El P. Raúl Rodríguez pulveriza la creencia en la reencarnación, tan de moda en sociedades modernas
El sacerdote afirma que la creencia en la reencarnación hace resurgir las herejías cristológicas del pasado
Raúl Rodríguez Azor Sacerdote diocesano de Valencia, ordenado en 2007. Bachiller en Teología. Máster en Bioética. Párroco y capellán de hospital. En su Canal de YouTube de carácter apologético apuesta por un contenido relacionado con la Sagrada Escritura, Filosofía, Historia, Bioética y Teología.
Dentro de su vocación sacerdotal, ¿cómo nace su interés por la apologética?
Más que un interés por la apologética diría que fue la curiosidad. Tras la crisis mundial del Covid todo se movió al mundo virtual y, fui a ver lo que allí se cocía. En las redes sociales en sus entornos descubrí un grupo de personas defendiendo la fe y evangelizando. Pero también me decepcionó el mayor número de lobos disfrazados de ovejas con diferentes evangelios que hacían pasar por los aprobados por la Iglesia. Es algo que me interpeló y que a su vez me obligaba a dar respuesta a tanta tergiversación, al odio y mentiras respecto a la fe católica desde las redes sociales.
¿Por qué está tan de moda en mucha gente la absurda y herética creencia en la reencarnación, llamada técnicamente metempsícosis?
Quiero creer que se debe al exotismo y el esnobismo de ver quién es más original. Es la actual sociedad del mercantilismo en todos los aspectos, incluyendo la transcendencia y la fe. Entonces algunos hacen la fe a su medida: esto de la fe cristiana me gusta, esto del budismo me viene bien, esto que me contaron del lejano hinduismo me encanta y uniendo todo lo que me gusta y rechazando exigencias, me creo mi religión a medida con mis caprichos, mis gustos y esperanzas, sin poner en duda nada, salvo si lo que se está creyendo y haciendo sincréticamente satisface sus ansias y caprichos, acallando sus sufrimientos o sus ganas de buscar sinceramente el sentido real, profundo y transcendente de la vida.
¿Hasta que punto es grave y peligroso creer en ello?
En primer lugar, hay que entender que es la reencarnación. Pues la reencarnación. se entiende como transmigración del alma, y es enseñada como el proceso de desencarnarse tras la muerte para incorporarse en un nuevo cuerpo y volver a una existencia terrenal en ese nuevo cuerpo. Es el paso a otras formas de existencia, y por supuesto, como cristianos, esta enseñanza no tiene cabida, ni podemos creer que esto sea una realidad plausible.
¿Cómo ha sido condenada esta aberrante doctrina por la Iglesia?
Tenemos que tener en cuenta que la reencarnación no es bíblica, las enseñanzas bíblicas se centran en la resurrección y la vida eterna. Por ejemplo, en el Evangelio de Juan, Jesús afirma: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11, 25). Este enfoque en la resurrección difiere significativamente de la idea de la reencarnación, ya que promueve la esperanza en una vida futura después de la muerte física, en lugar de un ciclo continuo de nacimiento y renacimiento.
Por si quedaran dudas, las Escrituras son muy claras: “cada uno de nosotros vivimos una vez como seres mortales en la tierra, y una vez muertos nos presentamos ante el Juez de la Historia: Jesucristo” (Hebreos 9, 27). Este versículo es claro al sugerir que no hay ciclos repetidos de vida y muerte, como se entiende comúnmente en las falsas creencias de la reencarnación.
La Iglesia afirma que no hay reencarnaciones, no hay unas segundas oportunidades con reencarnaciones en otros cuerpos y otras vidas.
Las Escrituras indican tácitamente que al morir los creyentes tenemos dos destinos definitivos y eternos: estar con el Señor Jesús en el Cielo (2 Corintios 5, 8), y aquéllos que rechazaron el Evangelio de Cristo, van a un lugar de castigo. (Lucas 16, 19-31; 2 Pedro 2, 9).
