La Sábana Santa: el retrato de un sacrificio, la prueba de una resurrección
Jorge-Manuel Rodríguez Almenar, frente a una reproducción de la Síndone. Foto - Josema Visiers

«El científico católico debe ser científico y aplicar los mismos criterios que el resto»

La Sábana Santa: el retrato de un sacrificio, la prueba de una resurrección

Entrevista con Jorge-Manuel Rodríguez Almenar, profesor de Derecho en la Universidad de Valencia y presidente del Centro Español de Sindonología

(Jaume Vives y Josema Visiers) «Creo que la Sábana Santa me encontró a mí», asegura Jorge-Manuel Rodríguez Almenar, profesor de Derecho en la Universidad de Valencia y presidente del Centro Español de Sindonología. La descubrió con dieciséis años, en un programa de TVE, y hoy es uno de los mayores expertos en la Síndone de Turín.

Empecemos por el principio: ¿qué es la Sábana Santa?

Es una tela única, porque tiene la huella completa de un hombre -por delante y por detrás- en quien se pueden reconocer todas las heridas de la pasión de Cristo. Pienso –como muchos investigadores– que hay evidencias para concluir que es la tela con la que se enterró a Jesucristo.

¿Cómo ha llegado a esta conclusión?

Todo lo que se ve en la Síndone coincide con los Evangelios y, a la vez, refleja una serie de irregularidades que diferencian a este crucificado de otros condenados a muerte. Por ejemplo: el hombre de la Sábana Santa ha sido flagelado completamente, además de ser crucificado. Son dos penas distintas, y el Derecho Romano establece que no se puede castigar dos veces por lo mismo. Los Evangelios explican esta irregularidad penal por la acción de Poncio Pilato, que trató de liberar a Jesús así, pero no conocemos otro caso parecido en la historia.

¿Hay más pruebas en esta dirección?

Es una suma de detalles. Los clavos, por ejemplo: no era habitual clavar a los condenados a la cruz, se les solía atar… pero a Jesús lo debieron desatar cuando trajeron al Cirineo, y los soldados verían menos trabajoso clavarlo que volverlo a atar. Además, en la Síndone vemos las heridas de clavo en la zona del pulso –el lugar correcto para que las manos no se rompan por el peso–, y no en las palmas, como se suele representar en el arte. Algo parecido vemos con la corona de espinas: se suele imaginar como un aro, pero en la Sábana Santa vemos más bien un casco. ¿Para qué hacer una falsificación basándose en algo que nadie entendería?

¿De qué material está hecha la Sábana Santa?

Es una sarga de cuatro, de lino puro. Según los estudios genéticos, la misma con que se hacía el traje del sumo sacerdote de Jerusalén la tarde del Yom Kippur. ¿Por qué se enterraría a un condenado con la tela más cara que uno podía encontrar? Se explica si ese hombre es Jesús, porque José de Arimatea y Nicodemo eran personajes importantes en la ciudad, y le dan un entierro digno de un rey. Por eso mismo lo enterraron en una tumba privada en vez de en una fosa común, el destino habitual de los crucificados. Si no es Jesús, no tiene ningún sentido; culturalmente no encaja.

¿La imagen es una pintura?

No, y de hecho no tiene explicación: ¡esto es lo más impactante de la Sábana Santa! Hay una recompensa de un millón de euros a quien reproduzca la imagen, y nadie lo ha conseguido. Según los estudios, la imagen es la oxidación de algunas de las fibras más superficiales de los hilos, una deshidratación de la celulosa del lino, pero no sabemos cómo se ha hecho. El equipo STURP planteó en 1978 que podría deberse a algún tipo de radiación: el cuerpo envuelto en la sábana habría hecho una suerte de «flash» y dejado su impronta en el tejido.

Tracemos un recorrido histórico. ¿Cuándo se descubrió la Sábana Santa?

Según mi investigación, nunca se descubrió: siempre estuvo ahí, pero no siempre se mostró. En el Evangelio se dice que cuando llegaron las mujeres y los apóstoles el Domingo de Resurrección, vieron los lienzos. Pienso que los recogieron, pero no los mostraron, por dos motivos: para los judíos, lo que toca un cadáver se vuelve impuro, y venerar una imagen –en este caso, la de Cristo en la tela– era idolatría, casi pecado mortal. Hasta el siglo IV, la Iglesia Católica siguió esta idea, y no representó en imágenes a Dios ni a Jesucristo… hasta que una imagen empieza a reproducirse en todo Oriente.

