su momento y lo hicimos.
Si era bueno, lo repetiríamos. Si no, allí quedaría. ¡Y fue bueno! Porque de 50 peregrinos pasamos a 100 y luego a 200, y así hasta llegar hoy a 2000. Vemos que todos los años, muy a pesar nuestro, las cosas salen y, si salen, es porque Ella lo permite.
Los tiempos que nos tocan vivir hoy son confusos. Los seglares tenemos que defender, cuando lo vemos, aquello que la jerarquía intenta esconder y a veces incluso aniquilar. Difícilmente los sacerdotes pueden pregonar a los cuatro vientos el amor a la Liturgia Tradicional. En cambio, los seglares tenemos hoy en día más libertad y cierta responsabilidad en ello.
¿Cómo fue creciendo y consolidándose con el tiempo?
Hemos tenido varias épocas. La artesanal, la organizacional y, por último, la profesionalización. Todo esto bajo el amparo de Summorum Pontificum, que daba tranquilidad a pesar de la persecución y desprecio a la Misa Tradicional. Luego, sin embargo, se redactó Traditiones Custodes a partir del cual se prohibió el rezo de la Misa de clausura en la Basílica. Hoy vivimos tiempos de duda por parte de la gente, de sacerdotes. Son tiempos de perfil bajo y catacumbas…Esperamos algún día volver a honrar a la Santísima Virgen con la Misa Tradicional en su casa. Más allá de ello, nunca dejamos de crecer en número de peregrinos…
¿Cómo ha ido viendo que la gracia actuaba en los peregrinos y qué frutos podría destacar?
Creo que lo más importante ha sido siempre la confesión. Es imprescindible que haya suficientes sacerdotes para que los peregrinos se reconcilien con Dios. De ese sacramento llegan muchísimas gracias. Tenemos el testimonio de un padre de familia que venía acompañando a su hijo y se confesó después de 40 años sin hacerlo. Ha habido matrimonios, vocaciones sacerdotales y religiosas descubiertas a partir de «la pere».
Todos terminan cansados, eso sí, pero espiritualmente edificados, ¡llenos de gozo en el alma! Y todos, al año siguiente, cuando están en la plaza de Rawson se preguntan: «¿qué hago acá?». Y, claramente, se manifiesta que hay, a pesar de lo duro, un premio espiritual del ciento por uno.
¿Qué anécdotas más edificantes recuerda de estos años?
Hemos visto profesiones de fe de algún scout. Grandes conversiones. Confesiones después de muchos años. Hemos visto a un sacerdote llorando de emoción por haber rezado su primera Misa Tradicional en el gacebo de altares privados. Hemos visto tantas cosas… Tenemos todos los años muchísimos testimonios que nos animan a seguir y seguir con esta obra que es sin duda de Dios.
¿Por qué el espíritu penitencial de la misma por zonas inhóspitas le da un toque heroico, lejos de la comodidad de nuestro tiempo?
Dejar el teléfono tres días, soportar los fríos invernales nocturnos, posibles lluvias, dolores, ampollas, calambres y paspaduras llevan a uno a doblegarse y a ser movido por el Crucificado y a parecerse un poco, un poquito a Él. ¡Y eso es lo heroico!
La inmensidad de nuestra llanura pampeana, por sus caminos rectos de tierra, ayuda a forjar ese acercamiento a Dios y a preparar mejor el espíritu para la oración, para la Misa. Alejarse del mundo para reencontrarse con Aquel a quien tanto nos cuesta ver…
Me gustaría que recordase a alguna persona importante en la peregrinación que ya han fallecido…
Monseñor Antonio Baseotto, obispo emérito castrense, fue quien nos abrió las puertas desde el principio y nos ayudó a que se pudiera rezar la Misa final en la Basílica. Durante ocho años la presidió él mismo. Sin duda, la peregrinación existe en la Argentina gracias a él.
El Padre Luis Maltauro, sacerdote escolapio, nos conoció por internet, se acercó, conoció la Misa Tradicional, se enamoró de ella y la rezaba siempre que podía.
Isabel Prieto, peregrina de la primera hora, miembro de una familia que siempre estuvo y ayudó a la organización, madre y esposa. Murió joven por una enfermedad grave.
¿Cómo se presenta la peregrinación de este año?
Hay muy buena convocatoria de sacerdotes. ¡Más de 20! Y también al encuentro litúrgico post peregrinación hay inscriptos ¡otros 25! Vienen sacerdotes de Brasil, Ecuador, Paraguay, Chile, Francia y España. Calculamos unos 2000 peregrinos en 43 capítulos.
Este año el lema es «En ti, Señor, he esperado», para meditar sobre el año de la esperanza.
¿Por qué merece la pena participar?
Las peregrinaciones eran habituales en la vida del pueblo católico durante la Cristiandad, cosa que se ha perdido bastante en la modernidad. Esta peregrinación tiene varias características que la hacen muy atractiva. Son tres días, de manera que uno logra profundizar y ahondar en la conversión del alma. Dos noches de campamento (no sé si hay campamento más grande que este en la Argentina), que fogonea el espíritu. Es dura, se caminan 100 km a paso rápido.
Tiene la solemnidad del culto tradicional, centro de la cultura cristiana. ¡Es realmente una experiencia de vida única! Un experiencia dura, profunda, que conmociona. Se ve gente llorando de emoción y de dolor. Se ve gente radiante de alegría y compenetrada en la oración.