Además, Jesús nos enseñó que desde la libertad y con la ayuda de su gracia, cada uno, decide su destino eterno en una sola vida (Mateo 25, 46) Es por ello que san Pablo enfatizó que “ahora es el día de salvación” (2 Corintios 6, 2) Mientras vivimos es tiempo de gracia y misericordia, una vez cerremos los ojos a las cañadas oscuras de este mundo los volveremos abrir para presentarnos, como expliqué, al Juicio de Dios.
¿Qué nos puede decir acerca del error de Orígenes en relación a ello?
Orígenes, influenciado por diferentes afirmaciones heterodoxas, parece enseñar algo sobre la reencarnación, pero no es así exactamente. Orígenes sostenía en su obra De Principiis (Peri Archon) que las almas existían antes de nacer y que Dios las creaba con libre albedrío. Aquellas que se alejaban de Dios caían en cuerpos materiales como parte de su proceso de purificación.
Sin embargo, Orígenes no enseñó la reencarnación en el sentido de que las almas pasan de un cuerpo a otro en múltiples vidas terrestres. Para él, la finalidad era la restauración de todas las cosas en Dios (apocatástasis), no un ciclo interminable de vidas humanas.
En el siglo VI, algunas ideas atribuidas a Orígenes fueron condenadas en el II Concilio de Constantinopla, incluyendo la preexistencia del alma y cualquier noción parecida a la reencarnación. La Iglesia reafirmó que cada alma es creada en el momento de la concepción y que la salvación o condenación es definitiva tras la muerte.
¿Qué dice el Catecismo al respecto?
El numeral 1013 es claro al afirmar que “La muerte es el fin del peregrinaje terrestre del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su destino último. Cuando ha terminado ‘el único curso de nuestra vida terrena’ (LG 48), no volveremos a otras vidas terrenas”.
Queda bien explícito que los seguidores de Cristo, en su Iglesia, creemos en la resurrección de los muertos y no en la reencarnación. No hay lugar a dudas y amparado en el triple fundamento de nuestra fe: Escritura y Tradición como hemos visto, y el Magisterio, como es este punto del Catecismo y el II Concilio de Constantinopla.
Mucha gente no le da importancia, pero creyendo en esta disparatada idea se niegan muchos dogmas de nuestra fe…
Así es, con la reencarnación, directamente la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo deja de ser realidad, para ser una reencarnación, una vuelta a la vida, una apariencia, etc… pero es en definitiva el resurgir de herejías cristológicas del pasado: arrianismo, nestorianismo, docetismo, etc…
Pero recordando el pilar fundamental de la fe de la Iglesia: “si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe” (1 Corintios 15,14) y las posteriores apariciones del Resucitado en carne glorificada, cae por su propio peso la posibilidad de una futura reencarnación.
Nuestra esperanza no es la reencarnación sino Cristo, y este resucitado, pues “sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es.” (1 Juan 3, 2).
Y se pone en peligro la salud de nuestra alma y nuestra salvación…
Por supuesto que sí, y de múltiples formas y diversas razones.
En primer lugar, la reencarnación no es justa, podríamos preguntarnos ¿por qué las personas serían castigadas a reencarnarse por algo que no recuerdan haber hecho en una vida anterior?
Una segunda objeción a tener en cuenta es que la reencarnación no funciona. Pues si, según esta “enseñanza” el karma libera progresivamente a la humanidad de sus deseos egoístas, ¿por qué la naturaleza humana no ha mejorado notablemente después de todos los siglos de historia y “reencarnaciones”?
Otro punto a tener en cuenta, es la pasividad social y humana, dado que la reencarnación hace que nos volvamos socialmente pasivos, puesto que se enseña que no debemos interferir con el “mal karma” o las malas circunstancias de los demás. Interferir en sus malas circunstancias traerá más mal karma para ellos y para nosotros, algo totalmente anticristiano: ¿Dónde queda mi prójimo? ¿Dónde el encargo del mandato del Amor entregado por Cristo a su Iglesia?
Y por último, sucede algo similar a la falsa enseñanza del “Evangelio de la prosperidad” surgida en el evangelismo del último siglo: la reencarnación es fatalista, puesto que, según las “leyes del karma” garantiza que cualquier cosa que “sembremos” en la vida presente, invariablemente lo “cosecharemos” en la próxima vida. Este creer infalible de la siembra del bien para la próxima reencarnación acaba con la Gracia de Dios en favor de los hombres.