¿Qué imagen?

Se conoce como «imagen de Edesa», y muestra el rostro de Jesús como aún lo representamos hoy, con pelo largo, barba y bigote. La imagen se hizo famosa porque dicen que protegió a la ciudad de Edesa –en la actual Turquía– del asedio persa. Empezó a reproducirse como un talismán, y en el siglo X se llevó a Constantinopla. Al recibirla, el archidiácono de Santa Sofía pronunció una homilía en la que se refirió a «la herida del costado»: eso quiere decir que lo que estaba viendo era la Sábana Santa, censurada y guardada en un relicario de tal manera que solo dejaba ver el rostro. También apoya esta teoría el hecho de que algunos de los iconos más antiguos basados en la imagen de Edesa tienen incluso arrugas que están en la tela de Turín. Por eso digo que la Sábana Santa no se encontró, sino que estuvo siempre, pero solo se identificó como tal al final.

¿Cuándo se empezó a investigar científicamente la Sábana Santa?

A partir de la primera fotografía sacada de ella, en 1898: el negativo fotográfico mostraba nítidamente la imagen del hombre dentro de la tela. Hubo polémica desde el minuto uno: sacerdotes como Ulysse Chevalier la tildaron de falsa, y científicos agnósticos como Yves Delage defendieron su autenticidad. Hasta hoy se han realizado dos grandes estudios multidisciplinares: el primero en 1969, que no dio muchos resultados, y el segundo en 1978, llevado a cabo por el citado equipo STURP. Entre sus miembros había nueve del laboratorio de Los Álamos, en EE.UU, que descubrieron que la imagen tiene información tridimensional.

¿En qué sentido?

Usaron una tecnología desarrollada para estudiar planetas, y descubrieron que la huella parece tener relieve: la intensidad en cada punto corresponde matemáticamente con la distancia del cuerpo a la tela. ¡Es una precisión tal que no tiene sentido pensar que pudiera ser obra de un señor en la Edad Media! El equipo STURP también demostró que llegó a la sábana primero la sangre y después la impresión del cuerpo.

Con todo, seguramente la investigación científica más famosa sobre la Síndone sea la datación por carbono-14, autorizada por el Vaticano en 1988…

…y que situaba la antigüedad de la tela entre los siglos XII y XIII, sí. Hoy en día está más que superada en ámbitos científicos. ¿Por qué pudo fallar? La prueba analiza la proporción entre carbono-12 y carbono-14: si todos los parámetros están controlados, es bastante fiable, pero ¿y si hay contaminación? La grasa de los dedos, por ejemplo, tiene carbono-14. Con la Síndone se cometieron varios errores.

¿Cuáles?

Para empezar, cortaron un trocito de tela de una esquina, que estaba negra por la cantidad de veces que se había cogido por ahí. Ellos dicen que limpiaron la muestra, pero hay alteraciones que no se eliminan. Las lámparas de aceite con las que se exponía la sábana, por ejemplo, añaden carbono-14 amorfo, que no se elimina en el proceso de limpieza estándar. No puedes tratar una reliquia tocada y manoseada igual que un hueso de una tumba cerrada. Súmale el humo de las velas, el incendio de 1532… Se dio por válida la datación sin valorar el resultado. La realidad es que hoy no sabemos la fecha correcta de la Sábana Santa -no podemos limpiar los añadidos de la tela, o llevaría muchísimo tiempo-, pero sí sabemos seguro que medieval no es.

¿Cuál es la postura oficial de la Iglesia Católica sobre la Sábana Santa?

La Iglesia no establece que se deba creer en ninguna reliquia en concreto, como tampoco en las apariciones marianas: para ser cristiano, uno tiene que creer las verdades que están en el Credo. Pero la Iglesia sí permite el culto; en 1506, Julio II aprobó la Fiesta de la Sábana Santa. En 1998, san Juan Pablo II dijo que «la Sábana Santa es espejo del Evangelio», que «no tratándose de una cuestión de fe, la Iglesia carece de competencia para pronunciarse sobre su autenticidad» y que debe estudiarse «objetivamente y sin prejuicios».

