(EFE/InfoCatólica) El cardenal venezolano Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo emérito de Caracas, fue impedido de salir de Venezuela luego de que las autoridades migratorias anularan su pasaporte cuando se disponía a viajar desde el aeropuerto internacional de Maiquetía. El hecho ocurrió cuando el purpurado intentaba iniciar un viaje que incluía compromisos eclesiales en el exterior.
Según lo relatado, al presentar su documentación en el control migratorio, funcionarios le informaron inicialmente que su pasaporte no estaba en regla. Posteriormente, le comunicaron que el documento había sido anulado, impidiéndole continuar el viaje y obligándolo a abandonar el aeropuerto sin su pasaporte, que quedó retenido por las autoridades.
El cardenal Porras tenía previsto trasladarse primero a Colombia y luego a España, donde debía participar en actividades de carácter eclesial, antes de regresar a Venezuela en los días previos a la Navidad. La medida adoptada por las autoridades frustró completamente ese itinerario.
El episodio se produce en un contexto de creciente tensión entre el régimen venezolano y la Iglesia Católica, que en los últimos años ha denunciado de manera reiterada la crisis social, la situación de los presos políticos y las vulneraciones de derechos fundamentales en el país. Diversos miembros de la jerarquía eclesiástica han sido objeto de presiones y hostigamientos por sus pronunciamientos públicos.
Baltazar Porras, de 81 años, es una de las figuras más relevantes de la Iglesia en Venezuela y ha mantenido una postura crítica frente a la situación política y social del país. La anulación de su pasaporte ha sido interpretada como una nueva señal de restricción a la libertad de movimiento y a la libertad religiosa, en un contexto marcado por el control estatal y la persecución de voces disidentes.







