José María Zavala: “Rebeca, estando enferma, hacía felices a los demás, crucificada por amor a Jesús”

José María Zavala es periodista, historiador, cineasta y autor de referencia de la divulgación histórica en España. Miembro de la Real Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, es Caballero de la Orden de Calatrava La Vieja y está en posesión de la Cruz de Plata con distintivo rojo.

Colabora en el diario La Razón y con Iker Jiménez en Cuarto Milenio. Resultado de sus investigaciones en los archivos y en la documentación de la Casa de Borbón, ha publicado libros tan importantes como Dos infantes y un destinoLa maldición de los BorbonesBastardos y Borbones o Infantas. Otras de sus obras de referencia son: El Santo, la biografía del Padre Pío, El secreto mejor guardado de Fátima o Medjugorje, que han merecido numerosas reimpresiones.

Ha dirigido y escrito seis películas estrenadas con gran éxito en más de veinte países: El misterio del Padre Pío (2018), Renacidos (2019), Wojtyla. La investigación (2020), Amanece en Calcuta (2021), El Cielo no puede esperar (2023) y El latido del Cielo (2023).

Le entrevistamos en esta ocasión sobre su última película Un ángel llamado Rebeca, que está a punto de estrenarse.

¿Por qué decidió realizar esta nueva película sobre la sierva de Dios Rebeca?

Rebeca en realidad me buscó. Fue algo totalmente providencial cómo ella llegó a nuestra vida. Así actúa Dios. Al término de una charla sobre el Padre Pío apareció su madre Mari Rosi y su hermana Laura… Allí empezó todo.

¿Hasta que punto percibe una similitud entre su vida y la de Carlo Acutis?

Los dos eran jóvenes y muy devotos de la Eucaristía y de la Virgen María… Son “santos de la puerta de al lado", que nos enseñan que no hay que hacer cosas extraordinarias ni hacer el pino para aspirar a la santidad, sino que es necesario luchar cada día por cumplir la voluntad de Dios. Vivir la caridad con los demás y, en el caso de Rebeca, su marcada vocación de catequista, hasta el punto de estar dispuesta a enseñar a los niños a amar a Jesús estando en silla de ruedas ya al final de su enfermedad.

Repasando la historia de su vida se percibe mucha normalidad en todo…¿Por qué tenía fama de santa?

Rebeca era una chica normal con grandes dones: su bondad, su alegría, sus ganas de trasmitir el amor a Jesús. La gente sabía que ella estaba enferma, pero no veía en ella señal alguna de sufrimiento. Al contrario: daba una palabra de consuelo y regalaba una sonrisa pese a estar ella mucho peor que los demás.

¿Hasta que punto añade fuerza a la película el poder contar con dos filmaciones originales de la propia Rebeca?

La gran fuerza de la película consiste, entre otras cosas, en poder verla a ella misma durante muchos minutos, sin necesidad de recurrir a recreaciones o a ficcionarla. Disfrutar viéndola e incluso escuchar su propia voz. Gracias a que su padre adquirió una cámara de Super 8 en Panamá, a donde emigró para trabajar porque necesitaba dinero para mantener a su pobre familia, podemos ofrecer ahora en la película todo ese material gráfico y sonoro inédito.

Además de la presencia del obispo Munilla, tan querido en España, le da mucho peso la figura del postulador de su proceso de beatificación y de la religiosa que fue curada por su intercesión…

Monseñor Munilla se ha implicado en la película porque está convencido de que Rebeca es un modelo muy necesario hoy para los jóvenes y no tan jóvenes. Se llevó una inmensa alegría ya cuando, al tomar posesión de la nueva diócesis, se encontró con el proceso de beatificación de Rebeca en marcha.

La colaboración también de don José Cristóbal Moreno, vicepostulador de la causa, ha sido crucial para contar cosas de Rebeca que casi todo el mundo, excepto su familia, ignoraban. Por último, el milagro que se estudia en Roma para la beatificación de la Sierva de Dios es impresionante.

Curiosamente, la religiosa curada por la intercesión de Rebeca se llama Milagros y se puede decir con todo el rigor médico que volvió a nacer cuando su vida estaba en peligro y debían extirparle la mandíbula.

Igualmente el testimonio de su madre y sus tres hermanas le dan un toque muy cercano y entrañable…

Era fundamental el testimonio de su madre y de sus tres hermanas, quienes, gracias a Dios, tienen un papel muy relevante en la película al relatarnos todo lo más importante sobre Rebeca. Sin ellas habría sido imposible reconstruir su vida.

¿Hacen falta hoy en día más ángeles de carne y hueso, como Rebeca, que nos muestren el rostro de Dios?

Hoy en día, en pleno siglo veintiuno, hacen mucha falta ejemplos de vida como el de Rebeca. La Humanidad vive pensando en su “yo” y hay que salir de la zona de confort y ayudar a otras personas a que conozcan a Jesús y al Evangelio. Eso es precisamente lo que nos enseñan los santos y, si son jóvenes y del siglo veinte, pues los hace más cercanos.

¿Qué es lo que puede aportar el testimonio al hombre de hoy, contemporáneo de Rebeca?

Rebeca nos sirve de modelo para no quejarnos y pensar más en los demás. Es el paradigma de cómo se puede ser feliz haciendo felices a los demás, pese a estar tan enferma, de ser feliz en medio del sufrimiento, viviendo crucificada por amor a Jesús.

¿Qué es lo que más le ha ayudado a usted personalmente?

Me ha ayudado a valorar más la alegría que brota de la relación constante con Dios en la oración y los sacramentos. Una alegría que nada tiene que ver con sentimientos placenteros ni con lo material que te convierte en esclavo y te hace profundamente infeliz. La alegría que supone aceptar la voluntad de Dios aunque no coincida con la tuya.

¿Por qué merece la pena ver la película?

Puedo asegurar que nadie saldrá de la sala de cine como ha entrado después de ver “Un ángel llamado Rebeca", salvo que tenga un corazón de piedra. Hace unos días tuvieron oportunidad de verla varios académicos del cine español, algunos de ellos no creyentes, y aguantaron emocionados unos minutos en sus butacas sin despegar los labios…

Por Javier Navascués

Todavía no hay comentarios

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.