El estudio de la Síndone une fe y razón. ¿Cuál debe ser la actitud del investigador católico ante un fenómeno así?

Simplemente tiene que ser fiel a la verdad. La fe en Jesucristo no depende de la Sábana Santa, y por ello no podemos exigir adhesiones inquebrantables, ni todo lo contrario. El científico católico debe ser científico y aplicar los mismos criterios que el resto. ¿Los prejuicios juegan en contra? Sí, pero si uno es católico de verdad no debe hacerse trampas al solitario: »Yo sé hasta aquí y hasta aquí no sé. En este tema hay que ser honestos y decir hasta donde sabemos… ¡pero es que decir solo lo que sabemos es apasionante!

 

*Este artículo se publicó originalmente en el segundo número de La Antorcha, la nueva revista gratuita impulsada por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) para ofrecer una mirada cristiana para iluminar la realidad. Puedes suscribirte aquí y recibirla en casa.

 

22 comentarios

Jaume
El señor Jorge-Manuel Rodríguez Almenar, presidente de la Sociedad Española de Sindonología ha pasado por alto, por alguna extraña razón que él sabrá, el nuevo libro que se le envió, verdaderamente transcendental, sobre la Santa Sábana: San Juan Evangelista "vio y creyó" (Jn 20,8) ¡Y nosotros también!, escrito por un español. Se trata de una nueva teoría que equipara los "lienzos" que vieron, Pedro, María Magdalena y demás, no con una simple sábana, sino ni más ni menos que con la "dos imágenes" impresas en la única sábana, la posterior y la anterior. Los "lienzos" son pinturas, en español y en todas las culturas. Eso le añade a la Santa sábana un valor extraordinario muy superior al que ya tiene. Los exegetas jamás han sabido dar el valor a la palabra "lienzos" en plural que aparece en el texto de San Juan. Así hablan de fajas y otros términos que no se ajustan al vocablo bíblico griego "ozonias", que traducen por sábanas cuando es "pinturas".
Como es sabido muchos teólogos no creen en la resurrección de Jesús. Se trataría según ellos de una experiencia interior. Sin embargo, según los Hechos de los Apóstoles y las cartas de San Pablo, la Resurrección de Jesús es el requisito indispensable para recibir el Bautismo y salvarse. Estos teólogos no tienen la fe que es necesaria para salvarse, están en peligro extremo de condenarse. Tienen dos soluciones, las dos pasan por la humildad, que es el problema. Decir a Dios: Qui
1/04/23 5:18 PM
Jaume
Leyendo el libro, también nosotros veremos lo mismo que san Juan, aunque sea mentalmente, y también creeremos en la Resurrección de Jesús. Nos interesa para salir de dudas si las teníamos y ser salvos. Y si es preciso recibir el Bautismo. No olvidemos una cosa. Creer en Jesucristo quiere decir creer en su Resurrección, si no , no basta. Por lo tanto, no seamos “tontos”. Si la Sábana Santa nos brinda la posibilidad de creer en la Resurrección de Jesús, es una gracia especial que Dios nos hace para los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que no hizo antes cuando era mucho más fácil creer debido al entorno social. Sería de necios desecharla.
1/04/23 5:23 PM
Ángel Manuel González Fernández
En el año 2017 escribí para una web italiana sobre la Sábana Santa, y que un matrimonio estadounidense aplicando su inteligente sentido común demostraban que la prueba del Carbono 14 no era válida porque los científicos habían analizado un trozo de tela que era un remiendo que hacía varios siglos habían añadido unas monjas al estar deteriorado una pequeña parte del Sudario.
Y que algún día se encontraría en lo que fue la antigua Armathajim, (Arimatea), un sepulcro y el esqueleto de un hombre con señales de clavos en manos y pies y señales en un costado y cabeza, coincidiendo con exactitud milimétrica con la Sábana Santa. Serán esos tiempos que predijo el Señor: "Cuando venga el Hijo del Hombre ¿encontrará fe en la tierra?", Lucas 18:8.
Y un lector respondió con su comentario pidiendo que llamasen al Servicio de Urgencias... ¡italiano!: "Pronto 118? Qui c’è bisogno di un intervento urgente. Urgente. Ha capito?".


1/04/23 6:28 PM
Marta de Jesús
Efectivamente, apasionante.

