Rebecca soportó la presión abortista porque su hijo venía con Síndrome de Down: «Es mi hijo y, venga como venga, le voy a aceptar»
Rebecca, mujer embarazada ayudada por Red Madre. | © David Alonso Rincón/LD

«Hasta la semana 24 me estuvieron presionando», denuncia.

Rebecca soportó la presión abortista porque su hijo venía con Síndrome de Down: «Es mi hijo y, venga como venga, le voy a aceptar»

El duro testimonio de una mujer que acusa a los médicos de presionarla insistentemente para no tener a su hijo con síndrome de Down y una cardiopatía. Insta a todas aquellas mujeres que puedan estar en una situación similar a la suya a pedir ayuda.

(Libertad Digital/InfoCatólica) Un extenso reportaje de la periodista Sandra León en el diario Libertad Digital muestra la valentía de una «madre normal» que se tuvo que enfrentar a todo el sistema para que naciese su hijo. Muchos padres de hijos con Síndrome de Down y otras discapacidades detectables en el seno materno describen experiencias similares. También la labor que realizan asociaciones como Red Madre y la recientemente famosa, a su pesar, Fundación Madrina.

Como relata Sandra León, la infancia de Rebecca fue de todo menos sencilla. Cuando apenas tenía 6 años, fue violada en Paraguay. Con 12, sufrió otro intento de violación. Aquello le marcó tanto que decidió que no tendría hijos. No sabía si, en sus circunstancias, sería capaz de darles la vida feliz que cualquier niño merece. No quería atormentarles con sus propios fantasmas, así que, cuando al venir a España conoció a su pareja, le dejó clara su determinación.

Sin embargo, el destino la sorprendió con un embarazo 'inesperado' y, aunque al principio se le cayó el mundo encima, no tardó en querer a ese bebé por encima de todo. «La hermana de mi pareja me dijo que tenía que abortar. Tuvimos una discusión muy fuerte y creo que esa fue la primera vez que desperté mi lado maternal, porque ya entonces le defendí con uñas y dientes», recuerda orgullosa.

El delicado estado emocional de Rebecca precipitó el fin de la relación, así que, sin pareja y sin familia cerca que la ayudase, alguien le recomendó acudir a Red Madre, una fundación que, desde hace ya 15 años, se dedica a apoyar a mujeres que se enfrentan a un embarazo imprevisto. Además de escucharla, Esperanza, una de las voluntarias, se ofreció a acompañarla a su primera ecografía. Lo que Rebecca no sabía entonces es que la acabaría necesitando más de lo que ella misma esperaba: «Estuvimos casi 40 minutos en la sala, porque no se le veía bien el corazón. Después, descubrieron un bultito que indicaba que podría tener síndrome de Down».

El inicio de las presiones

A pesar de la noticia que acababa de recibir, el peor golpe vino después. «Me dijeron que me iban a derivar a una cardióloga y que, además, tendrían que hacerme una amniocentesis. Esperanza preguntó si no sería mejor esperar, porque todavía era muy pequeño y no se le veía bien, y la respuesta de los médicos fue que lo mejor era hacerlo cuanto antes para ver qué decisión quería tomar», relata en conversación con LD.

Rebecca dejó claro que, si aquella prueba no servía para darle una solución, era totalmente innecesaria. «Es mi hijo y, venga como venga, le voy a aceptar», aclaró de inmediato. La respuesta de la doctora le provocó dolor y rabia a partes iguales: «Me dijo… ‘Desde mi punto de vista, este niño tiene síndrome de Down. ¿Usted quiere un niño con retraso mental y deforme?’ Esas fueron sus palabras». A partir de ahí, según denuncia, empezaría una presión sin descanso para animarla a «interrumpir» su embarazo. «Me han repetido hasta la saciedad esa frase y yo siempre digo que interrumpir se puede interrumpir la luz, porque la apagas y luego la puedes volver a encender. A un bebé no se le interrumpe, a un bebé se le mata», sentencia indignada.

Sin saber muy bien para qué, finalmente accedió a hacerse la amniocentesis, entre promesas de que era «una prueba invasiva, pero con bajo riesgo». Le dijeron que en ocho días tendría los resultados, pero al día siguiente la llamaron para confirmarle que, además del síndrome de Down, el bebé tenía una cardiopatía grave. Y otra vez las mismas palabras que estaba harta de escuchar: «Si quieres interrumpir tu embarazo, puedes presentarte el lunes sin cita previa». Sin embargo, nadie le explicó los riesgos u oportunidades en caso de querer seguir adelante.

