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18.09.23

El doctor Stefano Abbate analiza la sociedad líquida, el desarraigo y la falta de referencias trascendentes

Stefano Abbate es profesor adjunto en Filosofía Social e imparte las asignaturas de Historia del Pensamiento Político y Doctrina Social de la Iglesia en la Universitat Abat Oliba CEU. Es también profesor en el Instituto Santo Tomás de Barcelona. Ha sido premiado por las Academias Pontificias de Teología y de Santo Tomás de Aquino en el 2018. Doctor en Humanidades y Ciencias Sociales con una tesis sobre la secularización de la esperanza cristiana y el mesianismo moderno. Su investigación se centra en la filosofía social, política y moral, con especial atención a la influencia de la gnosis en los diversos ámbitos de las ciencias sociales, filosofía de la historia y las transformaciones políticas y sociales a través del prisma del control social. Ha publicado más de 20 publicaciones entre revistas y libros.

Entre sus publicaciones más recientes destacan: “La salvación en la gnosis: exposición y refutación a partir de Ireneo de Lyon” (Espíritu); “Sexual Freedom and Violence in the Neoliberal Capitalist System” (Studia Gilsoniana); “Pandemic and desacralization: the new political order founded on the bare life (Scientia et Fides, 2023); “El desarrollo de la plenitud intrahistórica en San Agustín” (Pensamiento); “Transhumanismo y gnosis: un paralelismo” (Scientia et Fides, 2022), “El orden del amor en la Divina Comedia” (Conocimiento y acción, 2022; “Capital y Estado: fronteras de la precariedad en la posmodernidad” (Tirant lo Blanch, 2021), “Iglesia consumada, san Francisco y orden franciscana: la esperanza intrahistórica según san Buenaventura” (Archivum Franciscanum Historicum, 2021); “Nacionalismo y mesianismo” (Revista de Estudios Políticos, 2020).

¿Qué se entiende por sociedad líquida y cómo afecta a nuestras vidas?

Principalmente nos referimos a una sociedad en la que prima la desvinculación de las relaciones personales, de las relaciones de amistad, una sociedad sin compromisos en donde el placer es el principio que rige la vida moral, la vida activa y en donde la conveniencia, la ganancia y el cinismo son los ejes principales de la vida de las personas. Es algo líquido porque no hay nada que permanezca en el tiempo, todo es cambiante y puede transformarse en algo nuevo. Esto hace que los hombres vivan una vida sin ningún tipo de arraigo y de estabilidad. Por esto las personas tienen delante suyo toda una serie de posibilidades, en las que piensan que pueden ser o actuar como les parezca mejor o más conveniente.

¿Por qué el contexto cultural de la posmodernidad está tan degradado?

La posmodernidad es una hipermodernidad en el sentido de que es “pos” solamente en sentido cronológico, pero es un fruto maduro de la modernidad. Todos los grandes sueños de progreso, de democracia, de grandes revoluciones y transformaciones quedaron sepultados debajo de las trincheras de las guerras mundiales y los campos de concentración. En ese sentido el racionalismo humano convirtió el mundo en un infierno. Esta profunda decepción es la semilla de nuestro tiempo, en donde lo humano se convierte en algo pasajero, sin ningún tipo de dignidad y por esto vivimos las consecuencias de un tiempo tan degradado, en donde no hay ningún tipo de lealtad ni de fidelidad. Todo es cambiante y esto genera un mundo simbólico posmoderno muy degradado en el sentido de que el hombre no tiene ningún tipo de lugar para poder descansar, en sentido anímico y espiritual más que material.

¿Por qué es, por tanto, tan difícil en este ámbito transmitir los valores eternos en la familia?

La tradición es aquello que hemos recibido y queremos transmitir como un bien a las futuras generaciones. Cuando la experiencia vital nos dice que el mundo no es un lugar habitable ni cordial, evidentemente no queremos trasmitir lo que hemos recibido. Transmitimos en cambio la frustración, la decepción, el cinismo y la falta de amor. La cultura en la que vivimos está tan degradada que es muy difícil educar contra corriente cuando el aire que respiramos, que es la cultura, está tan viciado.

Aunque haya familias muy bien dispuestas, hay que entender que el contexto y el ambiente va radicalmente en contra de una transmisión educativa de valores, de virtudes y de bienes recibidos.

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