¿Cómo es que la gente, incluso entre ellos brillantes profesionales, pueden llegar a creer en algo tan descabellado?
En definitiva, pienso que son modas e ingeniería social. Intelectualidad vacía o sucedáneos de verdad revestidos de autoridad y efectividad. Son fruto de una sociedad alérgica a enfrentarse a su realidad, con el silencio y con la misma transcendencia, que es Dios y el sentido de la vida impreso en nuestro corazón. Dando “autoridad” a libros llenos de cuentos y autoayudas anulas la capacidad de pensar, de ser crítico con uno mismo y con la sociedad. Estas autoridades y autoayudas solo sirven para ayudarse a ellos mismos llevándose por delante a una sociedad adormecida y carente de criterio y de espíritu crítico.
Se da mucho entre la gente que difunde testimonios de experiencias cercanas a la muerte…
Esto es debido, en numerosas ocasiones, al deseo inmaduro de no afrontar que somos finitos para este mundo. Para muchos, decirles que hemos sido creados por amor para la eternidad les es mas imposible de creer, que decirles que volverán a la vida en otro cuerpo, como una nueva oportunidad y, así se anclan en este tipo de experiencias, que hablan de vida después de la muerte, pero que tampoco afirman nada de la reencarnación. En el trasfondo se deja ver un ansia de no querer sufrir, de no aceptación de la vida y de una búsqueda inmadura o nada sincera del sentido de la vida.
Esta perniciosa influencia oriental, así como el esoterismo y gnosticismo, han calado en las sociedades católicas, quizá por la falta de formación y apostatar de la religión verdadera…
Pienso que frente a la falta de formación se une una infantilización e idiotización de la sociedad. Se eliminan las humanidades de los currículos educativos, la filosofía, la lectura de los clásicos de la literatura, sumado a otros factores de ingeniería social, dejan al hombre desnudo intelectualmente, pero con cientos de preguntas transcendentales. Pero ese vacíoexistencial sinherramientas para auto preguntarse y entablar una búsqueda sincera necesita una respuesta y esta se sacia con modas, espiritualidades que silencien la angustia existencial, y con todo aquello que evite el sufrimiento. Así se niega la transcendencia y la búsqueda sincera de la vida en Cristo.
Por Javier Navascués
23 comentarios
Por lo tanto, la biblia, en el Antiguo Testamento, desconoce ese concepto.
Tal es así, que el rey Saúl pide a la pitonisa de Endor que invoque el espíritu de samuel, quien le predice su trágico final.
Los hebreos, cuando hablan de los pueblos vecinos, cuentan que sus dioses eran sanguinarios, como Moloch.
Recuerdo que hace más de treinta años, personas que yo conocí decían que en la Biblia se hablaba de la reencarnación. Pero si les preguntaba dónde se podía encontrar una cita sobre ese asunto, contestaban que no sabían, pero que en la Biblia figuraba.
Mi pregunta seria donde en las escrituras cita el purgatorio....
Porque nunca se hablo de un lugar de transición llamado purgatorio.
El seno de Abrahan no es el purgatorio.
La existencia del Purgatorio no está expresada de manera explícita en la Biblia, pero Jesucristo dejó entrever su existencia en al menos dos pasajes clave. Estos versículos han sido interpretados por la Tradición de la Iglesia y los Padres de la Iglesia como referencias al proceso de purificación después de la muerte.
📖 1. Mateo 12:32 – "El pecado contra el Espíritu Santo"
🔹 📜 Pasaje:
"A cualquiera que diga alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el venidero." (Mateo 12:32)
🔹 📖 Explicación:
Jesús dice que algunos pecados no se perdonan "ni en este mundo ni en el venidero".
San Gregorio Magno (siglo VI) comentó este pasaje diciendo:
"Si algunos pecados no pueden ser perdonados en la otra vida, es porque otros sí pueden serlo. Y si hay perdón en la otra vida, debe haber un lugar donde esto ocurra: el Purgatorio."
San Agustín de Hipona también afirmó que este versículo implica la existencia de un estado intermedio donde algunas almas pueden ser purificadas antes de entrar en el Cielo.
