(InfoCatólica) La iniciativa católica alemana «Neuer Anfang» (Nuevo comienzo) ha lanzado una campaña para escribir al Papa alertándole sobre lo que considera la mayor crisis de la Iglesia católica en Alemania desde la Reforma protestante. Bernhard Meuser, publicista y cofundador de esta iniciativa, advierte de la existencia de un cisma de facto que podría volverse irreversible si Roma no interviene.
Una crisis sin precedentes desde la Reforma
En una entrevista a «Die Tagespost», Meuser, quien también fue co-inciador del proyecto Youcat, describió la situación actual como «la mayor crisis desde la Reforma». Según su análisis, la Iglesia católica alemana se encuentra al borde de una división que ya existe «de facto y sin guerra declarada».
El publicista considera que solo Roma puede evitar «que se apaguen las luces» en la Iglesia alemana. La carta dirigida al Papa tiene como objetivo ayudarle a «comprender mejor de qué enferma realmente la Iglesia en nuestro país», por qué consideran que las propuestas del Camino Sinodal alemán son «agravantes de la enfermedad» y por qué cada vez más católicos creyentes se niegan a que «funcionarios eclesiásticos abusivos» les dicten «qué será católico mañana».
La percepción papal sobre la situación alemana
Meuser expresó su convencimiento de que el Papa ha reconocido que «la alianza de quienes se agrupan en torno a Georg Bätzing y la señora Stetter-Karp apenas es representativa de la Iglesia en Alemania». Muchos cristianos que se orientan por el magisterio se sienten «traicionados o abandonados».
El cofundador de Neuer Anfang citó las declaraciones del Papa en el avión, donde expresó su temor de que «muchos católicos en Alemania crean que ciertos aspectos del Camino Sinodal hasta ahora llevado a cabo en Alemania no reflejan sus esperanzas para la Iglesia o su manera de vivir la Iglesia». Además, el Pontífice conoce el «horror» de varios obispos diocesanos alemanes ante los caminos especiales alemanes.
Los riesgos de la intervención romana
A pesar de esta percepción, Meuser ve también con preocupación las consecuencias de una intervención romana. Mencionó «el estado de la enseñanza en las universidades», «la evidente desobediencia de los obispos» y «la instalación silenciosa de una ética sexual herética».
Sin embargo, considera que las cosas han llegado tan lejos que las intervenciones duras «podrían tener consecuencias imprevistas», como «la ofensa a amplias partes del episcopado» o consecuencias «hasta la socavación del Concordato o la provocación de un cisma formal».
La definición del cisma actual
Cuando se le preguntó directamente sobre qué basa su afirmación de cisma, Meuser se remitió a la definición canónica: «Cisma se llama a la negativa de subordinación al Papa o de comunión con los miembros de la Iglesia subordinados a este» (CIC 751). Habló de «una multitud de actos cismáticos demostrables (atribuibles a obispos)» en eclesiología y ética sexual.
Según su análisis, cuando Roma ha dado instrucciones, la desobediencia se ha enmascarado como «necesidad de diálogo» y la contradicción como «contribución de opinión». Según el entendimiento católico, no existe margen de discreción en las instrucciones vinculantes. Un cisma se completa solo cuando se establece formalmente: «Si tú dices eso y nosotros esto, entonces somos gente separada». En términos claros: entonces solo queda la sumisión o la despedida.
Si Roma renunciara a establecer un cisma por miedo a las consecuencias políticas o al cese de las contribuciones, la Santa Sede sería, según Meuser, «parte de las relaciones corruptas».
Una visión esperanzadora bloqueada
No obstante, Meuser habla de una «visión luminosa de la Iglesia». El Camino Sinodal alemán yace «como un bloqueo institucional» sobre todo lo que sería necesario, incluyendo «el despertar espiritual en verdadera sinodalidad, procesos de conversión profunda y vuelta al Señor, una Iglesia de discipulado, nueva evangelización, testimonio, proclamación». Una Iglesia «en la que la salvación se administra burocráticamente» no conoce el Evangelio.
La campaña de cartas y la peregrinación a Roma
La iniciativa Neuer Anfang ha convocado a los católicos de los países germanoparlantes a participar en la redacción de una carta al Papa. Meuser explicó que ya han recibido numerosas contribuciones, pero esperan más participación para que sea realmente «una carta del pueblo peregrino de Dios».
La entrega de la carta está prevista en el marco de la peregrinación anual a Roma del grupo en enero. El 7 de enero, según Meuser, habrá una audiencia general en la que esperan conseguir una «prima fila» para poder hablar con el Papa. Como alternativa, han solicitado una audiencia privada próxima, aunque reconocen que llegan en un momento de «hora punta eclesiástica» (final del Año Santo, consistorio de cardenales).