La cabeza le explotaba. Ya no sabía qué era lo correcto y, por un instante, se dejó llevar por la desesperación. «Salí llorando a la calle y me paré delante del puente que hay entre Legazpi y la Glorieta de Cádiz (en Madrid). Cuando estaba a punto de lanzarme, una pareja joven, de unos 16 o 17 años, empezó a hablar conmigo y a preguntarme qué me pasaba. Me hicieron entrar en razón y me ayudaron a bajar, pero la situación seguía siendo la misma», recuerda tratando de contener las lágrimas.

Cada vez que tenía cita con la cardióloga o tenía que volver al hospital para hacerse una ecografía, pasaba noches sin dormir. La ansiedad se apoderaba de ella. El miedo a ser juzgada de nuevo. «Hasta la semana 24 me estuvieron presionando», denuncia. Ese día, estalló: «Cuando vino el médico y me dijo que todavía podía interrumpir mi embarazo, empujé la mano al residente que me estaba haciendo la ecografía, me levanté de la camilla, me estiré la blusa con rabia y les dije: ‘Estoy harta de ustedes, estoy cansada, me están destruyendo psicológicamente. Son médicos y creo que, como en mi país, hacen un juramento para salvar la vida. Desde la semana 12, soy consciente de todos los problemas que tiene mi hijo, pero, venga con una mano o con un solo ojo, yo le voy a aceptar, así que déjenme en paz y respétenme’».

De la presión a la indiferencia

Nunca más le volvieron a hablar de interrumpir su embarazo, pero, según denuncia, a partir de entonces, los médicos la tratan con total indiferencia. «Me tienen marcadísima. El trato es de indiferencia y frialdad. El médico prácticamente ni me habla cuando voy a consulta. No me quieren decir cuánto pesa mi bebe o, si les pregunto cómo va, me evaden todas las preguntas».

Gracias a Red Madre, visita a una cardióloga que le informa con más detalle, sin esconderle los riesgos, pero tampoco las esperanzas. Una visión completa que no ha recibido en el hospital público en el que le hacen el seguimiento y donde, según denuncia, «todo es negro». En la semana 25 ya le dijeron que tenía que ir acompañada, porque era probable que le tuvieran que sacar al bebé, o bien porque ya no estuviera vivo o porque su corazón estuviera cada vez peor. Hoy, sin embargo, Rebecca afronta con ilusión la semana 32 de su embarazo.

Ahora mismo, lo que más le preocupa es la cardiopatía grave que sufre su bebé. «Puede que muera dentro de mí, al nacer, o que viva tan solo unos meses, pero la cardióloga me ha dicho que también hay niños que, tras varias operaciones, hoy tienen 9 años. Y ahí está la diferencia -denuncia Rebecca-. Su trabajo es informar objetivamente de las dos cosas, no solo de una. Informar y respetar tu decisión, cosa que en mi caso no han hecho en ningún momento».

Ella siempre ha contado con el apoyo de Red Madre, pero está convencida de que muchas mujeres no tendrán tanta suerte y acabarán sucumbiendo a las presiones. «Una chica en mi misma situación, pero que esté sola, que no conozca ninguna red, que no tenga ese apoyo, a la que nadie le aliente y le explique que puede salir adelante, es evidente que va a abortar. Hasta yo, que por mis creencias no lo contemplaría nunca, me lo llegué a plantear», confiesa.

La recta final

Si llega a la semana 38, le harán una cesárea y, aunque sabe que no será fácil, no está dispuesta a tirar la toalla. Los psicólogos le han recomendado no comprar cosas para Bastian, el nombre que ha elegido para su bebé, con el fin de evitar un duelo aun mayor en caso de que fallezca. Y, aunque ella insiste en que el mayor apoyo de Red Madre ha sido el acompañamiento, también en esto la fundación le ha tendido la mano: «Me han dicho que no me preocupe de nada, que, cuando el bebé nazca, ellas se encargan de llevarme un carrito al hospital y lo que me haga falta».

Por eso, insta a todas aquellas mujeres que puedan estar en una situación similar a la suya a pedir ayuda. «Tienen que saber que de todo se sale y que un bebé te puede curar hasta la herida más profunda que tengas en el corazón. Que digan sí a la vida, porque no hay mejor cosa que ser mamá y creo que no hay mejor forma de defender el sexo femenino que la maternidad», sentencia.