Se peregrina en capítulos, que son comunidades naturales. No es una masa amorfa. Son grupos de una parroquia, de un colegio, scouts, etc., con un jefe, una cruz, un estandarte de una advocación mariana o santo a elección. Cada grupo tiene su carisma particular, su forma propia, pero todos confluyen en lo mismo: llegar a Luján.
Las Misas de campaña tienen la particularidad del entorno natural y la solemnidad del rito tradicional. Muchos se preguntarán el 15 de agosto que viene, en la plaza de Rawson, antes de salir nuevamente para Luján en esta XVI peregrinación: «¿qué hago acá?».
Mezcla de asombro y de arrepentimiento sobre la decisión tomada frente al arduo panorama al que se enfrentan… pero sin duda fue Cristo quien movió sus corazones para estar ahí de nuevo, para peregrinar nuevamente a la casa de la patrona de la Argentina. Hace 2 años agregamos la posibilidad de formar capítulos de familia, que caminan medio día y luego hacen actividades en el campamento. ¡Es el semillero de nuevos peregrinos!
¿Qué nos puede decir del encuentro litúrgico con sacerdotes que tiene lugar poco después?
Hace ya 3 años aprovechamos para alquilar un lugar y que los sacerdotes y religiosos puedan tener un encuentro litúrgico, para formarse en la Misa Tradicional y para hacer camaradería. No es tan común que tantas sotanas se reúnan, así que aprovechamos el marco de la peregrinación para que se dé este encuentro. Viene siendo un éxito y creemos que NSC tiene esa capacidad de reunirlos a todos.
Por Javier Navascués
53 comentarios
En alguna gente que participa en estos grupos suele haber bastante ignorancia, como si no hubiera problema alguno con la FSSPX. Ningún católico sensato iría así sin más a Misas de esos cismáticos. Y si, por real necesidad, se viera obligado a ir, no lo diría públicamente sin aclararlo. El padre José María Iraburu escribió hace tiempo cosas muy buenas sobre el filolefebvrianismo.
Por cierto: la FSSPX no participa (nunca ha querido participar y hasta tiene una peregrinación propia) porque la línea que bajan sus sacerdotes es que "no hay que ir a misa tradicional si no es con los sacerdotes de la FSSPX" dado que los otros, aún celebrando el usus antiquor, están "contaminados" por las ideas del CVII. Bendiciones. PJOR
Gracias por la aclaración, D. Javier Olivera Ravasi. Sería bueno que manifestaran expresamente ese permiso del Ordinario. En cuanto a la mención a la FSSPX, se debe a que el entrevistado se refiere a su asistencia a Misas de esos cismáticos como si al parecer no hubiera ningún problema en eso, lo cual es erróneo. Y que uno de los organizadores piense así y lo exprese públicamente le da a ese movimiento un tufo sospechoso.
Me parece un milagro porque veo el avance, cada año.
Voy a las Misas de Campañas y a las de cierre.
Doy fe que María Santísima intercede ante su Hijo Amado para que se vean tantos frutos de conversión y santidad, especialmente en matrimonios jóvenes.
Admiro todo el esfuerzo que hacen por mejorarla cada año !!!!
Es uno de los pocos lugares donde veo tantas sotanas y tanta gente confesándose.
Ahí compruebo que eso es lo que buscan las almas: doctrina clara, humillación ante el Señor Sacramentado, sacrificio no vano, cantos apropiados y espíritu de comunidad que camina cansado, herido, con frío, con calor, hacia la casa de la Madre !!!!
Pertenezco al capítulo de los benefactores espirituales ( rezar por ellos)
Soy esposa, madre y abuela, por gracia de Dios y mientras Dios me de vida, con mí esposo, nos seguiremos alimentando de las gracias enormes recibidas por tener oportunidad de participar en lo que podamos !!!!!!
Sería conveniente que indique quién ha declarado a los fieles y sacerdotes de la FSSPX en cisma para llamarlos "esos cismáticos", pues la acusación de cismático es muy grave e injuriosa.
Parece raro que, si son cismáticos, el papa Francisco les haya reconocido a los sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X una facultad para confesar con una amplitud similar a la que el Código de Derecho Canónico otorga a los cardenales de la Iglesia.
Lex orandi, lex credendi, lex vivendi
Mariano, tu comentario destila falta de caridad, además de ser erróneo, el que no une, desparrama.
Si bien no tengo relación alguna con la FSSX, creo que Monseñor Levfebre fue un profeta y seguramente un santo.
Excelente artículo ! Alabado sea Jesucristo !
"En las presentes circunstancias, deseo sobre todo dirigir una llamada a la vez solemne y ferviente, paterna y fraterna, a todos los que hasta ahora han estado vinculados de diversos modos con las actividades del arzobispo Lefebvre, para que cumplan el grave deber de permanecer unidos al Vicario de Cristo en la unidad de la Iglesia católica y dejen de sostener de cualquier forma que sea esa reprobable forma de actuar. Todos deben saber que la adhesión formal al cisma constituye una grave ofensa a Dios y lleva consigo la excomunión debidamente establecida por la ley de la Iglesia".
Grave es lo que hizo Lefebvre. Más aun, gravísimo, como dice Ecclesia Dei. Y todos los que permanecen en su secta vienen de hecho a adherir a su acto. Vergüenza debería darle lo que dice.
