(Agencias/InfoCatólica) Los redactores del texto han optado por la fórmula de que "nadie puede, en el espacio público, llevar una prenda destinada a disimular su rostro".
Quienes constriñan a una tercera persona a la obligación de recubrirse con el velo integral mediante violencia, abuso de poder o discriminación incurrirán en un delito. En cambio, si se prueba que la mujer decide ponerse el burka o una prenda similar voluntariamente, se le impondrá la multa de 150 euros, que podrá conmutarse con trabajos sociales y cursillos de integración.
La Unión por una Mayoría Popular (UMP), el partido del presidente, Nicolas Sarkozy, ha sido el que ha impulsado la idea de una ley sobre este asunto. Sarkozy urgió la semana pasada a elaborar una ley para eliminar el velo integral de los espacios públicos. El Consejo de Ministros tratará el contenido del texto el 19 de mayo, de modo que la norma podría estar funcionando en verano.
Uno de los principales escollos que tendrá que superar es su examen por el Consejo de Estado, que consultado con carácter preventivo había advertido el mes pasado que una prohibición general del velo integral podía encontrar serias dificultades legales. El principal grupo de la oposición, el Partido Socialista se había mostrado reticente a actuar por la vía legislativa –aunque es contrario al burka o el niqab en la calle–, y ahora espera el texto definitivo para decidir su voto.