Muy oportuno para este tiempo de Cuaresma.
2/04/23 3:01 AM
JSP
1. Ser católico es por fe y razón. La fe católica es traditio, confianza y don, por Gracia inmerecida.
2. La Sábana Santa es un objeto arqueológico no necesario para la fe católica, pues la fe católica se basa en el testimonio de hechos históricos y la Síndone de Turín viene a corroborar esos hechos.
3. Como objeto arqueológico debe ser estudiado por la ciencia y la historia. Por la ciencia, si la Síndone está hecha con el material y la técnica de la época del Señor Jesús, y por la física para comprobar cómo se ha imprimido la Imagen en la tela con los medios de la época a la que date una prueba correcta del carbono 14 (una imagen 3D no se puede pintar ni es pintura lo que hay). Y por la historia, la traza histórica desde Jerusalén hasta Turín. Todo en conjunto debe ser coherente y no limitarnos a un solo campo de estudio como fue la prueba viciada del carbono 14.

m.youtube.com/watch?v=c89x2s3eGMs
m.youtube.com/watch?v=BwL6OH4zHkQ
2/04/23 7:26 AM
Paco
Creer en la Resurrección no depende ni de sábanas, cálices ni piedras. La fe es un don de Dios al que se responde por el amor a El y los demas sin separarlos. Los que necesitan pruebas son los inseguros, dudan o fabricantes de negocio. En el amor quien pide pruebas, se ha cargado el amor. En la fe exactamente igual. Les dice algo Tomás el Mellizo. Felices los que no van a ver. La experiencia de la Presencia del Señor cada día convence más que las cosas. Menos mal que el Espíritu, autor de la Resurrección, guía la Iglesia y está no se deja llevar ni por sábanas, cálices o apariciones de virgenes. Sentido común y más fe
2/04/23 9:41 AM
Flamen Dialis
Sigue habiendo una irreconciliación entre los estigmas del Padre Pío y la posición de los clavos de la Síndone.

2/04/23 9:44 AM
Fernando M Soriano
La Sábana Santa me parece un testimonio maravilloso de la Pasión de nuestro Señor. No por ello, siempre he tenido una duda que me voy a atrever a plantear al D. Jorge Manuel:
Si envolvemos un cuerpo con una sábana y luego la retiramos, la marca dejada en la sábana aparece deformada, como consecuencia de pasar a dos dimensiones un cilindro o una esfera tridimensional. Algo parecido a lo que ocurre con el mapa del globo terrestre. Así, la marca de la cara, no quedaría como un rostro sino que que se vería con una deformación elíptica, en la que las orejas quedarían a mucha mas distancia que al natural. Esto no se observa en la figura de la Sabana Santa, en donde el rostro, y la figura no tiene esa deformidad ¿cómo es posible?
2/04/23 12:09 PM
Jaume Clavé
La deformidad no se observa porque la Sábana Santa tiene dos pinturas, la del rostro y la de detrás porque la sábana envolvía el cuerpo como un saco de dormir. Ahora bien, la deformidad no sale, primero, porque se trata de una radiación de arriba abajo o de abajo arriba, no de un contacto entre sábana y cuerpo; segundo, se trata de un par de fotos en negativo, hechas ex professo por los ángeles de la Resurrección para la posteridad. Así desprende de mi libro "San Juan Evangelista "vo y creyó" Y nosotros también! sobre si la ciencia ayuda a la fe o no, no pongamos cortapisas a Dios, que se vale de la ciencia para que creamos. Y yo se lo agradezco.
2/04/23 6:01 PM
Gonzalo
Deberían corregir el título de la noticia, que tal como está lleva a confusión.

El entrevistado no dice en ningún momento que la Sábana Santa sea prueba de la Resurrección de Cristo.