"l’atto scismatico che ha originato il Motu proprio ed il Decreto non ha fatto altro che portare a termine, in un modo particolarmente visibile ed inequivoco – con un gravissimo atto formale di disobbedienza al Romano Pontefice – un processo di allontanamento dalla communio hierarchica. Finché non vi siano cambiamenti che conducano al ristabilimento di questa necessaria communio, tutto il movimento lefebvriano è da ritenersi scismatico, esistendo al riguardo una formale dichiarazione della Suprema Autorità".
https://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/intrptxt/documents/rc_pc_intrptxt_doc_19960824_vescovo-lefebvre_it.html
¡Cuán acertado estuvo D. José María Iraburu con sus artículos sobre el filolefebvrismo!
Esperemos que no vuelva a salir de las filas de la FSSPX algún fanático que intente matar al Papa, como lo hizo Fernández Krohn.
Ah! Encima sacas a la luz la triste historia de Fernández Krohn, que no estaba bien de la cabeza y pretendes ensuciar a la FSSPX con eso. En todo caso estas tomando la parte por el todo, incurriendo en una falacia lógica. En fin…
Es la misma Iglesia quien ha juzgado a ese cismático. Y no es falta de caridad llamar a las cosas por su nombre. Y ya tenía que salir uno a vosearme (al menos, Padilla, trate de mantener la misma forma de tratamiento en todo su discurso). ¿"El que no une, desparrama"? Un poco irónico que se cite eso tratando de defender al cismático y justamente excomulgado Lefebvre (y muerto excomulgado). Léase Ecclesia Dei de San Juan Pablo II y déjense de decir insensateces. El sectarismo de la FSSPX, ciertamente, hace perder la cabeza...
Antes de juzgar si las premisas son o no pobres, conviene escribir correctamente y emplear como corresponde el idioma en el que uno se expresa. Comience por ahí, Padilla. Más vale estar subido a un poni que andar cojo de ambos pies. Por lo demás, con esa doble cojera parece lógico que usted me impute una falacia no habiéndola.
Organizada por laicos, son 100 km. en 3 dias hasta el santuario mariano de Notre Dame du Cap (Reina de Canada), con celebraciones tradicionales de la FSSP.
Os dejo un prueba contundente de que la FSSPX está en comunión con Roma a pesar de todo . Se celebra con el MISAL DE 1962 ya moficada un poco la Liturgia por Juan XXIII y que fue de acuerdo con Ratzinger y Lefevbre en la epoca de JP II . Los sedevacantes celebran la Misa de San Pio V que sería de "cismaticos" según los modernistas que aceptan el mal y la herejia modernista antes que a los que prefieren la Doctrina y la Liturgia de los Padres. Es un fariseismo modernista lo de hoy.
1) A toda la progresía litúrgica cómo se hacen las cosas según la ley de Dios y de la Iglesia;
2) Para mostrar que el Novus Ordo celebrado como indica el Misal es evidentemente (a menos que alguien tenga dañada la potencia visiva) igual en substancia a la "Misa de siempre";
3) Que Novus Ordo bien celebrada y Misa "Tradicional" pueden coexistir con total naturalidad.
In Domino Semper,
EBV
Primero: uso tan bien o mejor el idioma que vos.
Segundo: voseo porque soy argentino
Tercero: no argumento con soberbia ni pontifico como vos
Cuarto: si tengo que argumentar, lo hago con citas más serias y profundas que los pobres artículos del padre Iraburu
Quinto: sólo discutiría con vos cuando abandones esa inclinación casi patológica por calificar
Sexto: no tengo tiempo que perder con necios (da la impresión de que lo sos. Tal vez me equivoque, dado que esto no permite vernos cara a cara)
Séptimo: en caso de darse las condiciones, te ofrezco mi teléfono para que sigamos por privado
Te mando un abrazo
PD: Ezequiel BV tu propuesta es insólita. El problema con el NOM es el propio rito (aun celebrado con sus rúbricas, dado que es un rito protestantizante creado por un casi seguro masón y pastores protestantes, por lo cual nadie en su sano juicio puede considerarla como realmente un rito católico íntegramente. De hecho, el ofertorio, que no es tal, es una oración judaica)
Hay muchísimo más para decir sobre el NOM “bien celebrado” pero me detengo aquí porque todo está accesible para el que lo quiera estudiar. Abrazo a todos y que Dios nos guíe
Usted dice: "Encima sacas a la luz la triste historia de Fernández Krohn, que no estaba bien de la cabeza y pretendes ensuciar a la FSSPX con eso. En todo caso estas tomando la parte por el todo, incurriendo en una falacia lógica".
Mi afirmación fue: "Esperemos que no vuelva a salir de las filas de la FSSPX algún fanático que intente matar al Papa, como lo hizo Fernández Krohn".