💡 Conclusión:
👉 Si no existiera un estado intermedio de purificación (Purgatorio), no tendría sentido que Jesús hablara de la posibilidad de ser perdonado en el "mundo venidero".
📖 2. Mateo 5:25-26 – "El deudor en la prisión"
🔹 📜 Pasaje:
"Ponte de acuerdo pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y seas echado en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo." (Mateo 5:25-26)
🔹 📖 Explicación:
La "prisión" mencionada aquí ha sido interpretada por los santos y teólogos como una referencia al Purgatorio.
San Cipriano de Cartago (siglo III) decía que esta "cárcel" no puede ser el Infierno, porque allí nadie puede pagar su deuda y salir.
San Jerónimo (siglo IV) explicó que la frase "hasta que pagues el último centavo" indica una purificación temporal y no una condenación eterna.
💡 Conclusión:
👉 Jesús sugiere que algunas almas serán retenidas en un lugar de purificación, hasta que hayan pagado su "deuda" completamente. Esto coincide con la doctrina del Purgatorio, donde las almas se purifican antes de entrar en la presencia de Dios.
📜 Conclusión General: Jesús insinuó el Purgatorio
Aunque Jesús no usó la palabra "Purgatorio" directamente, sí dejó pistas cristalinas sobre su existencia en estos pasajes.
📌 Principales enseñanzas de estos versículos:
✅ Algunas almas pueden ser perdonadas en el mundo venidero (Mateo 12:32).
✅ Existe una "prisión temporal" donde se "paga una deuda" antes de salir (Mateo 5:25-26).
✅ Los Padres de la Iglesia interpretaron estos pasajes como evidencia del Purgatorio.
Están, entre otras, el Salmo 15 (Señor, ¿quién habitará en tu santa Montaña?), el Salmo 24, 3-5 y Apocalipsis 21,27 (nada impuro podrá entrar en ella…).
En todo caso, es en la Tradición donde se llega a explicitar esta Fe.
Lo mismo que los fariseos creían en la resurrección y los saduceos no, los católicos creemos en el Purgatorio y los protestantes no.
Para saber en qué lugares de la Biblia se encuentra de manera implícita el Purgatorio no tienes más que poner esa palabra en internet y encontrarás la explicación.
Como curiosidad, C.S.Lewis, que era anglicano, explica muy bien por qué creía en el Purgatorio, a pesar de que la Iglesia Anglicana no lo hace, y, curiosamente, sus argumentos coincidían con los de mi madre que era católica. Mi madre creía por doctrina y C.S. Lewis por deducción de lo que le parecía estaba implícito.
Para mí, esto se trae al suelo tal creencia, ya que la prueba de que el sujeto de ahora es el mismo que el anterior, sería la conservación de un Yo que recuerde y se identifique con todas las experiencias vividas en el pasado.
La metempsicosis, la transmigración de las almas, la Reencarnación Ascendente o descendente son conceptos que diversifican o matizan las creencia individual de muchas personas que simplificando dicen creer en la Reencarnación.
Desde mi punto de vista, para abordar con seriedad el tema de la Reencarnación que en gran parte coincide con el Purgatorio (con sus matices) es muy importante tener en cuenta el capítulo 43 (La Resurrección de Sri Yukteswar) del libro "Autobiografía de un yogui". Se puede creer en no creer. Al leer hay una descripción bastante completa del Universo Astral en el que la región inferior corresponde al Infierno, la media al Purgatorio y la superior al Cielo Astral.
Respecto de Orígenes y la Preexistencia de las Almas es un tema muy amplio que también es necesario profundizar y analizar. Si las almas preexisten es porque Dios las creó el "sexto" día. Si sigue creando almas, continua y constantemente, todos los días, todos los años en el momento de la concepción seguimos en le "sexto" día. Cada año serían varias decenas de almas de millones de abortos provocados y espontáneos.
La conciencia de nuestra propia identidad, nos viene del alma, que es inmaterial e inmortal, no nos viene de nuestra condición orgánica corporal. Por ello, después de la muerte (y la disolución de nuestro cuerpo) seguimos teniendo conciencia de quiénes somos y de lo que hemos vivido. Por tanto, si esa alma volviera a tomar un nuevo cuerpo (como creen los reencarcionistas), no tendría por qué perder la conciencia de su Yo y de todo lo vivido con anterioridad.