Hoy, Rebecca nos cuenta feliz que ha retomado la relación con el padre de su hijo. Sin embargo, sabe que, si las cosas no salen bien, siempre contará con la ayuda de esas mujeres que le dieron aliento en los momentos más difíciles, que se han encargado de llamarla prácticamente todos los días aun sin conocerla, que la han acompañado a las ecografías, que le pagaron el abono de transporte cuando no tenía trabajo y que incluso se preocuparon de que no le faltase ropa de premamá.

Por eso, tiene claro que, pase lo que pase, devolverá toda esa generosidad que ha recibido: «Uno siempre se pregunta cuál es su misión en la vida y yo hoy tengo claro que la mía es ayudar a otras mujeres como yo. Si Bastian no vive, me costará salir adelante, pero sacaré fuerzas de donde haga falta y trataré de evitar que otras chicas pasen por lo que yo he pasado. Contar mi historia solo es el primer paso».

18 comentarios

Diógenes
A fuerza de legalizar y tergiversar han logrado hacer del aborto un tratamiento médico que hasta llega a precribirse como imprescindible para evitar el nacimiento de "un niño con retraso mental y deforme", como le espetó la doctora a Rebecca. Aunque la madre no quiera abortar, el sistema sanitario la presiona e intimida para que se sienta culpable por negarse a una intervención normal y deseable.
En realidad se trata de una práctica eugenésica discriminatoria que se encubre bajo una aséptica e inocua "interrupción del embarazo." Es lo que se ha logrado con esta inicua ley del aborto: normalizar la barbarie. Bonificar el mal.
Está al llegar el día en que se penalice como delito el no haber abortado a una persona con síndrome de Down. Por una parte, la sociedad mirará con malos ojos a las familias que tengan un hijo con este síndrome por no haberlo abortado cuando podían hacerlo, y el Estado les negará ayudas. Por otra parte, los médicos tienen la obligación de efectuar una detección precoz de dicho síndrome y en caso positivo proponer el aborto. De no hacerlo, los padres podrían interponer una demanda cuando nazca el hijo.
Asesinatos selectivos por razón genética, ni más ni menos que como los practicaban los nazis, solo que ahora tienen coartada democrática.
28/02/22 9:22 PM
María
Por favor, les ruego que nos proporcionen un seguimiento de esta bella historia, para que podamos saber en su día si Bastian llega a término y sobrevive, o en caso contrario, recemos por esta formidable heroína.
Recemos ya por ambos, Rebecca y Bastian, para que el Señor y la Santísima Virgen los bendigan y amparen.
28/02/22 9:30 PM
Maria
A mi me paso igual con mi primer hijo no me hablaron de aborto, pero si me dijeron, qur el niño o no nacia o nacia con todas las malformaciones y luche todo lo que estuvo en mi mano tomando una medicacion muy dura, para que el niño no naciera antes de tiempo, yo le dije a su padre, que si nacia mal, yo no tenia nada mejor que hacer que cuidarlo. Nació a los nueve meses y en perfectas condiciones. Hoy tiene treinta y seis años
28/02/22 11:52 PM
Vivi
Dios va a premiar a madre e hijo con un vínculo lleno del más puro amor. Ella es súper capaz de cuidar a su hijo de la manera en que lo requiera. Felicitaciones por seguir adelante, por defender la vida de su hijo, lo que ya la convirtió en una madre leona.
1/03/22 1:07 AM
Roswita
Mi más sincera admiración por la convicción de esta "MADRE", si, con mayúsculas. A pesar de su delicada situación ha tenido siempre muy claro lo que quiere y lo que su conciencia le dicta, a pesar de todas los perversos consejos que le han ido machacando. BRAVO, te admiro.
1/03/22 3:02 AM
Marta cecilia varela cano
Quien como Dios? Sí a lavida
1/03/22 7:31 AM
Javidaba
Estamos convocados a "40 días por la vida", y esta noticia es... ¿amorosa?
Sí, noticia amorosa de una maternidad amorosa en una madre amorosa.
El Señor te bendiga, Rebecca.
1/03/22 9:02 AM
Andrea Mancera
Que hermoso testimonio de vida, Rebecca, cuenta con nuestras oraciones, todos los Provida estamos contigo, gracias por ser una mujer tan valiente y una madre sensacional, estoy convencida que la misericordia de papito Dios te dará la oportunidad de ser madre, sino es ahora, en algún momento, nunca pierdas la fe. Gracias por contar tu historia y por querer ayudar de corazón a otras madres que a ejemplo tuyo viven el mismo padecimiento. Ánimo, Dios y la Virgen te guarden a ti y a tu bobito.
1/03/22 10:10 AM
Generalife
Ha pasado con un hermano y cuñada ,les dijeron que tenia no se cuantas malformaciones, que en cualquier caso no viviría y mejor ahorrarse ese sufrimiento
Los padres decidieron que no viviria ni un segundo menos de lo que tuviera quevivir . Una segunda opinion demostrólo equivocados que estaban.aquellos que les dijeron eso .El niño nació a los nueve meses y es un muñeco