La frase no contiene ningún error lógico, ninguna falsedad, nada moralmente reprensible. Nada hay de objetable en sacar a la luz esa triste historia, sobre todo para llamar la atención en orden a que no se repita, como dije que lo espero. Si no estaba bien de la cabeza y era sacerdote de la FSSPX, ahí hay tela para cortar... Un grupo cismático ya está bastante sucio por sí mismo. Y no parece que ese tipo de fanáticos pueda pasar muy desapercibido en otros sitios. De cualquier modo, fue el cardenal Ratzinger quien llamó la atención al propio luego cismático Lefebvre sobre el particular, al escribirle en 1982: "el hecho de que usted haya aceptado ordenarlo sacerdote suscita preguntas sobre el rigor de los criterios de idoneidad aplicados en este caso. En un sentido más general, ¿está usted suficientemente preocupado por frenar y combatir lo que hay que llamar el fanatismo de ciertos miembros de la Fraternidad San Pío X?". Así que no hay falacia alguna, Padilla: no he tomado a la parte por el todo. He dado a entender, eso sí, que el fanatismo de ciertos de sus miembros y la estúpida crítica de la FSSPX al Concilio Vaticano II son un ambiente propicio para que casos anormales como el citado puedan pasar más bien desapercibidos (al menos más que en sitios normales) y hasta puedan encontrar algunos elementos que los propicien: se cuenta, en efecto, que el miembro de la FSSPX que intentó matar a San Juan Pablo II gritó "muera el Concilio Vaticano II". Esto está más en la línea de la cismática FSSPX que de lo que piense cualquier católico cabal.
Al leer su comentario no puede uno evitar el preguntarse si acaso la baba de la que habla o algún otro elemento no le ha afectado el uso de sus facultades mentales o motrices. Si quiere que se le entienda en lo que comenta, debería hacer un esfuerzo por escribir como corresponde. Ahora bien, al margen de sus numerosos errores ortográficos, su "prueba contundente" es absurda: ¿así que por celebrar con el Misal de 1962 ya queda garantizada la plena comunión con Roma? Entonces, si ponemos a cualquiera a celebrar con ese Misal, ¿ya se hace ipso facto plenamente católico? Usted debería estar al frente de todo movimiento ecuménico, Millan, es un genio: ha encontrado un método mágico para garantizar la comunión con Roma, su "prueba contundente".
¿Por qué será que la Iglesia Católica no considera a la FSSPX en plena comunión con ella?
Cada vez quedo más convencido que lefebvrianos y filolefebvrianos tienen una considerable miopía mental.
Gracias. He leído lo que comenta y otros documentos al respecto. No hablo por hablar. Ahora bien, limitándome a lo que usted cita, ahí se habla expresamente de "retorno", "vuelta a la unidad" y "arrepentimiento". Ninguna de esas cosas, lamentablemente, se ha dado: es evidente. Lo mismo, sigue en pie lo que sostiene Ecclesia Dei sobre la adhesión al acto cismático que, impíamente, la FSSPX ¡hasta celebra públicamente! El otro texto que cité es de 1996. Lo de Benedicto XVI no ha cambiado eso. La cuestión está clara. Qui potest capere, capiat. Por lo demás, reconocer teóricamente al Papa como Papa es compatible con el cisma, a tenor de la definición del mismo que proporciona el C.I.C. (canon 751).
Veo que seguís utilizando calificativos con una facilidad asombrosa (de nuevo cismáticos, fanáticos, estúpida, etc)
Esta es mi última intervención en esta discusión.
Quisiera aclarar tres cosas:
Primera, que el acto de “desobediencia” de monseñor Lefebvre jamás fue considerado un cisma por ningún estudioso serio
Segunda, que el padre Fernández Krohn ya no pertenecía a la FSSPX cuando ocurrió el episodio con Juan Pablo II, precisamente por no estar cuerdo
Tercera, que las críticas al Concilio Vaticano II no son estúpidas ya que dicho concilio es la fuente de los innumerables errores que, supongo, no desconoces, acerca de la libertad religiosa, el ecumenismo yla colegialidad
Cuarto, veo con tristeza que adjudicas a la FSSPX y a sus sacerdotes errores que no sostienen, lo cual supongo no conoces de primera mano y has tomado prestado de algún artículo equivocado o tendencioso
Como dije, no continuaré por esta vía.
Te dejo mi contacto y te mando un abrazo
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Me hace acordar a Gregorio XVI (Quo Graviora) y a Pío VI (Auctorem Fidei), donde los Papas enseñan que es blasfemia contra el Espíritu Santo decir que Su Iglesia puede promulgar disciplina perniciosa.
Respecto de la bendición judía del nuevo Ofertorio, me llama la atención que sea tan parecida a la oración de Ofertorio de la "Doctrina de los Apóstoles": "1. En cuanto a la Eucaristía, así habéis de realizarla:
2. Primero sobre el Cáliz:
Te damos gracias, nuestro Padre,
por la sagrada vid de David, tu siervo,
la cual nos enseñaste por Jesús, tu Hijo y Siervo;
A Ti la gloria en los siglos.
3. Y sobre la partición (del pan):
Te damos gracias, nuestro Padre,
por la vida y la ciencia
que nos enseñaste por Jesús, tu Hijo y Siervo:
A Ti la gloria en los siglos.