Y si lo dijera (que, insisto, no lo dice), estaría equivocado. Lo que prueba la Resurrección es el testimonio de los testigos y la Historia de la Iglesia. La Sábana Santa es una reliquia ante la que uno nunca deja de asombrarse, pero no es una prueba de la resurrección. Estas confusiones no ayudan nada a la fe.
3/04/23 4:50 PM
Jaume
La Sábana Santa es una prueba de la Resurrección de Jesús, como lo fue para Juan que por esto dijo y escribió en tercera persona: "el discípulo que Jesús amaba "vio y creyó". O sea "vio la sábana y por ello mismo creyó" por las figuras que tenía estampadas. También vio el sudario "que estaba en una posición muy rara", es decir, flotando. Lo dice y se demuestra en el libro susodicho. Y no pasa nada si Dios se compadece de los incrédulos del siglo XXI ¡Ojalá se salven viendo la Santa Sábana! La exégesis actual sobre la Resurrección es, como diría Jacques Maritain, de "perro reventado", de gente pesimista y atormentada por las dudas, en el El campesino del Garona.
3/04/23 7:37 PM
Gonzalo
Puedo admitir que la Sábana Santa es una prueba, en el sentido de que es un "documento" arqueológico relevante, análogo a otros testimonios históricos.

El problema que veo es que el lenguaje sugiere que se trata de una prueba "científica" de la Resurrección, y en este sentido sería equivocado decirlo. No creo estar exagerando cuando digo que eso es lo que sugiere el lenguaje. Esta impresión se ve reforzada por toda la historia reciente de la misma y el inmenso misterio que constituye la imagen, inexplicada y probablemente inexplicable desde el punto de vista científico.
3/04/23 10:30 PM
Jaume
Digamos que es una demostración histórica basada en un documento. No hablemos de científica. La ciencia no puede demostrar hechos históricos, por regla general, esto pertenece a los documentos pero el resultado es el mismo. Se demuestra que tal cosa ha existido de verdad: la Resurrección.
El libro habla también del caso no muy conocido de Claudio Fabato, el soldado decurión que estuvo de guardia en el momento de la Resurrección y que era hijo de Niebla (Huelva). Es una leyenda-tradición muy bonita. Si un día se encuentra la carta que escribió, presuntamente, en latín a su esposa Marcela explicando lo que había visto, será un documento histórico que demostrará la Resurrección de Jesús, siempre que se demuestre su autenticidad. De momento, tal documento fue traducido al español desde el original por dos notarios andaluces del s. XIX y ahí están. ¿Será una demostración si se halla la carta en algún archivo de Indias de Sevilla o de Simancas, Valladolid?, pues no lo sé porqué ahora mismo caigo en la cuenta de que los Hechos de los Apóstoles y los Evangelios también pueden ser y son documentos históricos de la Resurrección de Jesús. A qué dudarlo.
También ahora me doy cuenta de que sí se puede hablar de demostración científica, cuando nos referimos a las radiaciones del cuerpo de Jesús al resucitar. Estas quizás no estén suficientemente demostradas a partir del estudio de la Santa Sábana y aquí tiene razón Gonzalo. Según su teología sería mejor que no se demostrase porque inva
4/04/23 12:11 AM
Jaume
invalida el acto de fe.
Pues, si algún día se demuestra científicamente la Resurrección tendríamos acaso un problema? Los científicos están a punto de demostrar la existencia de Dios, eso dicen. Al revés de antes.
4/04/23 12:45 PM
Gonzalo
Jaume, yo no he dicho que si se demostrara científicamente la Resurrección eso invalidaría el acto de fe, no sé de dónde lo sacas.

Lo que sí digo -y eso no es teología, sino filosofía de la ciencia- es que la ciencia, entendida en el sentido restringido de ciencia moderna, es incompetente para decir nada sobre la Resurrección, como es también incompetente para muchas otras cuestiones (jurídicas, éticas, estéticas, teológicas...). Mi interés aquí no es minusvalorar en absoluto el valor probatorio de los testimonios históricos, sino poner en su sitio a la ciencia, e impedir a la vez que se abuse de ella para decir cosas que no puede decir por su propio método, ni en un sentido ni en el otro.