Porque mantenemos la conciencia de nuestro propia identidad, después de la muerte, es por lo que estamos en capacidad de rendir cuentas sobre lo actuado mientras estábamos en el cuerpo.
Pero, ya miradas en detalle, hay diferencias, no pequeñas, entre ambas doctrinas.
La doctrina de la Reencarnación plantea la posibilidad, que tendrían los hombres, de una segunda, tercera y más oportunidades para ir cambiando su condición e ir alcanzando la perfección. Sería como si les cambiaran la hoja de vida, para tener la oportunidad de reescribirla totalmente. O sea, después de la muerte, el hombre tendría la oportunidad de hacer nuevos méritos, en nuevas vidas. Aquí, el hombre sería protagonista de su propia redención ya que se regenera mediante sus acciones, que van superando a las anteriores.
La doctrina del Purgatorio, por el contrario, no se refiere a una segunda oportunidad. La purificación, operada en este estado, se desarrolla a partir de la condición en que se encuentra el hombre, en el momento de morir. O sea, la posibilidad de esa purificación viene dada, desde que estamos en esta vida, según las opciones que hayamos realizado, a favor o en contra de lo que Dios nos propone (los condenados, por ejemplo, mueren en condición tal, que les hace inútil tal purificación). El Purgatorio no cambia la hoja de vida, sino que limpia de manchas la hoja misma, sin modificar lo que ya está ahí. Después de su muerte, el hombre ya no tiene posibilidad de cambio alguno, en lo que es su orientación vital. Aquí, la purificación es una gracia que Dios nos concede, mediante la cual, al ser sumergidos en el fuego de su Amor, somos depurados de todas las reliquias de nuestro egoísmo.
Ni lo uno ni lo otro, lo es para dar testimonio de Cristo... escribo de cabeza..
Juan 9-1. 23
Si la idea de la reencarnación fuera absurda ni habrían hecho esa pregunta ni Jesucristo habría respondido de esa forma.
Le recomiendo lea a L. M. Etcheverry Boneo, Ejercicios Espirituales, enero de 1965. Pro-manuscrito. Archivo de las “Servidoras”, F. Lacroze 2100, Buenos Aires Argentina)
Y ya de paso se lo dejo mascadito y buscado en el siguiente link.
https://www.vatican.va/spirit/documents/spirit_20020310_etcheverry-boneo_sp.html#:~:text=%22Pasando%20vi%C3%B3%20Jes%C3%BAs%20un%20hombre,%C3%A9l%20las%20obras%20de%20Dios.%E2%80%9D
¿Dónde van las almas creadas en el momento de la concepción?
Por supuesto que las almas están creadas a imagen y semejanza de Dios y Dios sabe que esos ...."100 millones"....(cada año crece más) de almas serán abortos. También sabe que muchos hombres y mujeres van a no ser fértiles lo cual significa que no habrá embarazo habitual y por lo tanto no será susceptible de aborto espontáneo o provocado.
Desde la preexistencia de las almas el enfoque es completamente diferente ya que se puede inferir o podemos inferir que Dios creó todas las almas el "sexto día" de la creación y en el momento de la concepción infunde en el cigoto el alma. Así pues, desde esa óptica el concepto de karma tiene sentido, ya que se puede pensar, en esa línea, que hay una causa, una "razón" para que se produzca un aborto espontáneo.
El tema del Limbo no responde a los niños que mueren sin haber recibido el Sacramento del Bautismo. Al mismo tiempo aparece el concepto del Bautismo de Deseo. En esta situación la Santa Madre I.C.A.R. sabiamente incorpora el punto 1261 en el Catecismo:
"1261 En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (cf 1 Tm 2,4) y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis" (Mc 10,14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo. Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo Bautismo."
Desde mi punto de vista ese camino, sin ninguna duda para mí, es el del Purgatorio Astral o el Cielo Astral, ya que va en función del karma. El Infierno Astral no entra en consideración en un aborto, lógicamente.