Como este pan fue repartido sobre los montes, y, recogido, se hizo
uno, así sea recogida tu Iglesia desde los límites de la tierra en tu
Reino
porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, en los siglos” (https://hjg.com.ar/blog/xtras/didache.pdf)
Sobre la "maldad" del Novus Ordo, dejo lo siguiente:
1578 78. La prescripción del Sínodo sobre el orden de las materias que deben tratarse en las conferencias, en la que, después de advertir previamente cómo en cualquier artículo debe distinguirse lo que toca a la fe y a la esencia de la religión de lo que es propio de la disciplina, añade que en esta misma disciplina hay que distinguir lo que es necesario o útil para mantener a los fieles en el espíritu, de lo que es inútil o más oneroso de lo que sufre la libertad de los hijos de la Nueva Alianza, y más todavía, de lo que es peligroso o nocivo, como que induce a la superstición o al materialismo, en cuanto por la generalidad de las palabras comprende y somete al examen prescrito hasta la disciplina constituída y aprobada por la Iglesia -- como si la Iglesia que se rige por el Espíritu de Dios, pudiera constituir disciplina no sólo inútil y más onerosa de lo que sufre la libertad cristiana, sino peligrosa, nociva e inducente a la superstición y al materialismo --, es falsa, temeraria, escandalosa, perniciosa, ofensiva a los oídos piadosos, injuriosa a la Iglesia y al Espíritu de Dios por el que ella se rige, y por lo menos errónea” (2678 Dz) (Pío VI, Auctorem Fidei (https://www.clerus.org/bibliaclerusonline/es/ffz.htm)
Sobre el "cisma" lefebvriano, ver a los Papas preconciliares:
Afirma Pío XII en Ad Apostolorum Principis: "De lo que hemos expuesto se sigue que ninguna autoridad, excepto la que es propia del Sumo Pastor, puede anular la institución canónica concedida a un Obispo; que ninguna persona ni grupo, ya sea de sacerdotes o de laicos, puede arrogarse el derecho de nombrar Obispos; y que nadie puede conferir legítimamente la consagración episcopal si antes no consta el mandato pontificio (c. 953).
Por consiguiente, si tal consagración se confiere contra el derecho y la justicia, con un delito que hiere gravísimamente la misma unidad de la Iglesia, se establece la excomunión reservada de modo especialísimo a la Sede Apostólica, en la que incurren ipso facto tanto quien recibe la consagración conferida arbitrariamente como quien la confiere (cf. Decreto de la Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio, 9 de abril de 1951; AAS XLIII [1951], pp. 217-218)”
Pío IX, Quartus Supra, 32: "También en este asunto, para estimular a los perezosos y acrecentar el celo de quienes ya caminan bien, declaramos que esperábamos que fueran propuestos varones verdaderamente idóneos para aquel oficio, a fin de no vernos obligados a poner al frente de una sede vacante a otro que no hubiese sido propuesto; que se procediera con cautela había sido establecido en la Instrucción por Nos emanada en el año 1853 [Instruct. Licet, 20 de agosto de 1853].
Hemos sabido que de estas palabras, aunque suavísimas, algunos tomaron ocasión para sospechar que la propuesta sinodal de los obispos sería en el futuro ilusoria y de ninguna importancia para Nos. Otros, yendo más lejos, imaginaron que en dichas palabras se escondía el propósito de confiar a obispos latinos el cuidado espiritual de los armenios.
Aunque tales críticas no merecerían respuesta alguna, pues las formulan quienes se extraviaron en sus pensamientos y temieron donde no hay motivo para temer, hemos juzgado, sin embargo, que no debía silenciarse Nuestro derecho a efectuar alguna elección aun fuera de la terna propuesta, a fin de que en lo venidero nadie pueda forzar a la Sede Apostólica a actuar según su propio provecho.
Es cierto que, aun con Nuestro silencio, el derecho y el deber de la Cátedra del Beatísimo Pedro permanecerían intactos, pues los derechos y privilegios que le confirió el mismo Cristo Dios pueden ciertamente ser impugnados, pero no abolidos; y no está en poder de ningún hombre renunciar a un derecho divino cuando, en ocasiones, por voluntad de Dios se viera obligado a ejercerlo”
Pío IX, Etsi Multa, párrafo 19: "Nosotros, pues, aunque indignos, ocupamos esta suprema Cátedra de Pedro como custodios de la fe católica, para mantener y defender la unidad de la Iglesia universal. Siguiendo la costumbre y el ejemplo de Nuestros Predecesores y de las leyes eclesiásticas, y con la potestad que nos ha sido conferida desde el cielo, declaramos no sólo ilícita, vana y absolutamente nula la elección de José Huberto Reinkens (antes mencionado), realizada contra la sanción de los Sagrados Cánones, y condenamos y detestamos su consagración sacrílega; sino que, con la autoridad de Dios omnipotente, excomulgamos y anatematizamos al propio José Huberto y a quienes osaron elegirlo, a quienes colaboraron en la consagración sacrílega, y a todos los que los sostuvieron y, adhiriéndose a ellos, les prestaron favor, ayuda o consentimiento. Declaramos, mandamos y ordenamos que todos ellos deben ser tenidos por separados de la comunión de la Iglesia y contados entre aquellos cuya familiaridad y trato el Apóstol prohibió a todos los fieles de Cristo, hasta el punto de ordenar expresamente que ni siquiera se les diga “Dios te salve” (2 Jn 10)”
Pío VI, Charitas, N° 10: "“En cuanto al interrogante sobre si consagrar o no a los seudo-elegidos, le ordenamos formalmente que no prosiguiera con la institución de nuevos obispos, ni siquiera por estado de necesidad, para no sumar nuevos interlocutores hostiles a la Iglesia. Se trata, en efecto, de un derecho que compete únicamente a la Sede Apostólica, conforme a lo establecido por las normas del Concilio de Trento, y que ninguno de los obispos ni de los metropolitanos puede arrogarse; de lo contrario, estamos obligados por nuestro deber apostólico a considerar cismáticos tanto a quienes consagran como a quienes son consagrados, y sin valor todos los actos que unos y otros lleguen a producir”
Deus benedicat vos, care fratres,
In Domino Semper,
EBV
Caritas en vez de Charitas
Y "cari fratres" en vez de "care fratres"
Viva Cristo Rey
La Liturgia es el corazón de la Iglesia, ese corazón debe ser siempre cuidado y amado.
