Las islas vietnamitas de Hon Tre y Hon Giang viven un renacer espiritual
P. Nguyen Minh Phung

De una misa al mes a una diaria

Las islas vietnamitas de Hon Tre y Hon Giang viven un renacer espiritual

Las comunidades católicas de las islas vietnamitas de Hon Tre, Hon Giang y Ly Son mantienen viva su fe pese al aislamiento. Con la presencia del padre Vincent Nguyen Minh Phung y religiosas misioneras, hoy celebran misa diaria y promueven la educación. Su iglesia, símbolo de esperanza, es «faro» espiritual entre las dificultades del mar.

(Fides/InfoCatólica) «En el pasado, deseábamos mucho poder participar en la misa dominical, pero a veces había que esperar un mes entero antes de que viniera un sacerdote a celebrarla. Ahora, la presencia de una iglesia, de un sacerdote y de unas religiosas que nos acompañan nos llena de consuelo y estamos muy felices, como si estuviéramos conectados con tierra firme. Esta iglesia no es solo un lugar de oración, sino también un faro que mantiene firme nuestra fe entre las tormentas de la vida en alta mar». Con estas palabras sencillas, Maria Tran Thi Be, feligresa isleña «de toda la vida», expresa lo que significa para ella y para toda la comunidad católica de Hon Tre, perteneciente a la parroquia de Ha Tien, en la diócesis de Long Xuyen, al sur de Vietnam.

Actualmente, en las islas de Hon Tre y Hon Giang, bajo el cuidado pastoral del sacerdote Vincent Nguyen Minh Phung, se celebra misa todos los días. Separadas por 7 km entre sí y situadas a 28 km del continente, las dos islas forman parte del archipiélago de Hai Tac (Pirata), el punto más meridional del país, al que se puede llegar en una hora en lancha motora desde Ha Tien.

El nombre «Pirata» proviene del hecho de que, entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, grupos de piratas se establecieron en el archipiélago para atacar a los barcos mercantes que transitaban por la zona. El archipiélago está compuesto por 16 islas grandes y pequeñas; la más poblada es Hon Tre, donde se encuentra la iglesia y donde viven más de 220 feligreses, dedicados principalmente a la pesca.

A pesar de las dificultades para ganarse la vida, los fieles viven su fe con fervor, muchos asisten regularmente a la misa diaria y comparten con pasión las principales celebraciones litúrgicas, como la Semana Santa.

La educación de los hijos de los pescadores locales se ve complicada no solo por la falta de escuelas y profesores, sino también por la pobreza y la falta de motivación para estudiar por parte de los niños y sus padres.

Gracias a la presencia de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misión en este archipiélago, que acompañan a las familias de pescadores locales y animan a los niños a ir a la escuela, los pequeños han podido crecer participando activamente en la vida educativa y parroquial.

«Altibajos» de una historia que comenzó en los años sesenta

La comunidad católica de Hon Tre nació en los años sesenta, cuando algunas familias católicas se trasladaron a la isla de Hai Tac para ganarse la vida. Más tarde, los feligreses locales junto con el sacerdote Michael Le Tan Cong construyeron una iglesia, una escuela y un dispensario médico que, a pesar de ser pequeños, marcaron la presencia de la fe en aquella remota isla. Sin embargo, su camino no estuvo exento de dificultades.

Tras el fin de la guerra de Vietnam, en 1975, muchos feligreses abandonaron la isla. La comunidad permaneció durante años sin sacerdote, por lo que las actividades religiosas, como la enseñanza del catecismo, debían ser dirigidas por los propios fieles.

La señora Anna Nguyen Thi Hong, de 75 años y residente en Hon Giang, recuerda: «Antes, el sacerdote solo venía una vez al mes a celebrar la misa. Durante la temporada de los vientos, teníamos que esperar un mes y medio. Las mujeres mayores solo podíamos abrazar la estatua de la Virgen María y rezar para que el sacerdote llegara sano y salvo. La vida de los pescadores ya era precaria, y sin oraciones ni misas, nos parecía aún más precaria que un barco en medio del mar por la noche».

En los últimos años, la vida católica en Hon Giang ha cambiado por completo gracias a la atención de la diócesis y de las órdenes religiosas, especialmente desde la llegada permanente del padre Vincent Nguyen Minh Phung. Para garantizar que las prácticas cotidianas de la fe no se interrumpan, cuatro días a la semana el padre Phung va en barco desde Hon Tre a Hon Giang para celebrar la misa.

«Ahora no solo tenemos misas regulares, sino que nuestros hijos también reciben una excelente educación de las religiosas», cuenta la feligresa Nguyen Thi Suong. «Para nosotros, la iglesia aquí no es solo un lugar de oración, sino también un faro que sostiene las almas de los habitantes de la isla y nos ayuda a vivir con compasión, a estudiar más y a mantener la fe en medio de las dificultades, como nos enseñan nuestro sacerdote y el obispo de la diócesis».

El médico que llevó las semillas de la fe a Li Son

Otra isla remota, Ly Son, recibió la fe cristiana no de los misioneros, sino de un médico, el señor Duong Minh Giang. Enviado allí por motivos laborales en 1959, alquiló una habitación en la casa de un pescador local y pidió instalar un altar dedicado a Jesucristo. Poco después, toda la familia del propietario se convirtió al catolicismo, impresionada por su modo de orar y su vida moral ejemplar.

Con el tiempo, Ly Son se convirtió en un pequeño centro misionero con una capilla, donde hoy se levanta la iglesia parroquial. Es la única parroquia del distrito insular, que abarca una superficie de 10,39 km² en la provincia de Quang Ngai, con una población de 22.174 habitantes.

En 1966 fue enviado el primer sacerdote, el padre Peter Nguyen Hoang Diep, quien promovió la educación de los niños de la isla, sin distinción de religión. Sin embargo, tras el final de la guerra en 1975, la vida de fe sufrió grandes dificultades bajo el nuevo gobierno comunista. La capilla y las casas parroquiales fueron confiscadas y utilizadas para fines civiles y militares. Durante 14 años no hubo sacerdotes ni celebraciones sacramentales, y los fieles locales mantuvieron viva la fe por su cuenta.

El 16 de diciembre de 1993, después de largas gestiones, la iglesia fue devuelta a la comunidad. Por ello, Ly Son es considerada un ejemplo de perseverancia: los feligreses sembraron y custodiaron las semillas de la fe, mantuvieron su camino y trabajaron para recuperar su iglesia.

En 1995, la parroquia de Ly Son fue oficialmente fundada por Paul Huynh Dong Cac, obispo de la diócesis de Qui Nhon, y el padre Michael Truong Van Hanh se convirtió en su primer párroco. En 2005, el padre Peter Pham Duc Thanh era el párroco y, además de construir las instalaciones de la parroquia, se centró en la educación de los hijos de los pescadores pobres, para quienes estudiar seguía siendo difícil. Actualmente hay 521 feligreses en la parroquia de Ly Son, situada en una zona insular pobre y aislada.

1 comentario

Eva María
¡Precioso testimonio! Cuando yo volví con seriedad a la Fé hace ya unos cuantos años, una de las cosas más hermosas y que más poderosamente llamaron - y llaman - mi atención, es la comunión espiritual entre personas tan diferentes entre sí, o entre nosotros y las benditas ánimas del purgatorio, o entre nosotros y todos quiénes fueron, incluso muchos siglos antes, que nosotros. ¡Qué gran misterio y qué gran gracia ésta que nos concede Dios y que nos hace sabernos parte de una gran familia, fundada en la caridad, que atraviesa toda la historia!
30/10/25 1:30 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.