(KathPress/InfoCatólica) Con la incorporación de once nuevos miembros en la ciudad de Bregenz, la Orden del Santo Sepulcro en Austria alcanza un total de 555 damas y caballeros. A la ceremonia de investidura asistieron unas 250 personas. Los actos comenzaron con una misa de apertura celebrada en la abadía cisterciense de Mehrerau, presidida por el Gran Prior de Austria, el arzobispo Franz Lackner.
Durante esta vigilia participó la consejera regional Barbara Schöbi-Fink en representación de la vida pública. En su intervención, manifestó su reconocimiento al papel formador del cristianismo en la sociedad y expresó su gratitud a los miembros de la Orden por su labor caritativa.
Entre los nuevos investidos se encuentran el diputado por Vorarlberg en el Consejo Nacional, Norbert Sieber, y el jurista Johann Hager, quien se incorporará a la encomienda de Innsbruck. Hager preside la asociación «aktion leben», dedicada a brindar apoyo a madres gestantes en situación de vulnerabilidad.
El momento culminante de la celebración fue la misa del sábado por la tarde en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Bregenz. En ella, los once nuevos miembros fueron recibidos mediante el rito tradicional de investidura, que incluye la imposición del manto de la Orden. La palabra latina «vestis», que significa vestidura, da nombre a esta ceremonia, cuyo simbolismo tiene raíces en la Edad Media, cuando la asunción de un nuevo cargo se expresaba mediante la entrega de una prenda distintiva. Esta práctica se conserva en la Iglesia y da sentido a los actuales ritos de iniciación.
Una misión con raíces en Tierra Santa
La «Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén» tiene su origen en una tradición medieval, por la cual los peregrinos nobles eran armados caballeros en el lugar del Santo Sepulcro. En la actualidad, la Orden es una institución jurídica de la Iglesia, formada mayoritariamente por laicos, y con la misión de sostener a las comunidades cristianas que viven en Tierra Santa y sufren las consecuencias de los conflictos en la región.
El organismo cuenta con unos 30.000 miembros en todo el mundo y está dirigido desde Roma por un cardenal gran maestre. Desde 2019, este cargo lo ocupa el cardenal Fernando Filoni, designado por el Papa León XIV.
En Austria, la Orden cuenta con 555 miembros distribuidos en doce encomiendas. Su máximo responsable es el gobernador, función que desde el 1 de junio desempeña Werner Johler. El Gran Prior, también desde esa fecha, es el arzobispo Franz Lackner, encargado de la guía espiritual y del acompañamiento de los órganos de gobierno.
Para sostener sus numerosos proyectos de ayuda en Oriente Próximo, la Orden depende de donaciones. Con el fin de facilitar la deducción fiscal a los benefactores, se constituyó la asociación «Unión Austríaca para Tierra Santa». En 2024, los miembros de la Orden en Austria recaudaron algo más de 741.000 euros destinados a proyectos de asistencia en la región.