Nunca he celebrado la Misa tradicional pero si he abrazado aquello que Benedicto XVI llamaba la hermenéutica de la continuidad, tratar de embellecer, cuidar, enriquecer la Misa actual; nunca se ha prohibido celebrar de cara a Dios, cantar en gregoriano, comulgar de rodillas. Preparar las predicaciones y abrir las puertas a los fieles la Adoración permanente.
El Señor los bendiga!!
Enhorabuena
Benedicto XVI nunca negó lo que se refiere a la condición cismática del acto de Lefebvre ni de los que se adhieren al mismo. Que en su carta se diga que "una ordenación episcopal sin el mandato pontificio significa el peligro de un cisma", en buena lógica, no niega nada de lo anterior. Está hablando a nivel general. Y nada obsta a que haya una ordenación episcopal sin el mandato pontificio que no llegue a consolidarse en un grupo cismático. Precisamente, el acto cismático de conferir la ordenación episcopal sin mandato pontificio implica el peligro de cisma, cisma que se da si se sigue en esa línea de no sometimiento, que es el que sigue la FSSPX (basta, por lo demás, leer algún comentario a este artículo para percatarse de ello). Entonces, sigue en pie lo anterior.
Por lo demás, y no digo que es su caso, no deja de ser curioso que algunos lefebvrianos se agarren a alguna frase o disposición de algún Papa cuando les conviene, desechando, tan tranquilos, todo el resto...
Le soy sincero: si usted no sabe que en buen español se han de emplear los signos de interrogación y de exclamación de apertura, como asimismo los puntos, o no sabe reconocer cuando incorrectamente se han omitido, entonces usted no está para estas cuestiones. Esto no es soberbia, es sentido común. No quiero ofenderlo, pero no es correcto lo que dijo: no ha empleado como corresponde la lengua. Y si no quiere tomarse el oneroso trabajo de escribir correctamente, pues nada garantiza que quiera tomarse el trabajo de pensar y razonar correctamente.
En cuanto a otro punto que menciona, tengo buenos amigos argentinos que no emplean indiscriminadamente el "vos" con extraños, de modo que el que sea usted argentino no lo faculta sin más para emplearlo conmigo. También en Argentina se emplea el "usted" y es una muestra de buenos modales y educación emplearlo con los extraños, mientras que el voseo indiscriminado parece ser más bien un exceso de impertinente confianza.
A lo demás, está lo escrito. Y esa estúpida (no le cuadra otro calificativo, además de impía) acusación al Novus Ordo lo delata. Dios le conceda el arrepentimiento.
De lo más sensato, eso sí, y lo celebro, es que se llame usted al silencio, según dice. A lo menos espero que sea un hombre de palabra y obre así. De lo contrario, se desdeciría usted de lo más sensato, no sé si lo único, que ha dicho.
Le agradezco su contacto, pero no le veo mucho sentido contactarlo. Rezaré por usted. Que el Señor le conceda el salir de esos errores y la plena comunión con la Iglesia Católica por intercesión de San Juan Pablo II, San Pablo VI y San Juan XXIII.
Muy buenos comentarios, Ezequiel. Me alegra que haya católicos que no estén más o menos ganados por esa errada y perniciosa mentalidad lefebvriana y cismática. Dios lo bendiga.
Peregrinando voy creciendo en Fe, Esperanza y Caridad. Nos vemos en la Pere!!!
Me parece que queda evidente la fuerza de los argumentos de Mariano y Ezequiel.
Yo tenía bastantes tendencias filolefebvrianas ya que me ha escandalizado bastante el estado decadente de la Iglesia, y a eso se añadió que guiado por un comentario de un sacerdote de que los católicos podemos asistir a misas lefebvristas siempre que no alimentemos una mentalidad cismatica, asistí a una capilla lefebvriana cuando permanecí un tiempo en una ciudad donde tenían un priorato, y me gustó mucho la forma de celebrar y las homilías, haciendome creer que no puede ser algo malo para la Iglesia el lefebvrismo. Hoy veo que sí lo es, porque es un cisma, son sacerdotes que no tienen jurisdicción, algo que antes no entendía, tal vez por mi mentalidad moderna contaminada de individualismo, pero ahora entiendo que la jurisdicción es una nota constituyente de la Iglesia, no es algo prescindible, y el supuesto "estado de necesidad" es un invento para engañarse a ellos mismos y mantenerse en el cisma, haciendo daño a sus almas.
Dices "los católicos podemos asistir a misas lefebristas siempre que no alimentemos una mentalidad cismatica". Esa prevención busca aprovechar lo bueno, el rito, y desechar lo malo, el cisma. Y se hace porque en el lefebrismo hay ambas cosas, caso contrario la prevención no tendría sentido.