Desde mi punto de vista el Limbo no tiene ningún sentido. Desde mi punto de vista el concepto del Limbo es creado como una "suerte de salida" de una situación en la que no la hay. Tampoco puede haber una firmeza al 100% en la situación de que a un niño recién bautizado , muera y vaya directamente al cielo. Si ex-cathedra hubiese un pronunciamiento solemne y firme de que a un niño recientemente bautizado muere (...o lo matan ...para que se entienda) y ese acto significa al 100% que es un "pasaporte directo al Cielo" nos encontraríamos en una situación que habría que reflexionar. Seríamos los seres humanos los que podríamos decidir......en algunos casos......
Es un tema para reflexionar con seriedad con profundidad. Por eso la Santa Madre ICAR es prudente y sabia y ......todo el problema, sin ninguna duda para mí viene unos 300 años después de la muerte de Orígenes en el año 553 con el Canon 11 en el que se declara hereje en el IICCC.
IICC (Segundo Concilio de Constantinopla= Concilio de Constantinopla II).
Desde mi punto de vista tiene mucho sentido, ya que el origen de la creación de todas las almas es Dios y son creadas a imagen y semejanza Suya. Para mí significa que la Esencia de las almas es perfecta, bellísima y completamente pura desde la Infinita Sabiduría y el Infinito Amor de Dios. Por ello la Libertad está implícita en la creación. Y es desde la libertad que podemos permanecer cerca de Dios, unidos completamente a Dios y de esta manera se expresa la Verdadera LIBERTAD de nuestra ALMA o bien desde nuestro Ego podemos alejarnos de Dios y experimentar como el Hijo Pródigo cayendo en la tentación de lo que nos ofrece el mundo (la mundanidad, la mentalidad mundana material ), el demonio ( la soberbia espiritual, la envidia de Dios etc) y la carne (los placeres, las posesiones materiales) , pero nuestro destino es retornar a Dios porque nuestra alma anhela la Verdadera Felicidad que solo es Verdaderamente posible unida a Dios.
Nuestra Verdadera Felicidad solo es posible unida a Dios pero "necesita" compartirla con todas las almas creadas a imagen y semejanza de Dios.
(Aquí pueden entrar varios conceptos más que pueden formar parte del concepto de Apocatástasis. Uno de los más importantes es el de los Ciclos Creativos de varios o Infinitos Universos. Otro también muy importante es el de los Ángeles).
En este poema se expresa ese anhelo que existe en el interior de nuestras almas:
"EL BARQUERO DIVINO
Quiero hacerme a la mar muchas veces,
atravesando el golfo del más allá,
y retornar a las playas de la tierra,
desde mi hogar celestial.
Quiero acoger en mi barca
a aquellos que aguardan, sedientos,
a aquellos que han quedado atrás,
y llevarlos hasta la opalescente laguna
del gozo iridiscente donde mi Padre distribuye
las aguas de la paz que sacian todo deseo.
¡Oh, una y otra vez retornaré!
Regresaré atravesando millones de abismos de sufrimientos,
con los pies sangrantes, vendré
un trillón de veces, si es necesario,
mientras sepa que algún hermano, extraviado,
se ha quedado rezagado en el camino.
Deseo poseerte, ¡oh Señor!
para poder darte a todos los demás.
Deseo la salvación, para darla a los demás.
Libérame, pues, de la esclavitud del cuerpo,
OH Dios, y permíteme así enseñarles a otros la forma de liberarse.
Anhelo conquistar tu eterna bienaventuranza,
sólo para poder compartirla con los demás;
para poder mostrarles a todos mis hermanos
la vía que conduce a la felicidad
en Ti, por siempre y para siempre.
Paramahansa Yogananda."
Desde mi punto de vista este esquema conecta con Orígenes, con la Preexistencia de las Almas y con la Apocatástasis.
La posible relación que existe (con muchos matices) entre Orígenes y la Reencarnación es un tema también muy amplio en el que se tiene que tener en cuenta el Universo Astral, en el que reside el Cielo Astral, el Infierno Astral, pero es en el Purgatorio Astral (con todos sus matices) donde existe esa posible relación.
Paz,. Amén.
🙏🙏🙏
Dejar un comentario