1/03/22 2:27 PM
antonio
Muy bello, Rebecca, que falta de conciencia en el personal médico, lo soy juramos por el paciente y la vida, el juramento hipocratico prohibe el aborto, y uno jura por los Dioses, lo hago por la Trinidad, la VOCACIÖN, el enfermo, el afecto, calmar el dolor aliviar el sufrimiento, en el 2004 compre un libro inmunopatologia moleculr estaba el estrés capítulo 58, un mujer en el 1998 tuvo uno en el 2004 asistion deformada al consultorio de una monografia sobre la energia bien realizada salión un tratamiento que la curo. Pedir a un Carmén un reliquia de Santa Maravillas de Jesús, y orar. A orar en el Rosario que la TRINIDAD los bendiga y lo haga con la humanidad!!!!
1/03/22 4:38 PM
Luis Piqué Muñoz
¡Esas Madres valientes y Puras que dejan un tratamiento médico para evitar un aborto espontáneo o malformaciones, tienen el Hijo ¡y luego Mueren Heroica y Santamente! Como esta Madre que acepta al niño con discapacidad como una Bendición de Dios ante el escándalo de la cínica y Criminal sociedad moderna que asesina a todos los Niños con malformaciones ¡y luego hipócritamente les Protege ¡los que sobreviven a la matanza! ¡para que vean que buenos que son y No tener mala Conciencia por la matanza!
Como ocurre con los Padres de más de 2 Niños ¡familia numerosa! que son despreciados, criticados, insultados y Perseguidos ¡La satánica Ley del aborto ¡Ay! forma las conciencias de este Perverso y satánico Occidente, Nadie moverá un dedo para que se pueda tener y proteger en el Vientre de la Madre los Hijos del Amor que los Padres quieran! ¡Pero Pagaremos por esto ¡todos somos Responsables! ¡Y en el Tercer Mundo desprecian los Anticonceptivos y rechazan el aborto ¡reciben a cada Hijo, aunque pueda morir de Hambre, como una Vida Santa y Feliz sólo por vivir y por hacer felices a sus Santos y humildes Padres! ¡Muera el aborto! ¡Viva el Inocente! ¡Viva el Amor! ¡Viva Dios!
1/03/22 5:41 PM
pedro de Madrid
Mi hijo vino en las mismas circunstancias, fue operado y tiene 36 años, lo mejor de lo mejor. Escribe y lee correctamente. Bendito sea Dios
1/03/22 5:58 PM
Juan Mariner
Esta señora sí que es una MADRE en mayúscula y con todas las letras. A los hijos hay que quererlos sean como sean y siempre
1/03/22 10:17 PM
Juan Mariner
Se me olvidaba, yo quiero una madre así también.
1/03/22 10:18 PM
Chico
Que despreciables son aquellos médicos y enfermeros que animaban al asedinato
1/03/22 11:25 PM
Juan Carlos Villaverde
Soy médico. Siento una gran vergüenza por el comportamiento de los colegas que traicionan el juramento hipocrático.Que Dios bendiga a la madre por su deseo de traer al mundo a su hijo,merecedor de gozar del amor del Padre,del Hijo y del Espíritu Santo. Rezo por ella y su hijo
2/03/22 8:41 AM
Antonio Mª
Es normal que Dios vaya a descargar pronto toda su santa ira sobre este mundo, porque esto ya no tiene solución alguna. Con ello al menos se dejarán de cometer tantos y tantos crímenes como se cometen. A mí particularmente no me da angustia alguna pensar en ello. ¡¡Ya está bien!!
4/03/22 12:42 PM
Antonio Mª
Tanto la sanidad como la educación públicas son en la inmensa mayoría de los casos un nido de rojos. No le demos más vueltas a lo que no las tiene.
4/03/22 12:44 PM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.