Nunca entendí la razón de este permiso dado por la Iglesia, porque si lo que se quiere es acercar a los fieles al rito tradicional, ¿porqué se lo combate ad intra?
Respondo a Hornero: reconocen a León XIV como Papa, sí. Mas no se someten a su autoridad..."
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Así es, tal cual.
Quienes crean que se puede ser católico sin someterse a la autoridad del papa, es natural que crean que los lefebristas no están en cisma de facto.
Que no de iure, como es sabido.
Para simplificar el debate sobre la Misa diseñada en 1970 sugiero un ejemplo: Imaginen un movimiento de malos teólogos que se oponen a la maternidad divina de la Virgen María; los Papas lo condenan, pero el movimiento toma fuerza; llega un Papa que encarga a una comisión rediseñar el Ave María que manera a dejar tranquilos a los descontentos; finalmente el Papa prohibe incluir “Madre de Dios” en el Ave María. No deroga el dogma; sólo lo deja un poco de lado.
El Ave María amputado es “válido”, se puede rezar muy piadosamente y puede salvar las almas. Y agreguen aquí todos los argumentos de los defensores del texto de 1970. Pero no se puede olvidar el origen herético de la amputación. Hay que proclamar la maternidad divina de la Virgen María con mayor énfasis que antes. Hay que impedir que con el correr del tiempo la amputación lleve al olvido de un dogma esencial.
A mi primo Ezequiel le digo que está bien criticar los actos de desobediencia a la jerarquía, pero que también es bueno tratar de entender los casos concretos de desacato. Comento un caso de desacato. A causa de la política de acercamiento a los gobiernos comunistas Paulo VI prohibió las ordenaciones episcopales. Karol Wojtyla lo desobedeció, por el bien de las almas: https://adelantelafe.com/las-ordenaciones-clandestinas-ante-el-derecho-canonico-que-podemos-aprender-de-los-cardenales-wojtyla-y-slipyj/
Volviendo al ejemplo del Ave María, si alguien lo reza sin amputación, admito que le señalen su desobediencia al Papa, pero también conviene recordar las circunstancias en que se produjo la prohibición, las teorías que defendían los que la pidieron y la verdad que está puesta de lado. Para no extenderme sobre las amputaciones de 1970 y su origen, recomiendo el libro de Pablo Marini “El drama Litúrgico” y el vídeo “Mass of the Ages”. Sobre la desobediencia a la jerarquía eclesiástica recomiendo el libro de Dom Dysmas de LASSUS, Prior General de la Gran Cartuja, 2019 (https://www.opus-info.org/index.php/File:Los_riesgos_de_la_vida_religiosa.pdf)
Me dirijo a vosotros con sincero afecto y respeto, sabiendo que compartimos el amor por la Santa Misa y la centralidad del Sacrificio Eucarístico en la vida de la Iglesia. Pero hay algo que desde hace tiempo me causa profunda perplejidad, y no puedo seguir guardando silencio.
¿No os parece una contradicción —casi una herida en la lógica del misterio que celebramos— que se convoque a una peregrinación o evento litúrgico, se invite a una veintena de sacerdotes, y sin embargo, al llegar el momento del Santo Sacrificio, solo uno de ellos celebre mientras los demás son reducidos al rol de espectadores? ¿Qué sentido tiene negar la concelebración a quienes, por el sello ontológico del sacerdocio, han sido configurados con Cristo Cabeza precisamente para ofrecer el sacrificio?
No se trata de una cuestión meramente organizativa o ceremonial, sino de una verdad teológica profunda: cada sacerdote participa, por el carácter indeleble del orden sagrado, en el sacerdocio de Cristo, y su lugar natural en la Misa es en el altar, en la persona del mismo Redentor. No es una cuestión de protagonismo, sino de coherencia con lo que la Iglesia cree, celebra y enseña.
Negar o dificultar la concelebración no es simplemente una opción litúrgica más, es poner un velo innecesario sobre el misterio de la comunión sacerdotal. ¿No clama la misma estructura del rito a que Cristo Cabeza se manifieste también en la pluralidad visible de sus ministros?
Desde luego, hay lugar para la sobriedad, para la belleza litúrgica bien cuidada, para la prudencia pastoral. Pero lo que no tiene sentido —ni teológico, ni pastoral, ni espiritual— es reunir a los ungidos del Señor y luego impedirles ejercer, juntos, aquello para lo que fueron consagrados.
Os invito, con humildad pero con convicción, a reflexionar sobre esta práctica. No para polemizar, sino para redescubrir la riqueza de lo que somos y celebramos. El altar no es un escenario, y el sacerdote no es un asistente. Es Cristo quien actúa en él y a través de él. Y cuando la Iglesia peregrina se reúne, no hay mayor signo de unidad que ver a sus pastores unidos en un solo sacrificio, en una sola oblación, en un solo amor.
Con todo respeto y fraternidad en Cristo,
De este modo, el silogismo es claro y perturbador: cerrar la puerta a la concelebración condujo a la proliferación de misas individuales; esa práctica, convertida en sistema, abrió la vía al cálculo de méritos y estipendios; y todo ello, finalmente, encendió la mecha de la ruptura: la protesta de Lutero no fue sino una reacción —excesiva pero comprensible— ante un uso distorsionado de lo más sagrado. El comercio de indulgencias fue posible porque se olvidó la dimensión comunitaria, visible y sacerdotal del sacrificio único de Cristo.