Los científicos no pueden demostrar la existencia de Dios, ni su inexistencia tampoco. La ciencia muestra un universo material maravilloso, pero ahí termina su posibilidad de acercar a Dios. La existencia de Dios se conoce por la revelación y por la reflexión filosófica -fe y razón-, pero no mediante el método científico, que es muy limitadito.
4/04/23 6:54 PM
Jaume
Una cosa es que Jesucristo haya resucitado y la ciencia lo demuestre y otra qué sentido podría tener para la humanidad el hecho en sí. Hasta aquí llego. En cuanto a Dios la ciencia cada día lo tiene mejor porque aparecen misterios por todas partes que la ciencia no resuelve. Luego Dios existe.
5/04/23 12:10 AM
Gonzalo
Ese es el argumento del dios-tapa-agujeros, Dios explica lo que no explica la ciencia. El inconveniente que tiene es que conforme avance la ciencia, Dios es cada vez menos necesario. Me parece mucho más sólido y católico este otro argumento: la ciencia explica -aunque sea solo parcialmente- el universo, luego el universo es racional, luego Dios existe.
5/04/23 9:02 AM
Fernando M Soriano
Si la Sindone no es una prueba, si los estigmas del Padre Pio (y otros muchos) no son una prueba, imagino que meter los dedos en la el costado, como hizo Tomas lo es menos. ¡A ver si la culpa va a ser suya!
¿Qué debería haber pedido el Apóstol a Jesucristo resucitado, en el siglo I, y que ahora sí nos sirviera de prueba científica de su Resurrección?
6/04/23 5:46 PM
Fernando M Soriano
Por cierto, Gonzalo, perdona, pero no puedo mas.
A medida que la ciencia avanza, cada vez esta mas claro que Dios es necesario y existe. Otra cosa es no atreverse a andar por tener miedo a que el suelo se hunda en el siguiente paso. Los ateos no tienen miedo y los creyentes, que, en teoría tenemos fe en Dios, resulta que estamos acojonados. Algo falla aquí.
6/04/23 5:53 PM
Gonzalo
Fernando, yo no sé tú, pero yo no tengo ningún miedo ni estoy acojonado por nada. Señalar los límites del método científico no tiene nada que ver con el miedo, y sí tiene mucho que ver con el rigor en la ciencia, en la filosofía de la ciencia, y en la teología.

Creo que en el diálogo con Jaume ha quedado muy clara la diferencia entre prueba científica y prueba histórica. La Resurrección no se puede demostrar científicamente, ni falta que hace, como no se puede demostrar científicamente lo que me quieren mi mujer y mis hijos.

Nuestra época vive obnubilada por las demostraciones "científicas", y ya es hora de que no caigamos más en la trampa de querer demostrar científicamente lo que no toca. La ciencia no tiene el monopolio del conocimiento, ni es el paradigma del conocimiento riguroso. La ciencia es solo una parte de la razón, no la única, ni la más importante.
7/04/23 7:45 PM
Fernando M Soriano
Gonzalo, olvidémonos de pruebas "científicas". El comentarista hablaba de prueba "histórica" (...una demostración histórica basada en un documento. No hablemos de científica) y yo tampoco he hablado de prueba científica para nada, entre otras cosas, porque sirven de muy poco (lo que hoy científicamente es una cosa, mañana puede ser otra). Las pruebas científicas no son absolutas, porque nuestro conocimiento es y será siempre incompleto. Aunque la ciencia pudiese probar que existe Dios, no sería concluyente.
Pero ten en cuenta, por amor de Dios, que es a lo que me refería, que con esos comentarios nos ponéis en desventaja y podéis desmotivar o hacer perder la fe a mas de uno. Como dice el entrevistado, "El científico católico debe ser científico y aplicar los mismos criterios que el resto".
La Sabana Santa, al igual que el Santo Sudario de Oviedo, son dos pruebas mas que históricas, son pruebas reales (aquí están y nadie sabe cómo) de primerísimo nivel. No queráis ver problemas donde no los hay ni poner piedras en el camino, por favor.
10/04/23 5:00 PM
Gonzalo
Fernando, me desconciertas mucho.

>> ¿Qué debería haber pedido el Apóstol a Jesucristo resucitado, en el siglo I, y que ahora sí nos sirviera de prueba científica de su Resurrección?

Esto lo has escrito tú, no me lo invento.

>> A medida que la ciencia avanza, cada vez esta mas claro que Dios es necesario y existe.

Y esto también parece una pretendida demostración científica de la existencia de Dios. ¿Qué es si no?

Conforme con que las pruebas científicas sirven de muy poco, o nada, para según qué cosas. Es justo lo que he defendido.

No entiendo, ni acepto, que mis comentarios supongan ninguna desventaja ni hagan tambalear la fe de nadie. La fe purificada es más sólida que la que tiene adherencias. La fe se tambalea, más bien, cuando te habían contado una historia (en mala praxis de apologética facilona), y tiempo después descubres que esa historia no se sostiene.
10/04/23 10:01 PM

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