Os invito, con humildad pero con convicción, a reflexionar sobre esta práctica. No para polemizar, sino para redescubrir la riqueza de lo que somos y celebramos. El altar no es un escenario, y el sacerdote no es un asistente. Es Cristo quien actúa en él y a través de él. Y cuando la Iglesia peregrina se reúne, no hay mayor signo de unidad que ver a sus pastores unidos en un solo sacrificio, en una sola oblación, en un solo amor
¿No fue acaso en plena hegemonía del rito tridentino cuando surgieron las herejías más demoledoras, los sistemas ideológicos más ateos y las convulsiones sociales más destructivas? ¿No estaba celebrándose la Misa tradicional cuando la humanidad se fue desgarrando en nombre del poder, la raza o la revolución?
Es evidente que ningún rito, por sí solo, garantiza la fidelidad ni la conversión de los corazones. Atribuir al rito reformado todos los males modernos es tan injusto como atribuir al Vetus Ordo la caída de medio mundo en el error. La crisis no se debe a la forma, sino a la falta de fe viva, de santidad, de amor a la verdad.
Por eso, en lugar de dividirnos por preferencias litúrgicas, urge mirar con sinceridad las raíces profundas del malestar: la pérdida de la comunión, el olvido del sacrificio, el encierro en formas sin espíritu. Y ahí, nuevamente, se impone la necesidad de recuperar el signo visible de la unidad presbiteral: la concelebración, como expresión plena del único Sacerdocio de Cristo actuando en su Cuerpo.
Sobre ese artículo de "Adelante la fe" (página, en general, no recomendable, en donde a veces aparece algo del muy poco serio Pondal), vendría bien que Cosme leyera esto: academia.edu/128841593/Algunas_consideraciones_sobre_la_epiqueya_con_ocasi%C3%B3n_de_un_art%C3%ADculo_de_P_Kwasniewski.
Sobre Marini, no es muy de fiar, ya que yerra en algún punto en su visión del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II: véanse algunos comentarios a este artículo: caminante-wanderer.blogspot.com/2024/12/los-martires-de-la-teologa-emilce-cuda.html.
En cuanto a la simplona consideración sobre la Misa que hace Cosme, léase lo que escribió D. José María Iraburu en su blog: artículos 653-656 y 668.
Me han hecho reflexionar sobre el asunto de la concelebración.
Jordán dice “¿No clama la misma estructura del rito a que Cristo Cabeza se manifieste también en la pluralidad visible de sus ministros?” Y Wenceslao: “... la concelebración, como expresión plena del único Sacerdocio de Cristo actuando en su Cuerpo.”
Es curioso que algo tan grave no lo haya visto nadie en dos milenios de historia de la Iglesia. Cuando se difundió la Misa por el crecimiento de la Iglesia a nadie se le ocurrió la concelebración sino que empezaron -según Jordán - “Misas simultáneas en el mismo templo. Esta práctica, que comenzó a incubarse tímidamente a partir del siglo VIII, se generalizó progresivamente.”
Tuvo que llegar el S. XX (y la caída de la feligresía y de las vocaciones) para descubrir el huevo de Colón, a saber, que sería mejor una sola Misa celebrada entre varios sacerdotes que varias Misas individuales celebradas cada uno por un secerdote.
Antes de tomar partido sobre esta cuestión es mejor concentrarse en conocer a fondo la doctrina católica tradicional, es decir, aquella que no está sujeta a la moda del momento. Confirmando lo que dice Wenceslao, en el Siglo XVIII el clero celebraba la Misa de Siempre, y sin embargo participaban de la moda del momento, que consistía en ser iluminista, jansenista o simplemente ignorante. La poca ortodoxia que había la enseñaban los jesuitas, lo que ya es un problema en sí mismo.
Pero dejemos de lado el pasado, ya que el Siglo XXI es la Cruz que nos deparó la Providencia. Hoy, como antes, hay que concentrarse más en la doctrina eterna que en los debates y modas del momento. Yendo a la cuestión litúrgica, si alguien me dice que defiende apasionadamente 1) que el pecado original fue una ofensa infinita, no por el ofensor sino por el ofendido; 2) que nos cerró las puertas del Cielo y nos puso en las garras del demonio; 3) que sólo una víctima infinita podía reparar la ofensa infinita; 4) que la Misa es la renovación del sacrificio de esa víctima infinita; 5) que quien no se beneficia de ese sacrificio por el bautismo sigue en las garras del demonio; entonces, reverendo amigos, no les pregunto cómo celebran. Supongo que la fuerza de esas verdades los inducirán a que sea lo mejor posible.
Cuando gustes, vamos a por una cerveza.
Es bueno mantener la familia cerca.
Mi wpp
+5491168693456
In Domino Semper,
EBV
Muy buenos aportes los de Padilla y de mi primo Cosme.
Unidos en oración.
Como si la Iglesia fundada por Dios y por Él gobernada y sustentada pudiera llevar a las almas a la condenación eterna nada más ni nada menos que con el medio principal de la salvación: la Misa.
¿Esto es fe católica? ¿Se supone que para ser tradicional tengo que pensar esas cosas, que parecen aberrar la confianza en el Divino Guardián de la Iglesia?
In Domino semper,
EBV
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